Publicado:
24 de junio de 2020
Última actualización:
14 de junio de 2023

Yoga para combatir la ansiedad, mejorar el sueño y agudizar la concentración

Una práctica regular de yoga puede tener efectos profundos en tu mente, cuerpo y alma.

Se ha demostrado que dedicarte a la práctica del yoga alivia los síntomas del estrés y la ansiedad, fomenta un sueño más reparador y mejora tu concentración.

Los componentes básicos del yoga son las asanas -o posturas-, cada una de las cuales mejora tu flexibilidad y calidad respiratoria, especialmente cuando las conectas para crear un flujo. A medida que te mueves a través de un flujo y mantienes estas diferentes posturas de yoga, transfieres concentración y atención al cuerpo y a tu respiración. Esto no sólo puede ayudarte a aliviar la tensión física, sino que te permite practicar de forma proactiva para calmarte, ya sea antes de un ajetreado día de trabajo o como preparación para una buena noche de sueño.

Claudine Lafond, licenciada en el IIN, es coach de yoga y meditación y descubrió su pasión por el movimiento consciente durante una visita a Bali. Desde entonces, ha buscado todas las oportunidades para aprender y explorar el yoga Kripalu, Forrest, Hatha, vinyasa y Yoga Nidra. Ella y su marido, Honza, crearon una nueva rama del acroyoga llamada acrovinyasa, que simplifica la acrobacia de la práctica del acroyoga, haciéndola accesible para casi todo el mundo. Sigue leyendo para obtener información de su nueva y completa guía, El Poder Curativo del Yoga.ƒ

El yoga como método para aliviar la ansiedad

El yoga incorpora la meditación y la respiración, aliviando los patrones de estrés crónico. La ansiedad tiene su origen en la amígdala, la sección de tejido nervioso en forma de almendra situada en el lóbulo temporal de tu cerebro. Esta zona del cerebro es responsable de la respuesta de "lucha o huida", que le ayuda a responder a los estímulos externos y a procesar las emociones y el comportamiento. Cuando te enfrentas a factores estresantes en la vida cotidiana, la respiración y la meditación pueden ayudar a normalizar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. La respiración diafragmática es una técnica de respiración profunda que puede regular las funciones corporales involuntarias y aliviar los síntomas del estrés crónico.

El yoga también puede amplificar una mayor conciencia de tus sensaciones corporales internas, llamada interocepción. Esta Autoconocimiento permite que tu cuerpo detecte los primeros signos de ansiedad antes de que ésta aparezca. Entonces puedes evaluar la razón por la que te sientes ansioso y volver conscientemente a un estado de realidad más tranquilo.

Para reducir la ansiedad, prueba esta postura:

  • Balasana (Postura del Niño)

Esta postura es la mejor cuando sientes la cabeza pesada, la espalda tensa o la respiración apresurada y superficial. Simplemente arrodíllate y desplaza el peso hacia los talones, separando las rodillas tanto como sea cómodo para tu cuerpo. Si puedes, utiliza un bloque debajo de la frente para alargar el lateral del cuello. Si te sientes bien, masajea el lóbulo frontal de lado a lado para reducir la tensión. Alarga los brazos a tu lado o extiéndelos hacia delante. Mantén los hombros y la mandíbula superrelajados, y permanece en la postura de 5 a 10 respiraciones largas y agradables.

  

Yoga para optimizar y mejorar tu higiene del sueño

Una buena noche de sueño es vital para que tu mente y tu cuerpo se restauren y curen. Cuando te ciñes a una rutina de sueño regular, el ritmo circadiano del cuerpo permanece alineado con el funcionamiento general de tu organismo, lo que te permite aprovechar al máximo tus horas de vigilia y sueño. El Ayurveda, la ciencia hermana del yoga, nos dice que las horas nocturnas entre las 10 de la noche y las 2 de la madrugada están guiadas por el doshapitta , que nos permite digerir todas las cosas, desde la comida hasta la información y las emociones. Cuando te saltas el sueño durante este tiempo, pierdes una importante oportunidad de maximizar este potencial de digestión.

Un buen descanso nocturno -o la falta del mismo- afecta a cómo te relacionas con el mundo y al tipo de energía que llevas a cada rincón de tu vida. Probablemente sabes cómo te sientes al día siguiente de una mala noche de sueño: irritable, perezoso y rápido para reaccionar, sobre todo negativamente. Dormir bien y obtener la energía que te proporciona es necesario para reponer fuerzas cerebrales y hacer frente a todas tus responsabilidades durante el día.

Para mejorar la calidad de tu sueño, prueba esta postura:

  • Ardha Bhekasana (Postura de la media rana)

Túmbate boca abajo, con almohadas bajo el vientre si quieres. Extiende una pierna hacia un lado y dobla la rodilla en un ángulo de 90 grados, de modo que quede a la altura de la cadera. Pide a la pierna contraria que se estire y extiéndela detrás de ti. Deja que tu cabeza gire y descanse en la dirección de la pierna doblada. Relaja el vientre, los ojos y la mandíbula. Centra tu atención en las fosas nasales y disfruta de la sencillez de la respiración que entra y sale de tu cuerpo.

El yoga como medio para mejorar la concentración, la constancia y el enfoque

Hay tantas distracciones a lo largo del día que pueden apartar tu atención del momento presente. El aspecto respiratorio del yoga puede fortalecer tu mente para hacer frente a estas distracciones y crear una sensación de atención plena que impregne todo tu cuerpo.

Tu mente puede entrenarse encontrando asanas que integren meditación, claridad y concentración. Al igual que cualquier otra habilidad aprendida, puedes entrenar la mente integrando un ejercicio diario de respiración.

Para aumentar la claridad y la concentración, prueba estas posturas:

  • Garudasana (Postura del Águila)

Desde la posición de pie, dobla ligeramente las rodillas, levanta el pie izquierdo y cruza el muslo izquierdo sobre el derecho mientras te mantienes en equilibrio sobre el pie derecho. Apunta los dedos del pie izquierdo hacia el suelo, presiona el pie hacia atrás y, a continuación, engancha la parte superior del pie detrás de la pantorrilla derecha. Estira los brazos rectos hacia delante, paralelos al suelo, y crúzalos delante de ti de modo que el brazo derecho quede por encima del izquierdo, luego dobla los codos. Encaja el codo derecho en el pliegue del izquierdo, y levanta los antebrazos perpendiculares al suelo. Los dorsos de las manos deben quedar uno frente al otro. Permanece durante al menos cinco respiraciones, mientras fijas la mirada en un punto que no se mueva. Desenrolla las piernas y los brazos con gracia y repite del otro lado (piernas y brazos invertidos). ¡Disfruta también del proceso de caída! La atención y la concentración pueden ser muy volubles, ¡así que sé indulgente contigo mismo!

  • Supta Baddha Konasana (Postura de ángulo agachado reclinada)

Túmbate boca arriba. Junta las plantas de los pies con las piernas flexionadas. Coloca una almohada debajo de ambos muslos y una almohada opcional detrás de la cabeza, doblando las almohadas de la forma que necesites para obtener el mayor apoyo y comodidad. Coloca las manos sobre el estómago y cierra los ojos mientras sueltas la mandíbula. A continuación, simplemente lleva la conciencia a las manos que descansan sobre el vientre. Concéntrate en sentir el ascenso y descenso del torso con cada inspiración y espiración lentas y profundas.

Mantener vivo el flujo a lo largo del día

Los beneficios de un flujo de yoga se extienden a todos los ámbitos más allá de tu esterilla. Un buen flujo es un medio para autocuidado, energizar el cuerpo y darte la fuerza necesaria para afrontar los retos que se te presenten a lo largo del día. Hoy en día, todos necesitamos acordarnos de tomarnos tiempo para desestresarnos, nutrirnos, descansar profundamente y concentrarnos en el momento presente.

En la tradición del yoga, se dice que la mente comienza en el corazón. En el Ayurveda, la raíz de la mente vive en el corazón, y esto se extiende a todo el cuerpo. Los budistas también hablan de meditar desde la "mente del corazón". Al sumergirte en la mente del corazón, puedes moverte por cada postura con intención y concentración. A partir de ahí, puedes entrar en un lugar de quietud donde no existe nada más, vislumbrando la verdadera paz.

Una práctica de yoga puede ser una fuente clave de Alimentación Primaria, nutriendo tu vida con sustento físico y mental. En honor al Día Internacional del Yoga, nos hemos asociado con Claudine Lafond, de YogaBeyond, para compartir cómo el yoga puede ayudar a sanar desde dentro hacia fuera, aliviando el estrés y la ansiedad y mejorando la concentración.

Biografía del autor
Rebecca Robin
,
Redactor de contenidos IIN

Rebecca es licenciada en Filología Inglesa con especialización en relaciones públicas y tiene experiencia como redactora en publicidad comercial y de entretenimiento. Algunas de sus cosas favoritas son hacerse zumos, preparar el tazón perfecto de avena y hacer ejercicio HIIT.

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