Iniciar una práctica de meditación
La meditación se practica desde hace miles de años en culturas de todo el mundo. Se utiliza para ayudar a calmar la mente y suprimir los pensamientos errantes. Las técnicas utilizadas durante la meditación tienen una serie de beneficios físicos, emocionales y espirituales respaldados tanto por científicos como por filósofos, líderes religiosos y gurús espirituales. La mayoría de las formas de meditación hacen hincapié principalmente en la respiración, la quietud y la atención plena para alcanzar un estado superior de relajación y concentración. La meditación se utiliza a menudo en lugar de otras formas de curación, o junto con ellas, para reducir el estrés y mejorar la salud general.
Aquí, en Nutrición Integrativa, hablamos de Alimentación Primaria : la idea de que hay cosas que alimentan tu vida fuera de los alimentos que comes. Esto incluye tu relaciones, carrera profesional, el ejercicio, autocuidado y espiritualidad. Aunque la meditación afecta principalmente al aspecto espiritual de la vida, puede ser beneficiosa para todas las áreas de Alimentación Primaria y ayudar a crear una vida más feliz y saludable.
La meditación no es sólo para yoguis y buscadores espirituales; ¡es para todos! De hecho, la meditación es utilizada por algunos de los directores generales, ejecutivos y famosos con más éxito, desde Arianna Huffington a Oprah Winfrey, pasando por Jerry Seinfeld. La meditación sigue ganando popularidad por una buena razón: ¡sus efectos duraderos repercuten positivamente en la salud, casi sin inconvenientes!
Algunos de los muchos beneficios de la meditación son:
- salud emocional mejora
- Reducción del estrés, la preocupación y la ansiedad
- Aumento de la paciencia, la relajación y la concentración mental
- Mejora de los niveles de energía y productividad
Aunque puede que ya seas consciente de estas ventajas, empezar a desarrollar una práctica de meditación puede resultar difícil. Puede resultar difícil reducir la velocidad, concentrar la mente y alcanzar un estado de paz en un mundo en constante movimiento. Pero con tantos beneficios y un sinfín de recursos y herramientas disponibles, ¡no hay razón para no intentarlo!
Sigue leyendo para descubrir formas sencillas de empezar a desarrollar una práctica de meditación
Busca un asiento cómodo.
Parte de la meditación requiere encontrar la quietud, empezando por el cuerpo. Pero esto puede resultar difícil si estás en una posición incómoda concentrándote en algo que te irrita. Cuando empieces a practicar la meditación, busca un lugar en el que te sientas bien: una silla, un sofá o cualquier lugar que te resulte tranquilo.
Empieza despacio.
No hay necesidad de lanzarse a una meditación de 30 minutos desde el principio. Empieza despacio, cerrando los ojos sólo cuatro o cinco minutos, y aumenta gradualmente tu práctica. Desarrollar una práctica sólida requiere compromiso y dedicación, y no hay razón para precipitarse en el proceso.
Encuentra una aplicación.
Viviendo en la era digital, ¡hay una aplicación para todo! Utiliza una aplicación de meditación, como Espacio para la cabeza o Calma para ayudarte a empezar. Estas aplicaciones ofrecen una técnica para principiantes que te lleva a formar una práctica de meditación con una guía experta. Con el tiempo, puede que ya no necesites una guía para llegar a ese espacio de paz, pero es una forma estupenda de aprender lo que funciona mejor para ti.
Invita a un compañero.
Aunque la meditación suele ser una práctica individual, algunas cosas son más divertidas con amigos y puede resultar más fácil empezar con alguien a tu lado. Si no estás seguro de si quieres sumergirte en una práctica de meditación, busca a un amigo, cónyuge o hermano que también se haya adentrado en la idea de la meditación para que te acompañe en tu viaje espiritual.
Asiste a un taller o a una clase.
Si te cuesta hacer una meditación, busca clases o talleres en tu zona que puedan ayudarte. Hay una gran variedad de estudios de yoga o centros holísticos que imparten clases informativas y útiles para ayudarte a establecer una práctica o proporcionarte un espacio para enraizarte.
Hazlo a primera hora.
En lugar de postergar la meditación o decir que lo harás más tarde, intenta empezar cada día con una práctica. Eso puede significar levantarte unos minutos antes, ¡pero merecerá la pena! Es una forma sencilla de incluir la meditación en tu agenda, independientemente de lo que tengas que hacer el resto del día.
¿Estás interesado en aprender más sobre Nutrición Integrativa? comprobar ¡Échale un vistazo a nuestra Guía Cirriculum gratuita!