Si quieres mantener tu corazón en plena forma, tu dieta es un buen punto de partida.

Aquí tienes cinco de nuestros alimentos cardiosaludables favoritos.

Pescado
Pilar de la dieta mediterránea, las investigaciones demuestran que consumir pescado unas cuantas veces a la semana puede tener un efecto significativo sobre el corazón. Los pescados grasos, como el salmón, el atún y la caballa, son fuentes especialmente buenas de ácidos grasos omega-3, que se ha demostrado que reducen la inflamación y favorecen un corazón sano.

De hecho, los ácidos grasos omega-3 no sólo contribuyen a reducir el riesgo de cardiopatía al disminuir la inflamación general, sino que también ayudan a mantener niveles saludables de colesterol y a conservar la flexibilidad de las paredes arteriales, lo que hace menos probable un episodio cardíaco.

Granos antiguos
Como excelentes fuentes de fibra, los granos antiguos son justo lo que recetó el médico para mantener tu corazón feliz y sano. La fibra es importante para la regularidad digestiva, pero también es esencial para la salud cardiaca porque ayuda a mantener bajo el colesterol y el peso, dos de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiacas.

La mayoría de la gente no ingiere suficiente fibra en su dieta (algunos ni siquiera ingieren la mitad de los 25 gramos diarios recomendados para las mujeres y 38 gramos para los hombres), ¡pero aumentar los cereales antiguos en la dieta puede ayudar! comprobar a los cereales antiguos como la cebada, el mijo, el sorgo y el bulgur; el arroz integral y la quinoa también son grandes opciones ricas en fibra.

Frutos secos
Los frutos secos están repletos de proteínas y grasas saludables, que pueden reducir la inflamación del corazón y disminuir el riesgo de enfermedades y derrames cerebrales.

Los frutos secos, como las almendras, los anacardos, las avellanas y las nueces, pueden ayudar a reducir el riesgo de cardiopatías al contribuir a reducir el colesterol LDL ("malo"), los triglicéridos, la tensión arterial e incluso el peso corporal. Puede no parecer mucho, pero incluso un puñado de frutos secos puede ayudar a reducir el riesgo. Prueba a espolvorear frutos secos sobre las ensaladas, los copos de avena, el yogur y las sopas, o mézclalos en mantequillas de frutos secos.

Alubias y legumbres
Las alubias y legumbres son baratas y fáciles de preparar. Estos alimentos cardiosaludables son ricos en vitaminas, minerales, fibra e incluso proteínas. Las investigaciones demuestran que comer regularmente alubias y legumbres puede ser una forma estupenda de mantener un peso saludable y sentirte más satisfecho con tu dieta, lo que puede ayudar a reducir los antojos y el aumento de peso con el tiempo.

Sustituir las proteínas de origen animal por proteínas de a base de plantas , como las judías, unas cuantas veces a la semana puede ayudarte a mantener sano el corazón al reducir la grasa saturada de la dieta. La Asociación Americana del Corazón recomienda no más de unos 13 gramos de grasa saturada al día.

Verduras
Puede que no te sorprenda, pero cuantas más verduras comas, menos probabilidades tendrás de padecer enfermedades relacionadas con la dieta, como la obesidad, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiacas. Las verduras ofrecen toneladas de estupendas vitaminas y minerales que favorecen el buen funcionamiento del corazón. De hecho, las verduras de hoja verde no sólo son una gran fuente de compuestos antiinflamatorios, sino que también ofrecen una cantidad impresionante de calcio, un nutriente crucial para que el corazón bombee con eficacia.

Si quieres añadir más verduras a tu dieta, prueba a mezclarlas en un batido o una sopa. Las nuevas tendencias, como el arroz de coliflor y los fideos, también pueden ayudarte a aumentar las raciones.

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