La Asociación Americana del Corazón actualiza sus directrices dietéticas después de 15 años
La Asociación Americana del Corazón (AHA) se fundó en 1924, y desde entonces su misión ha sido salvar y mejorar vidas mediante medidas sanitarias preventivas relacionadas con las enfermedades cardiovasculares. Independientemente de que padezcas o no una enfermedad cardiaca, es probable que te interese saber cómo comer y vivir para mantener sano tu corazón, información que la AHA pretende proporcionarte.
Las enfermedades cardiacas siguen siendo la principal causa de muerte en Estados Unidos y en todo el mundo, lo que significa que queda mucho trabajo por hacer para mejorar la salud cardiaca en todo el mundo. Por primera vez desde 2006, la AHA ha actualizado sus directrices dietéticas en un cambio importante hacia el futuro de la nutrición personalizada.
Hay tres actualizaciones clave en las nuevas recomendaciones que merece la pena destacar:
- Un énfasis en los patrones dietéticos en lugar de centrarse estrictamente en nutrientes específicos, dejando más espacio para las elecciones alimentarias personales e individualizadas.
- Fomentar el consumo de proteínas principalmente a base de plantas - con ingesta regular de pescado y marisco, si se desea
- Reducir al mínimo el consumo de alimentos procesados, incluidos los que contienen azúcares añadidos, así como limitar el consumo de alcohol
Las recomendaciones de la asociación difieren de las Guías Alimentarias para los Estadounidenses en que cubren específicamente los patrones de la dieta que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular, a diferencia de otras directrices más generales que deben abordar a toda la población y las muchas afecciones diferentes que podrían derivarse de una dieta deficiente.
Estas nuevas recomendaciones también hacen hincapié en la importancia de llevar la educación alimentaria y nutricional a las aulas desde una edad temprana, garantizando que los niños tengan las herramientas y los conocimientos que necesitan para convertirse en adultos independientes que sepan tomar decisiones saludables. Además, las recomendaciones de la asociación reconocen la desinformación y los problemas sistémicos como el racismo, la segregación en los barrios, la inseguridad alimentaria y el marketing dirigido, que pueden ser obstáculos para mantener pautas alimentarias cardiosaludables. El informe afirma que es un "imperativo de salud pública" trabajar en políticas que eliminen estas barreras.
Se trata sin duda de un paso en la dirección correcta, aunque aún queda trabajo por hacer para promover la nutrición y la dieta en lugar de depender únicamente de medicamentos y procedimientos. Pero también sabemos que hay algo más que la dieta que puede influir en tu salud cardiaca, como la calidad de tu relaciones, cuánto te mueves durante el día y lo bien que cuidas tu bienestar emocional. Estas son cosas que el IIN lleva diciendo desde hace 30 años, y nos alegra que las comunidades médica y cuidado de la salud se estén poniendo por fin al día.