Seis alimentos para combatir el eccema (y desencadenantes comunes que debes evitar)
Eczema es una etiqueta general para varias enfermedades inflamatorias de la piel, como la dermatitis atópica y la dermatitis de contacto. El eccema hace que la piel se enrojezca, se seque y pique, y daña la barrera de humedad de la piel. Hace que la piel sea más propensa a las infecciones y más sensible, lo que puede provocar más sequedad y picor. Los bebés son especialmente propensos a desarrollar eccema, aunque a la mayoría se le pasa antes de llegar a la edad escolar.
La erupción pruriginosa es frecuente en las manos, la cara interna de los codos, los tobillos, los pies, las rodillas y alrededor del cuello y los ojos, aunque puede aparecer en cualquier parte de la piel. Se discute cuál es la causa concreta del eczema; puede atribuirse a muchas cosas, como un sistema inmunitario hiperactivo, la genética, los niveles de estrés y una serie de factores ambientales. Pero el eccema no es contagioso, ni es signo de mala higiene.
Seis alimentos que pueden tratar y prevenir el eczema
Aunque no hay ningún alimento o dieta específicos que curen el eccema, modificar tu dieta para incluir muchos alimentos antiinflamatorios puede ayudar a mantener a raya los síntomas. Beber mucha agua también puede ayudar a prevenir nuevos brotes y a mantener la piel hidratada. Si crees que tu dieta puede ser la causa de tus brotes de eccema, habla con tu médico de cabecera, dietista y/o dermatólogo.
Las dietas de eliminación son otra forma de eliminar alimentos potencialmente desencadenantes sin limitar tu dieta de golpe. Cuando empieces un nuevo plan de alimentación, considera la posibilidad de trabajar con un Asesor Sanitario denutricionista o centrado en la nutrición; pueden ser recursos excepcionales y ayudarte a guiarte en la introducción de cambios en tu estilo de vida.
Frutos secos y semillas
Muchos frutos secos y semillas tienen un alto contenido natural de ácidos grasos omega-3, que nuestro cuerpo necesita pero no produce por sí mismo. Los omega-3 son ricos en propiedades antiinflamatorias, y las semillas de lino, las semillas de cáñamo, las nueces y los cacahuetes tienen un alto contenido en omega-3. Opta por variedades de frutos secos sin sal, y ten en cuenta que algunas semillas -como las de lino- deben molerse para que se absorban sus beneficios nutricionales.
Pescados grasos
El pescado (en concreto, el salmón, el atún blanco, las sardinas y la caballa) es una fuente natural de ácidos grasos omega-3 que combaten la inflamación. Los pescados grasos también son una gran fuente de vitamina D liposoluble, que ayuda al sistema inmunitario del organismo a funcionar correctamente (es decir, a no reaccionar exageradamente ni responder de forma inadecuada, como ocurre en las afecciones autoinmunitarias).
Alimentos ricos en vitamina D
La vitamina D influye directamente en la fortaleza del sistema inmunitario, y su carencia es una de las deficiencias nutricionales más comunes en todo el mundo. Gran parte de la vitamina D que obtenemos procede del sol, pero los rayos UVA y UVB del sol plantean su propio riesgo. Incorporar a tu dieta alimentos ricos en vitamina D puede proporcionarte los beneficios de este nutriente sin el riesgo de quemaduras solares y cáncer de piel. Entre los alimentos ricos en vitamina D están los huevos, el salmón, el yogur, el hígado de ternera y las setas.
Alimentos ricos en probióticos
Los alimentos probióticos son beneficiosos para el intestino, ya que facilitan la digestión y regulan los niveles de bacterias sanas en el aparato digestivo. Los estudios afirman que más del 70% de la función del sistema inmunitario está determinada por la salud intestinal, y dar prioridad a la nutrición es clave para mantener esta función. Cuando tu intestino está sano, se irradia a casi todas las demás áreas de tu salud, ¡incluida la de tu piel! Los alimentos ricos en probióticos incluyen alimentos fermentados como el kimchi, el tempeh y la kombucha, así como los pepinillos y el yogur.
Verduras crucíferas
Comer verduras crucíferas, como col, brócoli, bok choy, kale, berza, coles de Bruselas y coliflor proporciona beneficios antiinflamatorios. Un estudio descubrió que los participantes que comían más verduras crucíferas al día mostraban una inflamación significativamente menor y tenían una media de entre un 13% y un 25% menos de niveles de ciertos marcadores inflamatorios en sangre.
Bayas y cerezas
Los arándanos, las bayas de saúco, las moras y las cerezas contienen antioxidantes antiinflamatorios como las antocianinas (que dan a las bayas sus tonalidades azules y moradas) y polifenoles. Estas frutas también son ricas en flavonoides, antioxidantes beneficiosos que protegen las células del daño oxidativo que puede provocar enfermedades.
Factores desencadenantes comunes del eccema
Algunas personas pueden descubrir que su eczema está desencadenado por un sistema inmunitario hiperactivo. Otras causas pueden ser alergias o sensibilidades alimentarias y reacciones a factores ambientales como detergentes perfumados, jabones y productos de limpieza o belleza.
Cuando se trata de la conexión entre alergia o sensibilidad alimentaria y eccema, realmente depende de cada persona. La Fundación Nacional del Eccema afirma que "las alergias alimentarias se consideran una comorbilidad oficial (afección de salud relacionada) del [eccema] junto con el asma, la rinitis alérgica (fiebre del heno) y la depresión. Los investigadores han descubierto que hasta el 30% de las personas con [eccema] también tienen alergias alimentarias."
Un estudio de 2017 informó de que hasta el 81% de las personas con eccema también declaraban tener alergias o sensibilidades alimentarias. La opinión general es que el eccema no está causado por las alergias alimentarias, sino que se ve exacerbado por ellas.
Lo esencial
El eccema puede ser frustrante, y una piel menos que perfecta puede hacerte sentir incómodo y avergonzado por tu aspecto. Aunque no todas las causas del eccema pueden controlarse, ajustar la dieta, modificar el entorno e incluso controlar los niveles de estrés pueden ayudar a prevenir y controlar los brotes.
Aunque no todas las dolencias pueden controlarse o tratarse con la dieta, en el Institute for Integrative Nutrition (IIN) abordamos la alimentación como un medio para ayudar a sanar el cuerpo, y es uno de los muchos conceptos básicos que conforman nuestro enfoque nutricional holístico. Si padeces eccema u otra afección inflamatoria, intenta incorporar alimentos específicos que nutran tu cuerpo único y formen parte de una forma holística e integrada de cuidar de tu bienestar.