La medicina funcional -y el modelo de medicina funcional- es un enfoque de la gestión de las enfermedades crónicas centrado en el paciente. Al utilizar una metodología que da prioridad a la nutrición, los médicos pueden identificar y tratar las causas profundas y los desencadenantes. Tienen en cuenta factores únicos e individuales, como la nutrición, el ejercicio y el sueño, así como los factores estresantes mentales y emocionales relacionados con su vida social, laboral y comunitaria. Los médicos de medicina funcional también tienen en cuenta la composición genética del paciente, su entorno y su estilo de vida en general para crear un "plan de vida y respiración" que se adapte a las circunstancias cambiantes del paciente.
Cuando se trata de medicina tradicional o convencional, hay especialistas para cada zona del cuerpo, como neurólogos (cerebro y sistema nervioso), cardiólogos (corazón) y gastroenterólogos (tracto gastrointestinal). Las prácticas tradicionales de la medicina convencional son esenciales para tratar síntomas graves o de urgencia.
Los profesionales de la medicina funcional se centran en el cuerpo como un sistema interconectado de partes, que requiere un enfoque holístico y un plan de tratamiento integral. La medicina funcional es muy eficaz en el tratamiento de enfermedades y dolores crónicos a largo plazo.
Las áreas que los médicos funcionales pueden tener en cuenta al crear planes de salud personalizados incluyen:
El marco GOTOIT es un sistema que permite a los médicos descubrir las causas profundas de los problemas de los pacientes y aplicar después tratamientos individualizados. Son las siglas de Reunir, Organizar, Contar, Ordenar, Iniciar y Seguir, y ayuda a los médicos a identificar patrones potencialmente insanos, encontrar la causa raíz de los problemas y proponer tratamientos personalizados. El modelo GOTOIT es una herramienta didáctica desarrollada por el Instituto de Medicina Funcional.
Pide al paciente que participe en la corrección y ampliación de la historia, creando una verdadera asociación.
El modelo de medicina funcional está ganando reconocimiento en cuidado de la salud por su enfoque centrado en el paciente: la gente quiere que la vean y la escuchen cuando va al médico, no que la despachen con una receta. Al inspirar a los pacientes para que tomen el control de su propia salud mediante cambios sostenibles en la dieta y el estilo de vida, así como otras prácticas sanitarias, como la acupuntura y la adopción de una práctica de meditación, la medicina funcional capacita a las personas para implicarse más en su experiencia y explorar alternativas y complementos a la medicina convencional.
La medicina funcional reconoce que las soluciones de cuidado de la salud no son siempre un enfoque único. Más bien, es importante abordar las necesidades bioindividuales de una persona, es decir, el plan nutricional, las actividades y el entorno que le ayudan no sólo a sobrevivir, sino a prosperar.
Seis de cada diez adultos en Estados Unidos padecen una enfermedad crónica, y cuatro de cada diez adultos padecen dos o más. El tratamiento de las enfermedades crónicas puede ser un proceso largo y frustrante, sobre todo cuando los síntomas pueden apuntar a una gran variedad de dolencias.
Por ejemplo, supongamos que un paciente presenta síntomas como fatiga, aumento de peso, reflujo ácido y problemas para dormir. En ese caso, un médico de medicina tradicional puede recetar medicación para el reflujo ácido y un somnífero, además de recomendar ejercicio y una dieta mejorada. Los médicos de medicina funcional pueden ir más allá y buscar la causa raíz de estos síntomas, descubriendo una enfermedad autoinmune en el proceso.
En lugar de un diagnóstico rápido y un fármaco prescrito, los médicos de medicina funcional empiezan por conocer a fondo a su paciente, obtener un historial médico detallado y saber cómo se alimenta y cuál es su estilo de vida. A partir de ahí, se recomiendan cambios en la dieta y el estilo de vida para abordar los síntomas de forma holística. En caso necesario, la prescripción de un fármaco sería una de las últimas vías a explorar. También puede tratarse de crear planes de tratamiento integrales que incluyan medidas holísticas, alternativas y convencionales.
La medicina funcional trata al individuo en su totalidad, teniendo en cuenta cómo se comunican entre sí todos los sistemas corporales. Un enfoque integral y holístico del tratamiento de estos sistemas interconectados puede transformar la salud de una persona, física, emocional y espiritualmente.
¿Te preguntas dónde encajan los Entrenadores Sanitarios? Un médico especialista en medicina funcional proporciona a los pacientes un protocolo detallado que deben seguir basándose en análisis de laboratorio y evaluaciones médicas; un Asesor Sanitario puede ayudarles a introducir los cambios recomendados en el protocolo como parte de su rutina diaria. Los Entrenadores Sanitarios también proporcionan responsabilidad y un espacio seguro para explorar lo que estos cambios significan para la vida diaria del cliente, lo que resulta increíblemente útil en su viaje hacia la salud.
Tomar el control de tu salud es una empresa que te da poder, y todo empieza por buscar las respuestas y abrirte a mejorar tu salud de forma holística. Una educación en salud holística puede introducirte en conceptos de salud que van más allá de la medicina tradicional o convencional, ¡ayudándote a aprender a sintonizar con tu cuerpo y sus necesidades!