Ser madre de ti misma es el acto de satisfacer como adulta las necesidades emocionales y físicas que no se atendieron cuando eras niña. Se trata de abordar las carencias de apoyo emocional y físico de la infancia y darte cuenta de cómo ese trauma se traduce en lo que eres como adulto.
La automaternidad es una forma de curar a tu niño interior y puede ser un tema que la gente discuta con entrenadores de vida y profesionales de salud mental . Esto no quiere decir que no puedas emprender este viaje por tu cuenta, pero tener a alguien que actúe como caja de resonancia y como tercero independiente también tiene sus ventajas. Sea como sea que emprendas el proceso, aprender a ser madre de ti misma puede mejorar tu relación con los demás y contigo misma.
Idealmente, recibimos amor y apoyo de nuestros padres durante la infancia, pero no siempre es así. Sea cual sea el motivo, esta ausencia de amor, comprensión y sentimiento de valoración por parte de nuestros padres desempeña un papel importante en cómo nos tratamos a nosotros mismos y cómo actuamos en nuestra propia relaciones.
Hay formas de aprender a ser madre como adultos y mejorar nuestra relación con los demás y con nosotros mismos. Aprender a ser madre es una forma de autocuidado radical y puede parecer una tarea desalentadora. Dividir el proceso en pequeños pasos puede ayudar a aliviar parte de la ansiedad que sentimos al emprender una aventura tan monumental.
autocuidado es una expresión de amor propio, y al contrario de lo que puedas ver en Instagram, no tiene por qué implicar baños de burbujas y paseos por la naturaleza. autocuidado incluye la forma en que comes, la calidad de tu sueño, los entornos en los que te sitúas, la página relaciones en la que gastas tu energía y la forma en que te hablas a ti misma. Hacer de autocuidado una prioridad significa ponerte a ti mismo y a tus necesidades por encima de las de los demás, lo que tendrá un aspecto diferente para cada persona.
"Las emociones son una respuesta natural a nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias fisiológicas", dice Sara Wener, licenciada en IIN y Health Coach en Nutrición Integrativa. "Cuando no reconciliamos nuestros sentimientos ni permitimos que se expresen, quedan atrapados en nuestra mente y nuestro cuerpo, haciéndonos gastar enormes cantidades de energía". Cuando escuchas a tu cuerpo, incluida la forma en que se manifiestan tus emociones, te permite establecer una conexión más fuerte contigo mismo, porque comprenderás mejor cómo gestionar tus emociones de la forma que mejor te convenga. Esto dará lugar a una relaciones más sana, ¡tanto con los demás como contigo mismo!
La alimentación es algo más que lo que comes, pero este aspecto también es importante. Encuentra qué alimentos alimentan tu cuerpo y te hacen sentir bien en lugar de comer lo que es popular, lo que está de moda o lo que crees que deberías comer. Este es el concepto central del IIN, bioindividualidad, que se refiere al hecho de que todos somos únicos y necesitamos cosas diferentes, incluidos los alimentos que comemos, para prosperar. Descubre qué formas de comer funcionan mejor para ti.
Nutrirse también significa nutrir tu alma. Puede ser a través de la meditación, la danza, la pintura... cualquier cosa que te haga sentir vivo. Este es el concepto central del IIN Alimentación Primaria. Desde la satisfacción en tu carrera profesional y relaciones hasta sentirte conectado a tu propósito y tener una práctica espiritual, Alimentación Primaria incluye todas las áreas de la vida que te alimentan y te hacen sentir pleno.
Celebra todas tus victorias, grandes y pequeñas. Fíjate en los pequeños logros, en los grandes momentos y en todo lo que hay entre medias. Reconoce los pasos que das cada día hacia el cumplimiento de tus sueños y celébrate a ti mismo. Esto podría consistir en organizarte una fiesta de baile después de lograr un objetivo o en irte de viaje. Siéntete orgulloso de ti mismo por todo lo que has conseguido y por todo lo que conseguirás en el futuro.
Todos cometemos errores; forma parte de la vida. Y al igual que nuestras madres pueden haber cometido errores al criarnos, cometeremos errores al ser madres de nosotros mismos. Aprende de estas experiencias, luego toma lo que has aprendido y aplícalo al futuro. No puedes crecer si no aprendes, y no puedes aprender si no cometes errores.
Todos necesitamos espacio para ser nuestro yo más auténtico y verdadero. Tanto si este espacio es físico como metafórico, mereces tener algo propio. Un espacio físico para ti debe contener cosas que te permitan ser tu yo más auténtico, como obras de arte que reflejen tu personalidad o libros sobre temas que te resulten interesantes.
Metafóricamente, crear espacio para ti significa permitirte existir tal como eres, sin excepciones. No necesitas perder peso o llevar un estilo de vida determinado para encajar: tu forma actual es perfecta tal como es. Mereces ocupar un espacio.
La autoconfianza es algo más que cómo nos sentimos con nosotros mismos: influye directamente en cómo nos comportamos en nuestro relaciones, nuestro trabajo y nuestra vida cotidiana. La confianza es confiar en tus capacidades y creer en tu valía. Reconoce lo que ya has conseguido, habla bien de ti mismo y céntrate en las cosas en las que sabes que eres bueno. Aprende a quererte a ti mismo y confía en tus capacidades: te han traído hasta aquí.
El crecimiento nunca es lineal, y el proceso de ser madre tampoco lo será. Cuando te encuentres estancada, asegúrate de mirar atrás y ver lo lejos que has llegado ya. La vida tiene sus altibajos; hay retos que vienen con cada experiencia. Anímate para mantenerte en el buen camino y seguir avanzando, incluso cuando las cosas se pongan difíciles.
Ser madre de ti misma consiste en tratarte como te gustaría que te hubieran tratado mientras crecías. Escucharte, nutrirte, confiar en ti misma y celebrarte forman parte de aprender a ser madre de ti misma.