Seis maneras de adaptar tus entrenamientos al cambio de estación
Hemos disfrutado del verano, con nuestros entrenamientos HIIT al aire libre, los días de piscina, las clases de yoga en el parque y los paseos familiares después de cenar. Tanto si preferías entrenar temprano por la mañana como tarde por la noche para combatir el calor, aprovechar el tiempo veraniego era la excusa perfecta para salir al aire libre.
Los entrenamientos al aire libre no sólo son una forma estupenda de pasar más tiempo al aire libre, sino que la abundante luz del sol puede ayudar a aumentar la serotonina, una de las "hormonas de la felicidad". Unos niveles más altos de serotonina están relacionados con un mejor estado de ánimo y una menor ansiedad. Sumergirse en las horas prolongadas de sol del verano también puede ayudar a las personas con depresión, sobre todo a las que padecen trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión relacionada con los cambios de estación.
Durante el verano, puede que te sientas más motivado para hacer ejercicio, ya sea porque deseas lucir un determinado aspecto en bañador o porque te resulta más fácil entrenar porque los días son más largos. Sea cual sea tu motivación para hacer ejercicio, es fundamental que intentes ser constante aunque los días sean más cortos y el tiempo más fresco.
No temas: ¡tu rutina de ejercicios puede mantenerse e incluso mejorar si te trasladas al interior! Llevar tu entrenamiento al interior tampoco tiene por qué significar gastar mucho dinero en equipos o clases. Sólo es cuestión de decidir qué es lo que mejor se adapta a ti y a tus objetivos.
Si vives en un estado donde hay sol y hace calor todo el año, puedes seguir con tu rutina de entrenamiento tal como está. Pero si ya estás sacando los cárdigans del armario y preparándote para sacar las botas de nieve, vamos a explorar cómo puedes hacer una transición perfecta de tus entrenamientos al interior.
1. Ve al gimnasio
Debido al COVID-19, muchos gimnasios y estudios de fitness tienen límites en el número de clientes permitidos en sus instalaciones. Si no te has aventurado a ir a un gimnasio desde principios de 2020, ahora puede ser el momento de volver. Si buscas un nuevo gimnasio, empieza por pedir recomendaciones a amigos, familiares o compañeros de trabajo y luego entra en los sitios web de los gimnasios sugeridos. Presta atención a sus políticas de seguridad y distanciamiento social y a sus declaraciones de objetivos, y lee sobre los servicios y clases que ofrecen. Presta atención a cualquier información relativa a los costes mensuales y comprobar a sus políticas de cancelación.
Las cadenas ofrecen un precio más bajo y más locales, pero pueden resultar impersonales e incluso abrumadoras para los recién llegados al gimnasio. Si están disponibles cerca de ti, los gimnasios independientes más pequeños suelen especializarse en tipos de fitness más específicos y ofrecen una experiencia más personalizada gracias a sus entrenadores personales.
2. Haz ejercicio en casa
Hacer ejercicio en casa ofrece la intimidad que algunas personas necesitan cuando hacen ejercicio. Y con una cantidad ilimitada de clases de fitness en streaming, a la carta e incluso gratuitas, puede ser tan completo como el entrenamiento que haces en un gimnasio.
Cuando planeas hacer ejercicio en casa, puede ser fácil sentir la necesidad de comprar el equipo que ves en los gimnasios. Pero no es necesario: si no te gusta correr, comprar una cinta de correr no te animará a que de repente te encante. Sé realista y elige las herramientas que sabes que realmente vas a utilizar. Olvídate de lo que está de moda y céntrate en lo que te dará los mejores resultados en el espacio de que dispones.
Si compras una cinta de correr, una bicicleta estática o una elíptica y vives en un apartamento, asegúrate de invertir en alfombrillas de alta densidad que absorberán el ruido y las vibraciones y protegerán tus suelos.
3. Descarga aplicaciones de fitness
Tanto si tienes aparatos de fitness en casa como si no, una app de fitness puede ser una opción barata para mantenerte en forma dentro de casa. Las aplicaciones de fitness te ofrecen una opción en directo o a la carta con una cuota mensual baja, y a menudo incluyen una prueba gratuita. Estas aplicaciones abarcan toda la gama de modalidades de ejercicio y bienestar, como entrenamiento de fuerza, cardio, yoga, movilidad y meditación, y pueden incluso proporcionar consejos de nutrición. Encuentra las aplicaciones que se adapten a ti, y asegúrate de anotar en tu calendario cuándo termina la prueba gratuita. Mejor aún, busca a un amigo que se una a ti, para que tus entrenamientos sean más divertidos (además de dividir el coste de una suscripción mensual).
4. Únete a una comunidad online
La responsabilidad, la motivación y la constancia son muy importantes a la hora de crear y mantener un programa de ejercicio. Debido a la COVID-19, muchas personas cancelaron su suscripción a gimnasios y clubes de fitness, optando en su lugar por entrenamientos en solitario o por no hacer ejercicio en absoluto.
Si buscas tener esa conexión especial con los demás que aporta el gimnasio -sin hacer ejercicio en un gimnasio-, prueba a unirte a una comunidad online. Hay grupos online basados en la edad, la ubicación y el tipo de ejercicio, así como grupos para madres y para quienes se inician en el fitness. Las personas de estos grupos buscan los mismos objetivos que tú, y pueden animarte y apoyarte en el camino.
5. Trabaja con un profesional
A medida que los días se acortan y muchos de vosotros volvéis a vuestras rutinas diarias anteriores a la pandemia, puede que necesitéis un apoyo adicional para manteneros en el buen camino. Dependiendo de tus objetivos, trabajar con un entrenador personal o un Health Coach puede ofrecerte la motivación, el ánimo y la responsabilidad que necesitas para alcanzar tus metas. Si quieres cambiar tus hábitos alimentarios, los nutricionistas y dietistas diplomados pueden trabajar contigo para crear planes alimentarios personalizados basados en tus necesidades particulares. Cuando busques ayuda profesional, deberás informarte sobre la certificación y la experiencia. ¿Cómo está cualificado este profesional para apoyarte en tu viaje hacia la forma física? Si procede, averigua si tiene conocimientos sobre determinadas áreas de la salud, como la salud de la mujer, las enfermedades autoinmunes o la pérdida de peso. Básicamente, el profesional que elijas, ya sea un entrenador personal o un Health Coach, no debe utilizar un enfoque de "talla única".
6. Utiliza un rastreador de fitness
Los rastreadores de fitness son más populares que nunca, y registran desde los pasos, la distancia total, las escaleras subidas y las calorías quemadas hasta la calidad del sueño, los ciclos menstruales, la frecuencia cardiaca e incluso los niveles de oxígeno. Estos rastreadores suelen llevarse en la muñeca o el tobillo, y ahora hay anillos y accesorios para llevar en la cintura.
Estos wearables son otra forma de mantenerte responsable. Con pequeños recordatorios a lo largo del día, es más probable que alcances tus objetivos diarios y quieras cumplirlos. Si tu rastreador se convierte en una fuente de estrés porque no has alcanzado el recuento de pasos de un día o tu objetivo semanal de ejercicio, probablemente no sea lo mejor para ti.
Cambio de estación, cambio de rutina
El IIN enseña la importancia de Alimentación Primaria, y actividad física es un Alimentación Primaria con el que deberíamos alimentarnos. Mejorar nuestro nivel de actividad ofrece beneficios tanto físicos como emocionales, por lo que es importante incluir algún tipo de movimiento a diario. A medida que cambien las estaciones, tu rutina de ejercicio también se adaptará. Trasladar los entrenamientos al interior no tiene por qué ser estresante: ¡el fitness debe ser divertido! Encuentra lo que mejor se adapte a ti y disfruta del camino.