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Cinco maneras de afrontar el cambio y aumentar la resiliencia

Escrito por Rebecca Robin | Jun 8, 2024 11:42:07 AM

La resiliencia es la herramienta que nos ayuda a superar los numerosos retos de la vida.

El panorama actual de nuestro mundo ha provocado emociones intensas en personas de todo el planeta. Cuando experimentas estrés y angustia crónicos, puede resultarte difícil concentrarte y sentir que tu energía está agotada. Cuando te enfrentas a situaciones difíciles, como mantenerte sano y salvo en medio de una pandemia mundial, tu cuerpo se centra en la supervivencia. La energía que reúnes puede ser la mínima para pasar el día y no estará necesariamente orientada a ser productivo o positivo. Aprender lo resistentes que pueden ser los seres humanos -¡incluido tú mismo! - es un componente clave para construir esa fuerza interior que te permitirá afrontar lo que se te presente.

La resiliencia es un rasgo importante que puede aprenderse y aplicarse cuando se atraviesa cualquier experiencia difícil. Es lo que puede ayudarte a afrontar y recuperarte de los cambios inesperados o las pérdidas que se produzcan en tu vida.

La resiliencia puede construirse a través deReflexiones, cambiando y reenfocando tus objetivos, y haciendo cosas que fomenten el autocrecimiento. Puedes planificar que las cosas vayan de una determinada manera, pero el verdadero Examen de la resiliencia está en reconocer tus emociones y responder a ellas de un modo que te haga avanzar, aprendiendo de la situación, ya sea un fracaso o un éxito.

Tanto si experimentas la pérdida de un trabajo, la muerte de un ser querido o un nuevo comienzo en una nueva ciudad, la resiliencia es una herramienta poderosa que te ayuda a superar la adversidad, a procesar lo que has aprendido como resultado de esta adversidad y a aplicar ese conocimiento a cualquier reto futuro.

Nuestras experiencias y nuestra composición genética única son indicadores clave de cómo desarrollamos la resiliencia.

La resiliencia es la capacidad de superar los contratiempos y utilizar las circunstancias difíciles como una oportunidad para avanzar y crecer. Cada uno de nosotros tiene una combinación única de experiencias, agentes ambientales y genética que afecta a nuestra capacidad de desarrollar resiliencia. Si comprendes estos factores, podrás descubrir cómo construir y fortalecer tu resiliencia interior.

La investigación ha demostrado que la influencia más significativa en el desarrollo de la resiliencia depende de las experiencias personales y de una fuerte relaciones. Esto empieza en la primera infancia; las personas que crecen con figuras paternas de apoyo y afecto tienen más probabilidades de gestionar mejor las situaciones difíciles en el futuro. La exposición a experiencias estresantes pero manejables también puede ayudarte a desarrollar valiosas habilidades de afrontamiento. ¡No todo el estrés es malo! El eustrés, o estrés "bueno", puede ayudarte a motivarte. Aprender a transformar este tipo de estrés en algo positivo es un gran indicador para desarrollar la resiliencia general. Situaciones como el rechazo de un trabajo o el fracaso de una relación son ejemplos de cuándo puedes decidir cómo responder a esa adversidad de un modo que te permita crecer.

Nuestra genética también influye en la forma en que respondemos a la adversidad. Los estudios sobre el ADN han descubierto que las variaciones de los genes regulan tu sistema nervioso simpático, el eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal (HPA) y la producción de serotonina, todos ellos sistemas que controlan la respuesta biológica de tu cuerpo al estrés. Estos sistemas dictan cómo percibes la felicidad y la tristeza, y comprender el papel que desempeña tu cuerpo físico en la respuesta a las situaciones difíciles puede ayudarte a afinar las herramientas externas necesarias para regular tu respuesta al estrés y desarrollar resiliencia.

He aquí cinco formas concretas de ayudar a afrontar el cambio y desarrollar la resiliencia.

1. Reevalúa tus objetivos para encontrar un sentido de finalidad.

Las circunstancias de alto estrés pueden animarte a reevaluar o reafirmar las áreas de tu vida en las que concentras tu energía mental y física. Es una oportunidad para desafiar tus objetivos, llevándote a encontrar tu "por qué personal" -tu propósito-, que puede ayudarte a curar una vida más significativa y satisfactoria.

El camino para encontrar tu "por qué personal" puede empezar con algo tan sencillo como escribir tus objetivos y sueños en un papel. Escribe esos objetivos para el día, la semana, el mes e incluso el año, y piensa en cómo encajan en una causa mayor para el futuro. Esto podría consistir en tomar un proyecto que te apasione, como cocinar, pintar o tocar música, y averiguar cómo puedes utilizarlo para servirte mejor a ti mismo y a los demás. Tal vez signifique dar el paso y apuntarte a un curso online sobre cómo crear una plataforma de escuela de cocina virtual o presentarte voluntario para dar una clase de pintura en tu comunidad.

Especialmente en momentos de trauma o tragedia, pueden aflorar emociones que te impulsen a evaluar qué partes de tu rutina y estilo de vida te están sirviendo, y volver a tus objetivos escritos también puede afirmar que te estás moviendo en la dirección correcta: hacia el resultado deseado. Al reevaluar cómo quieres emplear tu tiempo y energía, tus objetivos serán más específicos y procesables, lo que te permitirá actuar mejor en consecuencia. Aprender a pasar por este proceso es resiliencia en acción, crear un camino para salir de una situación difícil hacia el éxito futuro.

2. Permítete sentir y procesar tus emociones.

Es importante que te permitas sentir tus emociones al máximo. Se trata de un proceso saludable que puede ayudarte a comprenderte mejor y a saber qué es lo que te hace sentir de determinada manera. La resiliencia emocional se crea permitirte atravesar el flujo y reflujo de una emoción y afrontar el sentimiento de frente. Puede resultar incómodo, pero es necesario para el objetivo más amplio de crear resiliencia y también puede ser extremadamente catártico.

Cuando te permites llorar o expresar con seguridad sentimientos estresantes, estás reconociendo y validando la emoción. Esto se conoce como conciencia emocional, o la capacidad de afrontar mejor las circunstancias situacionales que hacen aflorar sentimientos de ira, tristeza o miedo.

A medida que estés más en sintonía con cómo y por qué surgen determinadas emociones, podrás manejar mejor las bolas curvas que te lanza la vida. Puedes identificar por qué un determinado pensamiento o experiencia te entristece o te hace sentir incómodo, y aprender a abordar la situación en el futuro con una perspectiva renovada y herramientas a las que recurrir para resolverla.

Esto puede hacerse examinando un momento de ira o miedo e identificando cómo puedes utilizar tus emociones para procesar y aprender de la experiencia. Por ejemplo, examina cómo reaccionas ante una decepción, como que te hayan rechazado para un ascenso en el trabajo. Tu reacción inicial puede ser la ira o el resentimiento, pero es un momento en el que puedes (y debes) hacer una pausa, respirar y reflexionar. Pregúntate por qué no has conseguido el ascenso: ¿no has ido más allá en tu trabajo? ¿Llegabas tarde a las reuniones?

Cuando te tomas un momento para utilizar herramientas de afrontamiento eficaces, puedes reevaluar tu actuación y cambiar tu comportamiento para obtener un mejor resultado en el futuro. Así es como construyes resiliencia, porque inevitablemente volverás a enfrentarte a la decepción, pero recablearás tu pensamiento para asegurarte de no reaccionar inmediatamente.

3. Suelta la necesidad de "tener el control".

La vida no siempre va a ir como tú quieres. Habrá baches de velocidad que te harán descarrilar, desde pequeños contratiempos en tu rutina diaria hasta contratiempos a más largo plazo. El reto consiste en aceptar y aprender de estas decepciones y reconocer que algunos asuntos simplemente están fuera de tu control. Una vez que aceptes este concepto, podrás empezar a concentrar más energía en lo que puedes controlar.

Nuestra energía se ve a menudo empañada por un enfoque en lo negativo o una obsesión por arreglar cosas que están fuera de nuestro control. Steven M. Southwick, profesor emérito de psiquiatría y autor de Resiliencia: The Science of Mastering Life's Greatest Challenges, señala que las personas resilientes "revalorizan una situación difícil y buscan oportunidades significativas en ella". Esto significa aceptar la realidad tal como es y aprender a dirigir tu energía y tu mentalidad hacia lo positivo.

Tal vez tenías planes para pasar el domingo disfrutando al aire libre, pero una tormenta ha estropeado tus planes. Puedes revolcarte y enfadarte por no poder pasar tiempo fuera, o puedes transformar tu mentalidad para disfrutar del tiempo dentro de casa, aprovechando la oportunidad para hacer algo que has estado posponiendo, como revisar tu ropa para hacer donaciones. Nuestro cerebro está predispuesto por defecto a las emociones negativas, pero la resiliencia permite un cambio constante hacia las emociones positivas para afrontar mejor la situación.

4. Cultívate.

Aliméntate de positividad. Esto puede incluirlo todo, desde los alimentos que comes, los rituales en los que participas y las personas de las que te rodeas. Los rituales y la relaciones se consideran Alimentación Primarialas cosas que te nutren fuera de tu plato. Esta nutrición es clave para aprender a curarte y a recargarte en respuesta a los reveses y las decepciones. Nutrirte con Alimentación Primaria puede ayudarte a cultivar una actitud resistente y una sensación de paz interior y aceptación que se traslada a tus interacciones con los demás.

Puesto que la resiliencia se cultiva desde dentro, puede ser útil realizar prácticas que creen una actitud positiva y de aceptación. La meditación, por ejemplo, puede ayudarte a conectar con tu respiración, lo cual es increíblemente importante en momentos de estrés y también puede ayudarte a sentirte más tranquilo y claro. Al interactuar con las personas que te rodean, esta calma y claridad se traducen en comprensión y amabilidad, que luego propagan un efecto dominó de amabilidad en los demás.

Del mismo modo, la meditación con sonidos o "latidos binaurales" puede ser transformadora para tu estado de ánimo y tus niveles de productividad. Los latidos binaurales son el resultado de dos tonos con frecuencias ligeramente distintas en cada oído. El sonido combinado crea una frecuencia que sincroniza la actividad cerebral y promueve una sensación de calma. Los ritmos binaurales también pueden incluir afirmaciones y mantras ocultos, alimentando tu subconsciente con mensajes positivos que cultivan la resiliencia. Mientras contemplas formas procesables de aumentar la resiliencia, la meditación y el tratamiento con sonidos son herramientas poderosas que pueden cambiar tu mentalidad y centrarte en los asuntos importantes.

5. Sé generoso y amable con los demás.

La resiliencia es sinónimo de fuerza y perseverancia, pero también hay un grado de altruismo que puede adquirirse construyendo y perfeccionando esta habilidad. Cuando te esfuerzas por encontrar un propósito o te comprometes a participar en causas que sirven al bien común, estás trabajando para convertirte en una persona más generosa e integradora.

Como humanos, nos impulsa principalmente a la acción hacer lo que nos hace sentir bien. A medida que desarrolles resiliencia y te esfuerces en asuntos que se alineen con tus pasiones, empezarás a ver los frutos de tu trabajo y a encontrar más alegría en la forma en que estas acciones pueden servir a los demás.

Por ejemplo, utilizar tu pasión por la cocina para preparar una comida para la familia que pasa apuros en la casa de al lado no sólo te hace sentir bien porque te encanta cocinar, sino porque has ayudado a tus vecinos necesitados, devolviendo la amabilidad. Al centrarte en las necesidades de los demás, puedes encontrar mejor la fuerza y la resistencia para superar tus propias dificultades y contratiempos.

Poner en práctica la resiliencia mientras navegas por una nueva normalidad.

Como aspirante o actual Entrenador Sanitario, la resiliencia es una herramienta integral para navegar por tu camino hacia la salud. Una vez que aproveches y desarrolles estos rasgos en ti mismo, podrás entrenar mejor a tus clientes para que integren estas herramientas en sus propias vidas.

Todos hemos experimentado nuestros propios contratiempos a lo largo de nuestro viaje por la vida. El objetivo no es borrar los recuerdos de estos contratiempos, sino utilizarlos como medio para levantarnos y seguir adelante. Es entonces cuando se pone a prueba tu resiliencia, y desafiarte a ti mismo a recurrir a lo positivo en lugar de a lo negativo para crecer te permitirá superar ese Examen una y otra vez.

Como estudiante del IIN, aprenderás más sobre los aspectos emocionales y mentales de la salud que cultivan la resiliencia, profundizando en las áreas de Alimentación Primaria ¡que te nutren y te ayudan a convertirte en tu yo más sano y empoderado! Obtén más información consultando nuestro clase de prueba.