Publicado:
27 de julio de 2020
Última actualización:
29 de enero de 2021

Cómo crear y mantener conexiones virtuales significativas

Distanciamiento social vs. distanciamiento físico

El término "distanciamiento social" se ha convertido en una parte normal de nuestro vocabulario cotidiano mientras navegamos sobre cómo volver a nuestras vidas de la forma más segura posible. Pero este acto de poner al menos 1,80 m entre tú y otra persona debería llamarse en realidad "distanciamiento físico", ya que refleja mejor nuestro cambio de comportamiento.

Esta distinción es importante porque el "distanciamiento social" implica la ausencia de ser social o desconectarse activamente de los demás. Aunque mezclarse en grandes grupos puede afectar a la salud hoy en día, incorporar y mantener la conexión social es increíblemente importante para nuestra salud general, con pandemia o sin ella.

Si practicas el distanciamiento físico, te animamos a que sigas fomentando tus conexiones sociales, e interactuar virtualmente es una gran opción. Ya sea por mensaje de texto, llamada telefónica, videochat o Zoom, mantenerte conectado con tu círculo más íntimo, así como con tus colegas, puede hacer maravillas por tu salud mental. La conectividad social es crucial para el desarrollo de los adolescentes, ya que les ayuda a desarrollar habilidades sociales adecuadas, además de influir positivamente en su rendimiento académico y bienestar emocional. Esta conectividad también es importante para los adultos y las personas mayores, ya que reduce los sentimientos de soledad, ansiedad y depresión.

Encontrar la cantidad de conexión que funciona para ti

Al principio de la pandemia, puede que establecieras llamadas semanales a Zoom con tu familia, amigos y compañeros de trabajo, pero al cabo de un tiempo, las llamadas se hicieron más infrecuentes o inexistentes. Puede que sintieras que tu energía estaba agotada por intentar controlar el estrés o que simplemente no quisieras mirar una pantalla todo el día.

Si esto te suena a ti, puede que estés experimentando lo que se ha acuñado como "fatigaZoom ", el fenómeno de experimentar agotamiento mental debido al tiempo dedicado a las videollamadas, ya sea trabajando desde casa, tomando clases online o incluso intentando mantenerte conectado con amigos, familiares y seres queridos.

Este concepto no es necesariamente nuevo, pero el agotamiento físico y mental se ve exacerbado por nuestras circunstancias actuales de cuarentena, distanciamiento físico y preocupación por nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Evitar por completo las videoconferencias puede no ser la respuesta, así que exploraremos exactamente qué causa este agotamiento y cómo gestionar algunos de sus efectos para asegurarnos de que cuidamos de nuestra salud y mantenemos importantes relaciones y conexiones a largo plazo.

Impacto de la fatiga Zoom en nuestra salud

Poder chatear por vídeo con colegas, familiares y amigos durante estos tiempos difíciles ha sido increíblemente útil para satisfacer nuestra necesidad humana de conexión, pero ha habido consecuencias desafortunadas de pasar tanto tiempo en videollamadas:

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  • Es más probable que seamos sedentarios durante las videoconferencias - Si necesitas tener el vídeo activado, es más probable que estés estacionado en un sitio en lugar de poder pasear por tu casa - esto es especialmente cierto en las llamadas de trabajo. A medida que participamos en más videoconferencias, tenemos menos oportunidades de mover el cuerpo de forma natural durante el día, lo que puede provocar tortícolis y dolor de espalda.
  • Ver a alguien pero no estar en persona provoca "disonancia cognitiva" - La confusión se produce cuando la mente y el cuerpo no están sincronizados, lo que hace que la mente trabaje más para dar sentido a la experiencia. Esto hace que nos cueste más entablar una conversación y que gastemos más energía intentando asimilar información importante. Esta disonancia también puede causar falta de comunicación, ya que no puedes leer correctamente las señales verbales y el lenguaje corporal de alguien en vídeo, especialmente con los posibles retrasos en la transmisión.
  • Estar en vídeo puede crear timidez - Además de intentar parecer que prestas toda tu atención, puedes volverte hiperconsciente de tu aspecto y sonido ante la cámara. Con todas las miradas puestas en ti cuando hablas, puedes cohibirte y distraerte con lo que ven de ti, lo que llevas puesto o el aspecto de tu fondo. Esta timidez desvía aún más tu atención de la conversación y provoca una preocupación por tu aspecto.
  • El aumento de la atención mental conduce a un mayor agotamiento mental y burnout - Estar en una videollamada exige más energía mental y atención porque no sólo estamos intentando centrarnos en la conversación que tenemos entre manos, sino que también nos estamos conteniendo para no contestar correos electrónicos, enviar mensajes de texto o desplazarnos por las redes sociales. Con el tiempo, puedes experimentar estrés, ansiedad, dificultad para concentrarte, falta de interés, actitud pesimista y aumento de los pensamientos negativos.
  • Nuestro agotamiento mental puede provocar síntomas físicos - El peaje emocional de la fatiga Zoom puede manifestarse físicamente en forma de dolores de cabeza, ojos llorosos o tensos y, por supuesto, fatiga y letargo. Cuando no te sientes bien, lo más probable es que no estés pensando o aportando ideas de la mejor manera posible; es un círculo vicioso que continuará si no se establecen límites.

Cinco consejos para combatir la fatiga Zoom

Si te encuentras a menudo en Zoom por trabajo, aquí tienes cinco formas sencillas de encontrar un mejor equilibrio sin dejar de participar en videollamadas:

  1. Establece expectativas - Si sientes que tienes que habilitar el vídeo, comprobar con la persona o personas con las que te estás relacionando. Ser abierto y honesto sobre la necesidad de tomarse un descanso es alentador e incluso puede inspirarles a abrirse sobre sus propias luchas en la videollamada, fomentando una conexión virtual más fuerte.
  2. Haz al menos una llamada al día sólo de audio - Esto te dará la opción de pasear por tu casa o simplemente mirar fijamente al espacio para dar un respiro a tus ojos - ¡siempre que sigas centrado en la conversación y no la utilices como excusa para hacer varias cosas a la vez!
  3. Intenta evitar las reuniones seguidas - Puede que sea difícil hacerlo todos los días, pero si te encargas de programar reuniones concretas, asegúrate de darte un descanso antes y después de cada reunión. Esto te permitirá recargarte, reagruparte y estar más presente y concentrado, por no mencionar que te dará la oportunidad de hidratarte, ir al baño, comer algo y/o estirarte.
  4. Evita la multi tarea - Cuando participes en videollamadas, ya sea por trabajo o socialmente, procura mantenerte centrado en la conversación en lugar de abrir el navegador para leer las noticias o estar en tu teléfono para comprobar Instagram. Aunque ya estés mirando una pantalla durante la llamada, la multitarea supone un estrés adicional para tu mente al intentar escuchar la conversación y leer las noticias o comentar la foto de alguien. Lo más probable es que no escuches lo suficientemente bien como para mantener la atención.
  5. Designa un espacio para las videollamadas - Si tu casa te permite desplazarte para "cambiar de aires", aprovéchalo designando un lugar para tener tus videollamadas. Puedes disponer el fondo exactamente como quieras, de modo que nunca tengas que preocuparte por una colada perdida o porque alguien te interrumpa. Esto también te permitirá mentalizarte, preparándote para estar concentrado durante toda la llamada. Si esto no está a tu alcance, si tienes compañeros de piso o una pareja que trabaje en el mismo espacio, comprobar consultad vuestros horarios para aseguraros de que podéis limitar las distracciones todo lo posible.

Cinco formas de crear y mantener conexiones sociales significativas ahora mismo

Ahora que has empezado a controlar la fatiga que te producen las videoconferencias durante la mayor parte del día, aquí tienes cinco formas de seguir cultivando conexiones positivas en tu vida social para ser más sano y feliz:

  1. Programa una llamada periódica con familiares, amigos o seres queridos : ésta puede ser la forma más fácil para muchos de nosotros de mantener un contacto regular con las personas importantes de nuestra vida. Intenta encontrar una hora que funcione para todos, y no hace falta que la llamada sea larga; 20-30 minutos son perfectos para una conversación animada en la que todos compartan las novedades de la vida.
  2. Comparte una cena virtual - ¡Que no puedas salir a cenar con un amigo como antes, no significa que no podáis disfrutar de una comida juntos! Queda con un amigo por videollamada para cenar algo casero y tomar una copa de vino; o mejor aún, conviértelo en un acontecimiento mensual en el que os alternéis para elegir recetas y cocinéis los dos la misma comida.
  3. Planifica tus temas de conversación - Puede parecer extraño planificar de antemano de qué vais a hablar, pero puede ayudarte a salir de la típica charla trivial sobre el trabajo y la vida. Ved el mismo documental o leed el mismo libro, y luego hablad de lo que os haya resonado. Es probable que la conversación acabe floreciendo a partir de ahí.
  4. Asiste a una clase de ejercicio virtual - Ya sea una clase de yoga, HIIT o barre, reúne a unos cuantos compañeros para hacer la misma clase en vuestras casas o, si os sentís cómodos, salid a un parque donde podáis distanciaros físicamente con vuestras colchonetas. Dado que muchos de nosotros ya no socializamos en la oficina, es útil ser creativo y realizar una actividad que normalmente hubierais hecho juntos. Esto puede reforzar vuestro vínculo como compañeros de equipo y ayudaros a sentiros más conectados con aquellos a los que sólo veis ocasionalmente a través de videoconferencias.
  5. Pide apoyo a las personas con las que te sientas más cómodo - Los sentimientos de estrés y ansiedad han sido elevados, y a veces puede resultar abrumador, sobre todo si no puedes ver físicamente a alguien que te proporcione consuelo. Es importante que sigamos acudiendo a quienes nos elevan y nos hacen sentir bien. ¡Nunca subestimes el poder de una conversación de 5 minutos con ese amigo que puede hacerte reír!

Mejora tu conexión contigo mismo ajustando tu uso de la tecnología

La tecnología nos ha mantenido a todos conectados durante estos tiempos difíciles, pero nuestra dependencia de la tecnología para darnos una sensación de seguridad o pertenencia tiene a veces casi el efecto contrario.

¿Alguna vez te has sentido angustiada recorriendo tu feed de Instagram, comparándote con otras personas que parecen estar perfeccionando el arte de autocuidado? No eres la única. Mientras nuestras mentes y cuerpos lidian con el estrés y la incertidumbre de lo que ocurre en el mundo, intentamos distraernos con cosas externas para no tener que sentarnos en silencio con nuestros propios pensamientos. Es más importante que nunca aprender a cuidar nuestro estado emocional y salud mental para poder prevenir esas sensaciones de estrés y ansiedad que pueden manifestarse de muchas maneras.

Aquí tienes seis formas sencillas de ajustar tu uso de la tecnología:

  1. Guarda el teléfono una hora antes de acostarte.
  2. Cuando te despiertes, no cojas inmediatamente el teléfono; respira profundamente tres veces.
  3. Pon un límite al tiempo que pasas en las redes sociales.
  4. Si te sientes ansioso o molesto mientras navegas por las redes sociales, deja el teléfono y respira hondo tres veces (y no reanudes la navegación).
  5. Aparta el teléfono durante las comidas, las reuniones y las conversaciones en persona con tu pareja o compañero(s) de piso.
  6. Mantén el teléfono en vibración o silencio (si es posible).

Al aprender a estar más presente, aprenderás a escuchar a tu cuerpo, algo con lo que los Health Coaches suelen ayudar a sus clientes a descubrir qué alimentos y prácticas de estilo de vida funcionan mejor para sus cuerpos y mentes únicos. Los Health Coaches también ayudan a los clientes a explorar qué áreas de su vida necesitan más alimento, lo que puede incluir relaciones de todo tipo. Nutrirse a través de esta área concreta de Alimentación Primaria es clave cuando se aborda la salud de forma holística. Aprende más sobre este concepto único de IIN a través de nuestro gratuito clase de prueba.

Biografía del autor
Nina Zorfass
,
Redactor de contenidos IIN

Nina es licenciada en dietética, nutrición y ciencias de la alimentación por la Universidad de Vermont, se graduó en el Programa de Formación de Entrenadores Sanitarios del IIN y es entrenadora personal certificada por la NASM.

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