Seis ventajas de cultivar un huerto en casa (¡y cuatro consejos para empezar!)
¿Qué hay mejor que comprar productos cultivados localmente y de forma sostenible? ¡Cultivarlos tú mismo! Además de proporcionar deliciosas frutas y verduras para tu cocina, cultivar tu propio huerto ofrece una serie de beneficios para la salud.
Seis beneficios de un huerto doméstico
La jardinería puede hacer algo más que proporcionar productos frescos; esta práctica también tiene beneficios mentales, emocionales y Salud física .
1. Construye autoestima
Plantar, cuidar y cosechar un huerto es un trabajo duro, pero al final hay una recompensa tangible. Gran parte de lo que hacemos en la vida no parece tener un final definido: trabajamos y realizamos proyectos, pero no podemos sostener en nuestras manos las presentaciones exitosas.
Trabajar en tu propio huerto y comer alimentos en cuyo cultivo has tenido una influencia directa te hace sentir bien, y centrarte en logros como ése puede ayudarte a construir autoestima. Este impulso de confianza puede traducirse en una mayor confianza en otras partes de tu vida.
2. Favorece la salud del corazón
Gran parte de la jardinería implica niveles de bajos a moderados de actividad física, como labrar la tierra, plantar, arrancar malas hierbas y, por supuesto, recoger tus cosechas. Cualquier actividad que eleve tu frecuencia cardiaca es beneficiosa, sobre todo si puede mantenerse durante un periodo de tiempo, y puede mejorar la salud general del corazón.
3. Reduce el estrés
El estrés puede causar estragos en nuestro cuerpo, pero la jardinería puede ayudar a aliviarlo. Cuando los investigadores analizaron los niveles de cortisol de un grupo de participantes en el estudio, descubrieron que la jardinería reducía los niveles de estrés más rápidamente que otras actividades. Además, puedes cultivar en tu jardín alimentos que reducen el cortisol, como kale, espinacas, aguacates y girasoles (¡para obtener las semillas!).
4. Mejora el estado de ánimo
Las investigaciones han descubierto que la jardinería mejora el estado de ánimo. Cuando las personas pasan tiempo en jardines, tienen significativamente menos ansiedad y menos sentimientos de depresión. En un estudio, personas que sufrían depresión participaron en un club de jardinería durante 12 semanas. En todos los seguimientos realizados, los participantes informaron de "cambios beneficiosos significativos en todas las variables salud mental " durante y después del ejercicio.
5. Ahorra en gastos de alimentación
Aunque los costes iniciales pueden aumentar, cultivar tus propios productos ahorra costes a largo plazo. Con la subida de los precios de los alimentos, muchas familias buscan formas de reducir la factura de la compra. Un paquete de semillas puede costar desde menos de un dólar hasta unos 10 dólares, con la posibilidad de cultivar docenas de frutas y verduras individuales en cada paquete.
6. Aumenta tu vitamina D
Nuestro cuerpo necesita vitamina D, y la principal forma de obtenerla es del sol. Una exposición adecuada a la vitamina D beneficia a nuestros huesos y a nuestro sistema inmunitario, y las actividades al aire libre, como la jardinería, son una forma estupenda de tomar suficiente sol. Eso sí, asegúrate de llevar protector solar para proteger tu piel de los rayos UVA y UVB.
Cuatro consejos para empezar un huerto en casa
Empezar un jardín es emocionante, pero requiere un poco de preparación para garantizar el éxito. Cada tipo de planta tiene necesidades específicas, como los intervalos de riego, la exposición al sol, la proximidad a otras plantas y la profundidad de plantación. Investigar un poco antes de empezar puede ayudarte a que tus esfuerzos valgan la pena.
1. Considera cuánto sol necesitará y recibirá tu jardín.
Cada planta necesita una cantidad diferente de luz solar para desarrollarse y puede sufrir tanto por exceso como por defecto de sol directo. Antes de plantar, inspecciona tu jardín para determinar qué zonas reciben sol todo el día, sol parcial o poco sol. A menos que tu jardín no tenga árboles, la mayor parte del terreno disponible se considerará probablemente "sombra parcial", lo que en realidad es beneficioso para la mayoría de los tipos de productos.
2. Investiga tu zona.
Cada región tiene un momento óptimo de plantación diferente, basado principalmente en el clima. Saber en qué "zona de rusticidad" vives influirá en las plantas que elijas y en el momento de plantarlas. Cuanto mayor sea el número de la zona, más cálido será tu clima. Así que si vives en la zona 7, tendrás que seleccionar plantas que prosperen en temperaturas más cálidas. El USDA tiene un mapa interactivo para ayudarte a determinar tu zona de rusticidad.
3. Empieza poco a poco.
Como ocurre con muchas aficiones, es fácil dejarse llevar por las imágenes que ofrecen las redes sociales de jardines enormes y exuberantes en hectáreas de terreno. La verdad es que la mayoría de nosotros no tenemos tiempo, recursos ni ganas de crear un jardín gigante. En lugar de eso, empieza poco a poco, con un par de plantas a cuyo cuidado sepas que puedes dedicar el tiempo adecuado y que sepas que vas a comer. ¡No contribuyas al desperdicio de alimentos porque quieras buenas fotos de Instagram!
Si trabajas con un espacio limitado, como en un apartamento o una casa adosada, tienes que pensar y empezar poco a poco. Cuando se trata de espacios reducidos, la jardinería en contenedores es una gran opción. La jardinería en contenedores consiste en plantar en recipientes, como macetas de terracota o plástico, tarros de cristal, latas recicladas o cualquier recipiente con un drenaje adecuado que sea lo bastante grande para albergar tus plantas.
4. Utiliza semillas o arranques de alta calidad.
Invertir en semillas de mayor calidad o en semillas iniciales (plantas jóvenes vivas) suele merecer la pena. Las semillas baratas pueden estar mezcladas con variedades de baja calidad y la mayoría de las veces no son ecológicas. Las semillas son más baratas que las plantas individuales, pero si no germinan, habrás perdido tiempo y dinero y no tendrás nada que demostrar por tu duro trabajo. Gastar el dinero extra se traduce en mayor calidad y cantidad cuando llega el momento de la cosecha.
Lo esencial
Decorar tu casa con plantas de interior es estupendo, y puedes dar un paso más plantando tu propio huerto casero. No hay nada como ver un jardín lleno de productos frescos cultivados con tus propias manos.
La jardinería no sólo es buena para tu salud mental : también puede beneficiarte físicamente. Frutas y verduras de mayor calidad, más tiempo al aire libre y la sensación de logro cuando cosechas tus propios alimentos no tienen comparación.