Laura Borinsky, Entrenadora de Salud en Nutrición Integrativa, Editora Colaboradora de IIN

El verano significa más tiempo al sol, ¿y a quién no le gusta un bonito resplandor veraniego? Pero encontrar el protector solar adecuado es clave para tomar vitamina D de forma segura. Ya sabemos que es importante proteger la piel de los rayos dañinos, pero no todos los protectores solares son iguales. El primer paso al comprar protección solar es comprender cómo funcionan los distintos protectores solares.

Hay dos tipos de protectores solares: minerales y químicos. Los protectores solares minerales te protegen de los rayos UV nocivos al asentarse sobre la piel. Los protectores químicos penetran en la piel para absorber esos rayos. Probablemente puedas adivinar cuál es mejor para ti. 

A continuación te indicamos algunas cosas que debes tener en cuenta al comprar un protector solar: 

En qué fijarse: 

• Amplio Espectro: Esto significa que el protector solar protege tanto de los rayos UVB como de los UVA. Los rayos UVB son los que queman la piel y provocan quemaduras solares, pero los rayos UVA son igual de perjudiciales: penetran más profundamente en la piel y pueden acelerar el envejecimiento. El FPS (factor de protección solar) de un producto te dice cuánto te protege de los rayos UVB; el FPS no te dice cuánto te protege de los peligrosos rayos UVA. Tanto los rayos UVA como los UVB pueden causar cáncer de piel. Aunque no salgas de la playa con una quemadura solar, los rayos UVA pueden causar daños importantes, por lo que es mejor que te asegures de estar protegido frente a ambos eligiendo un protector solar de amplio espectro.
  
  
• Ingredientes minerales: El óxido de zinc y el dióxido de titanio son los ingredientes minerales que debes buscar al comprar un protector solar. Protegen contra los rayos UVB y UVA y no se filtran en el torrente sanguíneo. Como actúan asentándose en la superficie de la piel para proporcionar una barrera protectora, empiezan a actuar de inmediato. En cambio, los protectores solares químicos deben aplicarse 20 minutos antes de salir al sol. Además, se sabe que el zinc ayuda a calmar y suavizar la piel.
  
  
• Prefiere la loción al aerosol: Aunque los protectores solares en aerosol parezcan más cómodos, pueden inhalarse fácilmente. Aunque los ingredientes sean seguros sobre la piel, pueden ser nocivos si se inhalan. Además, es menos probable que los protectores solares en aerosol proporcionen una capa gruesa y uniforme sobre la piel. 

Qué evitar:

• Ingredientes químicos sintéticos: Los protectores solares más comunes pertenecen a la categoría de protectores solares químicos y actúan penetrando en tu piel y absorbiendo los rayos solares. Entre los ingredientes sintéticos más comunes están la oxibenzona, el octinoxato, la avobenzona, el octisalato, el octocrileno y el homosalato. Básicamente, si no puedes pronunciarlo, probablemente no deberías enjabonarte la piel con él. No sólo es más probable que estos ingredientes provoquen reacciones alérgicas en la piel, los estudios han demostrado que pueden alterar gravemente tus hormonas. Además, son malos para el medio ambiente. Dos de estos ingredientes, la oxibenzona y el octinoxato, han sido recientemente prohibidos en Hawai porque son muy perjudiciales para el arrecife de coral.
  
  
• La vitamina A: Es posible que conozcas la vitamina A, o palmitato de retinol, , un ingrediente que se utiliza a menudo en productos para el cuidado de la piel por sus beneficios antienvejecimiento. Aunque funciona muy bien como crema de noche (y siempre debe ir seguida de protección solar al día siguiente), el retinol no es algo que quieras ponerte en la piel mientras te preparas para tomar el sol. La investigación demuestran que los protectores solares que contienen vitamina A pueden acelerar el crecimiento de lesiones y tumores.
  
  
• Desconfía de todo lo que tenga un FPS superior a 50: como ya sabes, el FPS sólo describe la protección de un producto frente a los rayos UVB, que son los que provocan las quemaduras solares. Por tanto, aunque no te quemes con un FPS más alto, no te proteges necesariamente de los rayos UVA, que penetran más profundamente en la piel. Un FPS más alto también puede darte una falsa sensación de seguridad, haciendo que sea menos probable que te vuelvas a aplicar regularmente. 

En caso de duda, comprobar Grupo de Trabajo Medioambiental encontrarás una lista de protectores solares seguros que puedes aplicar -y volver a aplicar- durante todo el verano.