Socio del IIN, Nature's Sunshineson los pioneros de las hierbas encapsuladas y llevan más de 50 años trabajando para crear los suplementos naturales para la salud más eficaces del mundo, utilizando la ciencia y la innovación líderes del sector.
Los pasillos de las farmacias están llenos de medicamentos y suplementos que ayudan a combatir los mocos y los dolores de garganta. Aunque son herramientas poderosas para ayudar a tu cuerpo a combatir gérmenes e infecciones, hay muchas alternativas para mantener a raya las enfermedades y reforzar el sistema inmunitario de forma natural.
Todos hemos estado enfermos, ya fuera un pequeño bicho que provocaba tos o un bicho que te tuvo postrado en cama una semana. Pero, ¿por qué? Sumerjámonos en cómo funciona el sistema inmunitario para saber cómo apoyarlo mejor.
Tu respuesta inmunitaria es un sistema complejo e intrincado que lucha por mantener el cuerpo equilibrado y sano. El sistema inmunitario está formado por varios órganos, tejidos y estaciones repartidos por todo tu cuerpo, y cada uno tiene una función específica de patrullar y proteger contra los agentes patógenos. La inmunidad se divide en dos partes: inmunidad innata e inmunidad adaptativa.
La inmunidad innata es con la que naces, y no es específica de los gérmenes, microbios y otras sustancias que combate. Las barreras físicas actúan inmediatamente como primera línea de defensa contra las sustancias nocivas. La piel, el pelo, las mucosas y las membranas pueden desviar los microbios con los que entramos en contacto a diario.
La parte interna de la inmunidad innata consiste en células programadas para luchar contra los intrusos que puedan entrar en el cuerpo. Algunos de estos guardianes son los glóbulos blancos y las citoquinas. Los glóbulos blancos se desplazan a los focos de infección cuando detectan un invasor extraño. Las citocinas son mensajeros químicos que comunican los síntomas de sentirse enfermo e inducen la fiebre.
No te alarmes cuando tengas fiebre; ¡es una señal de que tu cuerpo está trabajando para curarse! Una temperatura interna de 37,8-38,9 °C (100-102 °F) proporciona a tus células un entorno de trabajo ideal y dificulta la supervivencia de bacterias y agentes patógenos.
Nota: La mayoría de las fiebres desaparecen por sí solas en pocos días. Pero si la fiebre supera los 38 °C o dura más de tres a cinco días, debes buscar atención médica.
La inmunidad adaptativa se desarrolla con el tiempo y es específica de los gérmenes a los que estamos expuestos. Este tipo de inmunidad toma el relevo si la respuesta innata es incapaz de destruir al invasor. La responsabilidad del sistema adaptativo es detener la infección actual y proporcionar inmunidad contra la reinfección con células de memoria. Por ejemplo, si has tenido varicela, tienes prácticamente garantizada la inmunidad frente a otra infección gracias al sistema inmunitario adaptativo.
La inmunidad adaptativa también es responsable de controlar las alergias. Los anticuerpos liberan histaminas y desencadenan la respuesta inflamatoria para ayudar a controlar el antígeno. Por eso suelen producirse reacciones como estornudos, erupciones cutáneas e hinchazón cuando luchamos contra una alergia.
Los órganos y tejidos de todo el cuerpo constituyen el sistema inmunitario. Algunos son estaciones de producción de células inmunitarias, otros albergan células inmunitarias y otros actúan como centros de mensajería. Cuatro lugares clave para el sistema inmunitario son el intestino, la médula ósea, los ganglios linfáticos y el bazo.
Alrededor del 70% de las células inmunitarias se localizan en el intestino, por lo que es fundamental para el sistema inmunitario.
"El microbioma y el sistema inmunitario están críticamente entrelazados", afirma el doctor Jonathan Jacobs, profesor de enfermedades digestivas de la UCLA. "Lo que está presente en el intestino determina la educación que reciben las células inmunitarias".
Y si el revestimiento del estómago está dañado, más toxinas y microbios pueden deslizarse a través de la membrana y llegar al torrente sanguíneo.
Todas las células con función inmunitaria se fabrican a partir de células madre en la médula ósea. Dependiendo de la identidad de la célula, permanecerá en la médula ósea o viajará a su nueva base. Las células B, encargadas de fabricar anticuerpos, permanecen en la médula ósea hasta que se las llama. Las células T, utilizadas en la respuesta adaptativa, viajan al timo para madurar.
Estos tejidos llenos de células inmunitarias están repartidos por todo el cuerpo. Puedes encontrar ganglios linfáticos en el cuello, las axilas, la ingle y a lo largo del tubo digestivo. Cuando reciben una señal, se agrandan para convertirse en centros de replicación de células inmunitarias. Los ganglios linfáticos también actúan como filtro de toxinas y agentes patógenos.
El bazo desempeña un papel importante en un sistema inmunitario sano. Actúa como filtro de la sangre circulante y criba las células sanguíneas dañadas y los patógenos. Si las células contienen patógenos, los macrófagos destruyen las células no sanas. Este órgano también alberga glóbulos blancos y plaquetas, listos para ayudar en caso de infección. Aunque el funcionamiento del bazo es importante para combatir las infecciones, puedes llevar una vida sana sin él.
Muchos factores contribuyen a debilitar el sistema inmunitario. Los recién nacidos y los niños pequeños son más susceptibles a las enfermedades debido a una respuesta inmunitaria adaptativa en desarrollo. Del mismo modo, a medida que envejecemos, nuestro cuerpo se vuelve menos eficiente y no puede combatir tan bien las infecciones. Estate atento a las señales de tu cuerpo cuando necesite una recarga. Algunas de ellas pueden ser
No siempre son indicadores de que tu inmunidad esté baja. Presta atención a cómo te sientes a diario e incorpora hábitos saludables para fortalecer tu sistema inmunitario.
Antes de echar mano del botiquín, hay muchas formas naturales de mantener y reforzar tu sistema inmunitario. En primer lugar, si enfermas, deja que la fiebre pase por sí sola. Puede ser tentador tomar un antifebril como el ibuprofeno a la primera señal de aumento de la temperatura, pero es mejor dejar que tu respuesta inmunitaria siga su curso natural mientras no corras riesgos.
Reforzar tu inmunidad puede ser tan sencillo como dormir ocho horas cada noche o comer más fruta y verdura. He aquí seis refuerzos inmunitarios naturales que puedes incorporar fácilmente a tu estilo de vida a cualquier edad.
Pero no en forma de Skittle. Una dieta variada y colorida proporciona a tus células vitaminas y nutrientes esenciales para optimizar su crecimiento y funcionamiento. Intenta poner en tu plato tantos colores de origen natural como puedas. Esto significa comer cereales integrales, frutas y verduras frescas, grasas saludables y carne magra, y evitar el exceso de alcohol y azúcares refinados. Incluye alimentos que hayan estado "vivos" recientemente. La transición a una dieta equilibrada no es tan intimidante como podrías pensar, y siempre puedes incorporar algunos de los suplementos más vendidos de Nature's Sunshine*:
actividad física se ha demostrado que reduce el riesgo de enfermedad al promover la actividad de los glóbulos blancos para detectar agentes patógenos. Además de mover las células inmunitarias por el cuerpo, el ejercicio puede prolongar la presencia de las células inmunitarias hasta varias horas después de completar la actividad. Se recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada cada semana. Es tan sencillo como
Aumento de la frecuencia cardíaca = aumento del flujo sanguíneo
Aumento del flujo sanguíneo = más células inmunitarias circulando por el torrente sanguíneo
Más células inmunitarias en movimiento = más filtración del bazo
Aunque es importante mover el cuerpo, asegúrate de no trabajar en exceso. Debes evitar entrenar cuando te encuentres mal o tengas una lesión, ya que esto puede empeorarla. Encuentra formas de moverte que funcionen para ti. Puede ser tan sencillo como un paseo de 20 minutos o una sesión de entrenamiento de una hora. Combinado con una dieta sana, el ejercicio es una forma estupenda de mantener tu cuerpo sano y preparado para luchar contra las infecciones.
Descansar bien por la noche es posiblemente lo más importante que puedes hacer para que tu sistema inmunitario funcione correcta y eficazmente. El sueño rítmico proporciona a tu cuerpo el cariño que necesita para recuperarse cada día. Es mejor ser proactivo que reactivo cuando se trata del sueño.
El Dr. Neale R. Lange recomienda dormir al menos ocho horas cada noche, y potencialmente más si estás luchando contra una infección.
"Cuanto peor o más fragmentado sea tu sueño", dice Lange, "mayor será tu estado inflamatorio en reposo, y la inflamación aumentada sólo te pone más en riesgo de que surjan complicaciones de la enfermedad".
La vitamina D, la vitamina del "sol", puede hacer maravillas por tu inmunidad, al apoyar tanto el sistema innato como el adaptativo. La producción de vitamina D se inicia con la exposición a los rayos UVB del sol. Durante el verano, obtener tu dosis diaria de vitamina D es fácil: basta con pasar una hora o así al aire libre (con protección solar, por supuesto). Las temperaturas más frías traen menos luz solar, por lo que la vitamina D es más difícil de obtener en invierno.
"La luz solar del invierno no tiene suficiente componente UVB, que es esencial para la síntesis de la vitamina D", afirma el Dr. Antony Young. "A efectos prácticos, en invierno no se puede fabricar vitamina D en climas fríos".
Si vives en climas más fríos, donde la vitamina D no está fácilmente disponible durante el invierno, intenta obtener tu vitamina "solar" de los alimentos.
Los pescados de agua dulce, como la trucha arco iris y el salmón, tienen un alto contenido en vitamina D y aportan 645 UI y 383-570 UI, respectivamente. ¿No tienes paladar para el pescado? Puedes encontrar leche y zumos enriquecidos con vitaminas, concretamente con vitamina D.
¿Sabías que el estrés puede debilitar el sistema inmunitario? El cuerpo responde al estrés liberando la hormona cortisol. El cortisol suprime el sistema inmunitario reduciendo el número de linfocitos e inhibiendo la actividad de los glóbulos blancos. Si el estrés no controlado forma parte de tu estilo de vida diario, tu cuerpo empezará a adaptarse aceptando los altos niveles de cortisol como una nueva normalidad. Dedica tiempo a ser consciente de los desencadenantes del estrés o de los pensamientos estresantes y evítalos si puedes. La próxima vez que te sientas abrumado, prueba estas actividades:
Mantén las manos limpias lavándolas o desinfectándolas con regularidad. Es uno de los pasos más fáciles para mantener los agentes patógenos alejados de nuestro cuerpo. Si te tocas la cara con frecuencia, ¡este paso es especialmente importante para ti! Los gérmenes suelen entrar en el cuerpo cuando nos tocamos los ojos, la boca y la nariz. Desinfectar las superficies muy transitadas es igualmente importante. Párate a pensar en la última vez que desinfectaste el teléfono, el teclado del ordenador o la encimera de la cocina. Tener a mano desinfectante de manos y toallitas desinfectantes puede ayudar a reducir tu contacto con los gérmenes.
La complejidad del sistema inmunitario es sólo un ejemplo de lo inteligente que es el cuerpo. Encuentra la curación dentro del cuerpo, mediante la comida, el movimiento y la naturaleza. La próxima vez que empieces a sentirte indispuesto, ¡prueba algunos de estos consejos naturales!
¿Te interesa saber más sobre Nature's Sunshine? Ahora están dando la bienvenida a todos los estudiantes y graduados del IIN para que se unan a su programa de embajadores de marca, ¡y hasta ahora se han unido más de 300! No sólo formarás parte de una comunidad de personas con ideas afines, sino que seguirás sanando el mundo con el poder de la naturaleza. Cuando solicitas ser embajador de Nature's Sunshine, algunas de las increíbles ventajas son:
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Alexa es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Boston y se graduó en el Programa de Formación de Entrenadores de Salud del IIN. Tras perder a su padre a causa de un cáncer cerebral en 2018, Alexa dejó la industria de la moda para dedicarse a la salud y el bienestar, una actividad más satisfactoria y fortalecedora carrera profesional .
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