¿Sabías que nuestro cuerpo es un 60% agua? El cuerpo humano depende del agua para funcionar correctamente, y nuestros órganos principales, como el corazón, los pulmones, los riñones e incluso la piel, están formados en su mayor parte por agua. Es crucial que bebamos agua para mantenernos correctamente hidratados y que nuestro cuerpo siga funcionando. Cuando no bebemos suficiente agua, se produce la deshidratación. Pero tu cuerpo empezará a darte señales antes de que esto ocurra, ¡así que no las ignores!
Según la Clínica Cleveland, por término medio, los hombres deben beber 3,7 litros (unos 15,5 vasos) y las mujeres 2,7 litros (unos 11,5 vasos) de agua al día. Estas cantidades incluyen agua, alimentos y otras bebidas, y aproximadamente el 20% de tu ingesta diaria de líquidos procede de los alimentos.
¿Alguna vez te ha dado un dolor de cabeza que no podías explicar? Podría ser una señal de tu cuerpo de que no estás ingiriendo suficiente agua. En realidad, el cerebro experimenta una pérdida de líquido. Esto hace que el cerebro se contraiga, provocando presión, y nos da dolor de cabeza. Así que la próxima vez que sientas que se acerca un dolor de cabeza, coge un vaso de agua y puede que te sorprenda cómo detiene el dolor de cabeza en seco.
El mal humor puede aparecer cuando estamos ligeramente deshidratados. Cuando te sientas malhumorado, pregúntate: "¿Hoy he bebido suficiente agua?". Te sorprenderá cómo la falta de agua en tu día puede repercutir en tu salud mental. Los estudios han demostrado una correlación entre la deshidratación y los sentimientos de depresión, confusión y ansiedad.
El aumento de peso puede deberse a la falta de ingesta de agua. Cuando estás deshidratado, tu cuerpo se pone en "modo supervivencia" y retiene el agua que ya tiene. Tu cuerpo no está seguro de cuándo va a recibir más agua, así que ralentiza los procesos normales, como la digestión, para conservar energía. Una digestión lenta puede conducir a un metabolismo deficiente, que a su vez conduce al aumento de peso.
Asegúrate de tomar un vaso de agua antes de un tentempié o una comida. Nuestro cuerpo nos dirá que tenemos hambre cuando en realidad sólo necesitamos más agua. Bebe primero un poco de agua y comprueba si sigues teniendo hambre después, ¡sobre todo si has comido hace poco! Te sorprenderá lo mucho que te entra hambre porque tienes sed.
Si te sientes perezoso, puede deberse a la deshidratación. Estar deshidratado puede hacer que baje tu tensión arterial, lo que reduce el flujo sanguíneo al cerebro; por eso puede aparecer el cansancio. Hidrátate para estar lo más enérgico posible.
Nuestros niveles de ingesta de agua pueden tener un efecto importante en nuestros movimientos intestinales. Si tienes problemas para ir al baño y no puedes ir como deberías, puede ser un signo de deshidratación. Éste es un ejemplo de que nuestro cuerpo nos habla. Otra señal que a veces nos da el cuerpo son los calambres. Los calambres pueden ir desde una sensación de malestar hasta ser increíblemente dolorosos. La próxima vez que tengas problemas o sufras calambres, prueba a tomar un vaso (¡o dos!) de agua.
Hablando de ir al baño, también debes tener en cuenta cuánto tienes que ir al baño en un día determinado. Un adulto medio debería ir unas 6-8 veces al día.
Cuando sientas que tu piel está seca y se ven más arrugas o descamaciones de lo habitual, puede ser un signo de deshidratación. Tu piel es el órgano más grande del cuerpo, y todos los órganos necesitan agua para rendir al máximo. Mantenerte hidratado mantendrá tu piel hidratada y puede reducir las zonas secas y escamosas.
El mareo es un signo frecuente de deshidratación. La deshidratación puede disminuir tu tensión arterial, lo que puede provocar una falta de oxígeno en el cerebro y causar mareos.
Mantenerse hidratado es una de las formas más fáciles de ser amable con tu cuerpo y de que todos los sistemas funcionen como deben. Si te resulta difícil beber el número recomendado de vasos al día, prueba estas formas fáciles de beber más agua.
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Kristie Peltier es Entrenadora de Salud en Nutrición Integrativa y madre cariñosa de dos hijos. Se hizo Health Coach para cumplir su deseo de trabajar con personas para mejorar su salud y su vida familiar.
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