Cómo los coaches de salud pueden llenar los vacíos de la salud pública
Sólo en 2019, Estados Unidos gastó 3.8 billones de dólares en asistencia sanitaria. Desde la pandemia de COVID-19, la necesidad de renovar el enfoque de la salud pública de nuestra nación es más evidente que nunca. Nuestros métodos actuales de prestación de servicios sanitarios sólo sirven para tratar las enfermedades después de que surjan y esta estrategia ha demostrado ser ineficaz. Nuestro sistema de atención de la salud necesita una revisión, empezando por aplicar enfoques de cuidado que prevengan las enfermedades crónicas relacionadas con el estilo de vida y mejoren la salud pública en general.
En la actualidad, siete de las 10 principales causas de muerte en Estados Unidos son enfermedades crónicas y se cree que seis de cada 10 adultos padecen al menos una enfermedad crónica. Uno de los riesgos críticos de las enfermedades crónicas en la Estados Unidos es la mala alimentación. Los estudios demuestran que adoptar comportamientos más saludables reduce significativamente el riesgo de enfermedad y muerte por enfermedades crónicas como la obesidad.
Mi experiencia personal trabajando como coach de salud en una escuela pública
La obesidad infantil es una preocupación creciente, tanto en Estados Unidos como en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud califica la obesidad infantil de "uno de los problemas de salud pública más graves del siglo 21". Entre 2017 y 2018, la obesidad afectó aproximadamente a 14.4 millones de niños de entre 2 y 19 años, y esta cifra sigue aumentando. La obesidad es una epidemia que no va a desaparecer pronto.
Los niños pasan la mayor parte de su tiempo en un entorno escolar, lejos de casa y de sus familias. Sabemos que muchos sistemas escolares no tienen necesariamente en mente la salud y el bienestar, desde la falta de almuerzos escolares de calidad hasta un tiempo mínimo al aire libre para actividad física. Si las escuelas aplicaran protocolos de salud y bienestar para los niños desde una edad temprana, esos niños podrían llevarse esos nuevos hábitos a casa. Los niños aprenden por repetición, y con lecciones sobre cómo llevar un estilo de vida sano, así como con opciones de comida sana en la escuela, los niños pueden comprender mejor los beneficios de una vida y una alimentación sanas. Contar con coaches de salud en las escuelas puede ayudar aún más a los niños a hacer elecciones alimentarias más inteligentes y a prevenir y combatir las enfermedades crónicas.
Recuerdo haber conocido a una colega coach de salud durante mi etapa como voluntaria en un instituto público. Era la directora de asuntos estudiantiles y le gustaba combinar clases mensuales de educación nutricional junto con la educación física tradicional. ¡Los alumnos estaban realmente interesados y querían saber más sobre nutrición! El instituto estaba situado en un desierto alimentario, lo que dificultaba el acceso de los alumnos a opciones saludables. Juntos, solicitamos subvenciones para proporcionar gratuitamente a los alumnos refrigerios más sanos durante toda la jornada escolar. Cuando recibimos la financiación, los alumnos se mostraron muy agradecidos por nuestro compromiso con su bienestar.
Cómo los coaches de salud pueden influir positivamente en sus comunidades
Los coaches de salud ayudan a las personas a mejorar su salud y las capacitan para adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para tomar mejores decisiones. Además de ofrecer coaching privado o trabajar dentro de un grupo de médicos holísticos, los servicios de los coaches de salud se utilizan cada vez más en espacios de salud pública. Un número creciente de consultas médicas, centros de bienestar, consultas de salud alternativa e incluso hospitales están reconociendo los beneficios fundamentales del coaching de salud y la salud holística.
En Estados Unidos, especialmente, es pertinente ahora más que nunca contar con un modelo de atención que prevenga las enfermedades crónicas y no se centre sólo en el tratamiento. Los coaches de salud pueden ser fieros defensores de sus comunidades al ver de primera mano dónde son más necesarios sus servicios, como en las escuelas, y cómo pueden ayudar a llenar los vacíos dejados por la medicina tradicional y cuidado de la salud.
He aquí algunas formas más en que los coaches de salud pueden desempeñar un valioso papel en sus comunidades:
- Capacitar a las personas para la autoeficacia (la comprensión y la confianza para llevar a cabo comportamientos saludables) en casa, en el trabajo y en la escuela
- Ayudar a establecer objetivos y proporcionar apoyo a lo largo del camino para analizar lo que deben hacer, motivarles y ayudarles a encontrar soluciones para los problemas que puedan tener los clientes.
- Proporcionar formas holísticas de prevenir las enfermedades crónicas en lugar de limitarse a tratarlas, como dietas especializadas, entrenamientos específicos y diferentes tácticas para afrontar el estrés.
- Apoyar el desarrollo de hábitos alimentarios saludables al capacitarlos en nutrición
¡Imagina el impacto en la salud pública si todo el mundo tuviera acceso a un coach de salud siempre que lo necesitara! Desde saber cómo encontrar alimentos nutritivos en cualquier supermercado y cómo influye la comida en el bienestar físico y mental hasta cómo afectan a la salud el ejercicio, el medio ambiente y nuestro relaciones, los coaches de salud pueden crear un efecto dominó inmenso en sus comunidades.
La investigación ha demostrado el valor de coaching de salud para el tratamiento de enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad y la hipertensión, proporcionando a las personas conocimientos sobre cómo mejorar su calidad de vida y crear cambios de estilo de vida sostenibles a largo plazo. Los coaches de salud desempeñan un papel importante a la hora de aliviar el estrés que las enfermedades crónicas suponen para nuestro sistema sanitario, ya sea trabajando individualmente con un cliente o en una consulta de atención primaria.
Publicado: Junio 8, 2024
Actualizado: Noviembre 6, 2024