Cómo criar niños sanos dejándoles ser niños

Los padres preocupados por la salud suelen estar atentos a lo que comen o beben sus hijos, a lo que están expuestos en su entorno y a cómo pasan el tiempo.

Les preocupan las estadísticas relacionadas con la obesidad infantil y la exposición a sustancias químicas, y tratan de proteger a sus hijos de cualquier daño al tiempo que les educan sobre las cosas que pueden perjudicarles o ayudarles a prosperar. Al mismo tiempo, son conscientes de la necesidad de preservar y restaurar nuestro entorno natural para las generaciones futuras.

Es mucho que equilibrar, y muchos padres lo hacen con gracia y estilo. Pero también es fácil dejarse llevar y olvidar que demasiado de algo bueno puede tener consecuencias imprevistas.

Aunque los padres tienen una enorme influencia sobre la salud y el bienestar de sus hijos, es imposible protegerlos completamente del mundo en general, sobre todo cuando crecen y se dan cuenta de que no todo el mundo comparte las mismas preferencias.

La clave está en ofrecer una orientación amable y ser un modelo positivo, dejando que los niños sean niños.

He aquí 5 maneras de criar niños sanos sin pasarse:

1. Céntrate en el disfrute.
Conseguir que los niños coman sano no debería ser una lucha ni un castigo, pero requiere algo de paciencia y creatividad. Si tus hijos odian el brócoli, no lo fuerces y prueba con espinacas, calabaza, zanahorias o pepino. Preséntaselo de distintas formas, preparado con otros ingredientes variados, hasta que des con algún plato que les guste. Si los alimentos sanos y sabrosos son un hecho en la mayoría de las comidas, sin el estrés añadido de comer cosas que desprecian, es más probable que los niños desarrollen una relación más sana con esos ingredientes naturales.

2. Evalúa tu tensión.
Los niños prestan más atención a cómo actúas que a lo que dices. Deja que te vean hacer las cosas que consideras parte de un estilo de vida sano, pero al mismo tiempo evalúa tu actitud hacia esas cosas y modifica tu comportamiento si notas que algo va unido a una tensión que afecta negativamente a los que te rodean. Por ejemplo, si te das cuenta de que tu empeño en hacer ejercicio todas las mañanas, preparar comidas sanas para todas las cenas o buscar productos naturales a todas horas en realidad está obstaculizando el disfrute de un momento determinado con tu familia, deja pasar algunas cosas. Una noche ocasional de perritos calientes y películas puede eliminar la presión de la perfección y mostrar a tus hijos que puedes equilibrar salud y diversión.

3. Recuerda el 90/10.
Tenemos unos cuerpos bastante asombrosos que son capaces de filtrar toxinas, excretar residuos y luchar contra invasores dañinos, lo que significa que si comes sano el 90% del tiempo, tu cuerpo puede permitirse caprichos de vez en cuando, ¡y tus hijos también! En Nutrición Integrativa lo llamamos la regla 90/10, y puede que te ayude a disfrutar más de los elementos placenteros y sociales que pueden aportar la comida y otras actividades.

4. Evita vilipendiar.
Aunque sin duda puedes ser sincero al decir que algunas cosas no son buenas para la salud, vilipendiar con pasión podría enviar un mensaje de miedo, privación o envidia si los niños ven que sus amigos se dedican a esas cosas. Con el tiempo, esto podría provocar el efecto contrario de desear las cosas "malas" como acto de rebelión o para restablecer cierto equilibrio emocional. Un enfoque mejor es explicar con calma por qué crees que algunas cosas deberían dejarse de lado en favor de otras más beneficiosas o saludables. Del mismo modo, las personas que conocemos pueden tomar decisiones distintas de las nuestras, pero eso no las hace menos queridas o valoradas.

5. Inspira a tu comunidad.
Los niños sanos prosperan en una comunidad sana, así que haz lo que puedas para compartir tu amor por el bienestar con los demás de forma positiva, sin restricciones, juicios ni demasiada información. Se trata de invitar amistosamente y permitir que los demás lo descubran a su manera. En situaciones de reuniones comunitarias o funciones escolares, sé tú quien lleve algo sano y apetitoso, como agua infusionada con fruta como alternativa a los refrescos, o una ensalada colorida para tomar junto a la comida habitual de la fiesta. Haz que las opciones saludables estén más disponibles y deja que el interés se desarrolle de forma natural.

¿Interesado en seguir adelante con tu amor por el bienestar? comprobar consulta la guía curricular de Nutrición Integrativa o únete a nosotros en una próxima sesión informativa.

¿Cómo educas a tus hijos de forma sana y con moderación? ¡Compártelo en los comentarios!