autocuidado no consiste sólo en cuidar de nuestro físico, sino también de nuestras necesidades mentales, emocionales y espirituales. Desarrollar el hábito de autocuidado requiere tiempo y compromiso, y aunque no tiene por qué llevar horas y horas, sí requiere dedicarle un rato al día. autocuidado también es bioindividual: lo que a una persona le resulta calmante y relajante puede no serlo para otra.
Cuando dedicamos tiempo a rejuvenecernos a través de autocuidado, no sólo apoyamos nuestras propias necesidades, sino que cultivamos la energía que nos ayuda a estar plenamente presentes y a ser compasivos en nuestro relaciones con los demás. Hazlo con sencillez, e intenta poner en práctica una nueva práctica cada vez.
1. Practica la atención plena
La atención plena consiste en ser completamente consciente del momento presente, centrándose únicamente en estar donde estás y atendiendo sólo a lo que tienes delante. Las investigaciones demuestran que atención plena puede mejorar la salud cardiaca, reducir el estrés y mejorar la concentración.
2. Desenchufa
Tomarse un descanso de la tecnología abre espacio para estar genuinamente con nosotros mismos, conectar auténticamente con los demás y pasar tiempo en el mundo.
3. Pasa tiempo de calidad con una mascota
Tener mascotas está relacionado con un mayor bienestar físico, mental y emocional. Los dueños de mascotas tienen más probabilidades de tener la tensión arterial más baja, menores sentimientos de ansiedad, estrés y depresión, y una mejor higiene del sueño.
4. Date una salida creativa
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo artístico sólo para ti? Colorea, pinta, dibuja, baila, cose, lo que quieras para expresarte creativamente. No hace falta que sea perfecto, simplemente hazlo.
5. Mantente hidratado
Nuestro cuerpo es un 60% agua y dependemos de una hidratación adecuada para que todo funcione como es debido. Puede ser difícil obtener suficiente agua durante el día, pero la deshidratación puede provocar desde dolores de cabeza hasta fatiga, aumento de peso y ansiedad.
6. Prioriza el sueño
Sin dormir lo suficiente (o sin dormir lo suficiente sueño de calidad), tenemos más probabilidades de lesionarnos, enfermar y experimentar sentimientos de depresión y ansiedad. Crear los entornos entornos de sueño externos e internos puede mejorar tu sueño.
7. Pasa tiempo al aire libre
Además de aportar vitamina D y aire fresco, se ha demostrado que pasar tiempo al aire libre mejora el estado de ánimo, alivia el estrés e incluso reduce la hipertensión. Asegúrate de protección solar¡sin embargo!
8. Pon tu cuerpo en movimiento
El ejercicio ofrece muchísimos beneficios tanto para tu bienestar físico y mental. Participar en actividad física repercute en muchos, si no en todos, los sistemas internos de tu cuerpo que trabajan juntos para mantenerte sano y feliz.
9. Medita
La meditación es a menudo lo que la gente piensa cuando oye hablar de espiritualidad autocuidado. Existen innumerables formas de meditar y empezar una práctica de meditación no tiene por qué ser complicado. La meditación puede mejorar tu salud emocional y tu concentración mental, aumentar tu productividad y reducir los sentimientos de estrés y ansiedad.
10. Recita afirmaciones
Las afirmaciones son afirmaciones breves y alentadoras en tiempo presente que validan y confirman un sentimiento o resultado deseado. Puedes hacerlas en relación con una preocupación concreta o enfocarlas de forma más general a los retos cotidianos. Algunas afirmaciones populares incluyen "Soy fuerte y capaz", "Cómo me siento importa" y "Me quiero".
11. Aprovecha tu lado espiritual
Aunque no creas en un poder superior, espiritualidad es una forma de aprovechar la buena energía y tu espíritu interior al mismo tiempo. Ya sea asistiendo a ceremonias religiosas o enraizándote en la naturaleza, espiritualidad desempeña un papel fundamental para ayudarnos a seguir adelante, evolucionar y mantenernos bien.
12. Retribuye a tu comunidad
El voluntariado te permite conectar con la gente y apoyar a tu comunidad. Ayudar en pequeñas tareas puede tener un gran impacto: piensa en limpiar un parque local. Quizá te lleve una o dos horas de tu día, pero puede mejorar enormemente la vida de tus vecinos.
13. Habla con un terapeuta, entrenador o mentor
No siempre sabemos cómo regular nuestras emociones y mantener nuestro salud emocional - ahí es donde entran en juego los profesionales y los mentores. Las personas con formación (terapeutas, coaches) y quienes velan por tu bienestar son recursos valiosos.
14. Escribe en un diario tus sentimientos
Escribir un diario es una herramienta útil para gestionar tu salud mental, actuando como una salida segura para todas las emociones, positivas o negativas. También puede ayudar a identificar los factores estresantes o los síntomas que se repiten, y brinda la oportunidad de diálogo interno positivo e identificar los pensamientos y comportamientos negativos.
15. Emprender acciones radicales autocuidado
Radical autocuidado no consiste en gastar dinero para resolver tus problemas, sino en llegar a la raíz de tus problemas y curarte a ti mismo. Defiéndete a ti mismo y a tus necesidades, fija un tiempo para no hacer nada y aprende cuándo decir no.
16. Fomenta el positivismo relaciones
Todos tenemos esos relaciones en nuestras vidas que nos iluminan, ya sean románticos, platónicos o profesionales. Estos relaciones pueden influir en nuestras vidas mucho después de que se produzca el impacto inicial, así que asegúrate de alimentar estos relaciones positivos en tu vida.
17. Abraza a tu niño interior
Ser adulto puede ser mucho más duro de lo necesario si no abrazas a tu niño interior. Piensa en cómo eras de niño. ¿Eras curioso? ¿Eras aventurero? Haz las cosas que desearías haber podido hacer cuando eras joven. Tratar amablemente a tu niño interior es tratarte amablemente a ti mismo.
autocuidado consiste en explorar una variedad de prácticas y encontrar lo que mejor funciona para ti. También es importante reconocer que lo que nos apoya hoy puede no ser lo que necesitemos mañana. Un día puede parecernos mejor salir a correr o tocar un instrumento, mientras que otro día puede ser mejor llamar a un amigo o meditar. ¡Sintonizar con nuestra mente, cuerpo y corazón y discernir lo que nos sirve cada día es la clave!
¡Tener una estructura diaria puede ayudarnos a priorizar nuestras actividades, minimizar la procrastinación, crear nuevos hábitos saludables y liberar más tiempo para autocuidado! Considera la posibilidad de escribir un horario para cada día de la semana y compartirlo con tu compañero de piso, pareja, amigos o familia, para que sepan cuándo necesitas tiempo a solas y cuándo estás libre para participar. Si parecen excluidos o molestos de algún modo, comunícales que tener esta estructura cada día es lo que te ayuda a estar más presente y ser más cariñoso cuando estás con ellos.
Con más tiempo en casa, es fácil distraerse con antojos, compulsiones o incluso adicciones. Aunque es totalmente natural tener estrategias de afrontamiento o deseos impulsivos, es importante practicar el darse cuenta de lo que quiere tu mente frente a lo que necesita tu cuerpo. Antes de emprender cualquier acción a lo largo del día, prueba a cerrar los ojos, respirar hondo unas cuantas veces y preguntarte: "¿Qué necesito realmente en este momento?".
Uno de los actos más amorosos de autocuidado es la capacidad de decir "no". Cuando alguien nos pide algo que no tenemos energía para hacer, tenemos todo el derecho a negarnos. Esto no tiene por qué ser duro o carecer de compasión, sino que puede hacerse con amabilidad. Por ejemplo, si tu compañero de casa o un ser querido te pregunta si quieres ir de excursión, y realmente no quieres, puedes decir: "Muchas gracias por la invitación, pero ahora mismo no me siento con energía para ir de excursión. Pero te agradezco mucho que quieras pasar la tarde conmigo. Te quiero". Por supuesto, ¡encuentra las palabras que sean más auténticas para ti!
Cualquier asunto no resuelto o preocupación que tengamos en nosotros mismos o con los demás es probable que se acentúe cuando atravesamos momentos de estrés. Ser consciente de ello es un paso importante para practicar la compasión hacia ti mismo y hacia los demás. Elegir ver esto como una oportunidad para crecer y desarrollarte personalmente es un gran paso siguiente. Una vez que practiques más la amabilidad contigo mismo y estés dispuesto a crecer, intenta sentarte y mantener una conversación abierta y sincera con tus allegados sobre tu experiencia.
Es esencial mantener una comunicación abierta y sincera con las personas con las que compartimos espacio. Prueba a invitar a tu familia o compañeros de piso a reunirse un día a la semana para compartir cualquier necesidad emocional, mental y física. Invita a todos a practicar la escucha activa, sin juzgar en absoluto y proponiendo medidas para satisfacer las necesidades expresadas por cada persona.
autocuidado no consiste sólo en cuidar de nuestro físico, sino también de nuestras necesidades mentales, emocionales y espirituales. Desarrollar el hábito de autocuidado requiere tiempo y compromiso, y aunque no tiene por qué llevar horas y horas, sí requiere dedicarle un rato al día. autocuidado también es bioindividual: lo que a una persona le resulta calmante y relajante puede no serlo para otra.