¿Cómo me quiero a mí mismo? 13 pasos para el amor propio
Quererte a ti mismo es una de las cosas más difíciles que aprenderás a hacer. Cuando nos queremos a nosotros mismos, nos ayuda a sentirnos lo mejor posible. Cuando nos sentimos lo mejor posible, tenemos más que dar a los demás, nos sentimos más seguros de nosotros mismos y nos sentimos capacitados para vivir nuestra mejor vida.
Quererse a uno mismo con autenticidad puede que no sea algo natural para muchos de nosotros, pero hay pasos que podemos dar para iniciar ese proceso.
¿Cómo me quiero a mí mismo? 13 pasos para el amor propio
1. Deja de intentar ser perfecto.
Cuando te das cuenta de que todo el mundo se enfrenta a algotambién te resultará más fácil enfrentarte a tus problemas. Recuerda: Nadie es perfecto. Cambiar tu mentalidad y aprender a no compararte con los demás permite el crecimiento y el desarrollo personales (y la paz mental).
2. Dedica tu tiempo intencionadamente.
Quedarse atrapado en la rutina de la vida -desde el trabajo y el hogar hasta la familia y las finanzas- puede resultar monótono. Si dedicas tu tiempo intencionadamente, puedes centrarte en vivir cada parte de tu vida con un propósito. Esto puede consistir en estar más presente cuando cocinas y comes, saboreando cada bocado, o en establecer mejores límites en tu vida para que puedas dedicarte tiempo a ti mismo si lo deseas.
3. Aprende a decir "no".
A veces nos centramos en lo que hacemos para hacer felices a nuestros amigos y familiares y acabamos descuidándonos a nosotros mismos. Si no te cuidas a ti mismola forma en que cuidas de los demás se resentirá. Como dice el refrán: "No puedes servir de una taza vacía".
Los límites son una forma esencial de amor propio porque demuestran a la gente que tú (y tu tiempo y energía) merecéis y esperáis ser respetados. Decir no significa que estás anteponiendo tus necesidades a las de los demás.
4. Practica la gratitud.
Tener gratitud es una de las formas más sencillas de centrarse en lo bueno de la vida cotidiana. Llevar una vida cotidiana (y experimentar todos los factores estresantes que conlleva) puede no dejar espacio para reflexionar sobre lo buenas lo buenas que son las cosas en tu vida. Intenta encontrar tres cosas por las que estés agradecido al final de cada día y escríbelas en un diario. En los momentos difíciles, reflexiona sobre estos aspectos positivos, por pequeños que parezcan.
5. Céntrate en la alimentación.
En lugar de ver la comida como puro sustento, considera la comida que comes como un acto de amor propio y autocuidado. Cuando cambies tu mentalidad y pienses en la comida como alimento, te sentirás más atraído a elegir alimentos que sean buenos para ti y que te gusten, lo que repercutirá positivamente en tu salud mental y Salud física ¡más de lo que imaginas!
6. Siente tus sentimientos.
Reconocer tus sentimientos es algo saludable, tanto si piensas que son buenos, malos, apropiados o inapropiados. No rehúyas sentimientos incómodos como la ira: Negarlos es negar una parte de tu auténtico yo. La investigación psicológica demuestran que la evitación emocional puede aumentar el estrésansiedad, depresión e incluso manifestaciones físicas negativas. Si te permites expresar las emociones negativas de un modo seguro, respetuoso y sano, esas emociones se vuelven menos destructivas. Siente tus sentimientos y avanza lo mejor que puedas.
7. Mueve tu cuerpo.
El ejercicio es una forma de Alimentación Primariade IIN que se refiere a todo lo que se encuentra fuera de tu plato que te nutren, y el ejercicio libera endorfinas. Encontrar una actividad que te guste, aunque no seas "el mejor" en ella, es una forma estupenda de asegurarte de que te mueves con regularidad. Además de ser bueno para tu Salud física, se ha demostrado que el ejercicio previene enfermedades crónicas, reduce el riesgo de infecciones y mejora salud mental y la claridad al aumentar los niveles de serotonina.
Ya sea un paseo a paso ligero cada mañana o tarde, o un régimen completo de ejerciciomover el cuerpo es una gran forma de autocuidado.
8. Pide ayuda.
La sociedad nos ha enseñado que tenemos que ser completamente autosuficientes, o de lo contrario nos tachan de codependientes o necesitados. Si de verdad lo estás pasando mal y eso afecta a tu vida diaria, no te avergüences de recurrir a los demás. Pedir ayuda no es una debilidad, es una fortaleza. Recurrir a un amigo en quien apoyarse o buscar ayuda profesional es una forma excelente de amor propio. La vida es dura, y no se espera que pases por ella sola.
9. Invierte en el sueño.
Pasas casi un tercio de tu vida durmiendo, ¡así que invierte en ello! Mejora tu salud del sueño puede reducir la sensación de ansiedad, ayudarte a pensar con más claridad durante el día, permitirte controlar el estrés y ayudarte a controlar el apetito. Invertir en un sueño de calidad puede ser lo mejor que puedas hacer por ti mismo.
Limitar cafeína y la luz azul, hacer ejercicio con regularidad y mejorar tu entorno de sueño pueden contribuir a optimizar la salud del sueño. Prueba algunas de las sugerencias del personal del IIN para salud del sueño.
10. Abraza a tu niño interior.
Ser adulto puede ser mucho más duro de lo necesario si no abrazas a tu niño interior de vez en cuando. Piensa en cómo eras de niño. ¿Eras curioso? ¿Aventurero? Haz las cosas que desearías haber podido hacer cuando eras joven. Lanza un poco la inhibición al viento: salta en los charcos, cómprate una máquina de karaoke o baila tu música favorita lo más desenfrenadamente posible. Tratar amablemente a tu niño interior es tratarte amablemente a ti mismo.
11. Evita las comparaciones.
Compararte a ti mismo y tu trayectoria con la de otras personas es un hábito difícil de abandonar. Cuando la vida de los demás parece tan perfecta (sobre todo en las redes sociales), puede ser fácil comparar tu situación con la de los demás. Pero no conoces toda su historia ni su trayectoria: es probable que hayan tenido tantos altibajos como tú. Mirar a los demás en busca de inspiración está bien, pero evita comparar tu vida con la de los demás.
12. Estate presente en el momento.
Estar presente significa que estás centrado y ocupado en lo que está ocurriendo ahora, sin pensar en el pasado ni preocuparte por el futuro. Puedes estar físicamente presente sin estarlo emocionalmente, y eso suele ocurrir cuando estás estresado, ansioso e incluso aburrido. Cuando necesites estar plenamente presente en un momento, haz una pausa, cierra los ojos y haz unas cuantas rondas de respiraciones purificadoras. Prueba la respiración en caja - inhala cuatro veces, mantén la respiración cuatro veces, exhala cuatro veces, mantén la respiración cuatro veces y repite la operación dos o tres veces. Imagina que dibujas una caja cada cuatro cuentas.
13. Sé sincero contigo mismo.
A veces es más fácil hacer la vista gorda ante nuestros problemas que afrontarlos cara a cara. Ignorar los problemas no los arregla, sólo permite que crezcan: lo que empezó como un pequeño problema puede convertirse en un problema mucho mayor. Si no somos honestos no podemos esperar aprender y crecer como personas. Debemos estar dispuestos a reconocer la realidad de nuestra situación antes de poder cambiarla.
Quererte a ti mismo, más fácil
Incorporando estos consejos, quererte a ti mismo puede convertirse en una parte rutinaria de ¡ti! Al fin y al cabo, eres la persona más importante de tu vida: trátate como te gustaría que te trataran. Tu relación contigo misma es la más larga, importante e íntima que jamás tendrás. Ésta no es en absoluto una lista completa de cómo quererte a ti mismo. Si tienes dificultades para quererte a ti mismo, asegúrate de hablar con un profesional de salud mental para obtener un apoyo más individualizado.
Cada uno de nosotros tiene necesidades, puntos fuertes y puntos débiles individuales cuando se trata de nutrirnos con alimentos primarios, lo que llamamos bioindividualidad : lo que funciona para una persona no funcionará para otra, desde la comida hasta el ejercicio y todo lo demás. Conoce estos conceptos y otros más consultando el Programa de Formación de Entrenadores Sanitarios del IIN Guía Curricular.