5 vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita más en invierno
Hay muchas razones para amar el invierno, como jugar en la nieve, beber interminables tazas de téy disfrutar de las vacaciones con la familia y los amigos.
Pero junto con toda la diversión invernal vienen algunos inconvenientes. Los días más cortos significan menos exposición a la luz solar, las temperaturas frías implican menos tiempo al aire libre, hay menos opciones de productos frescos en el mercado agrícola y más piel seca por el mal tiempo. ¿Qué hacer? Además de mantenerte activo y respirar aire fresco todo lo que puedas, puede ayudarte centrarte en algunas vitaminas y minerales específicos que se sabe que equilibran los efectos del invierno en el organismo.
Los nutrientes en forma de alimentos integrales siempre son mejores, pero un suplemento también puede ayudar a garantizar que obtienes las cantidades adecuadas.
Vitamina C
La vitamina C ofrece protección contra las deficiencias del sistema inmunitario -especialmente útil para prevenir el resfriado y la gripe-, al tiempo que ayuda a nuestro organismo a desintoxicarse, nutre la piel, mantiene los huesos y los dientes y cura las heridas. ¡Y eso por nombrar sólo algunos de sus beneficios!
Alimentos que tienen vitamina C:
Pimientos, verduras de hoja oscura, frutas cítricas, fresas, tomates y muchas otras verduras y frutas.
Vitamina D
La mayoría de nosotros sufrimos carencias de vitamina D durante el invierno, porque generalmente la obtenemos del sol, y eso es mucho más difícil durante los meses de frío. Pero sin ella, nuestra salud se resiente. La vitamina D nos ayuda a absorber y metabolizar minerales esenciales, favorece el desarrollo celular adecuado y regula el sistema inmunitario, todo ello crucial para la prevención de enfermedades y las funciones vitales básicas.
Qué puedes hacer para obtener más vitamina D:
Siempre que sea posible, sal al sol del mediodía durante al menos 15 minutos. También puedes obtener vitamina D en los alimentos a través de la mantequilla, la leche, los huevos, las setas, el aceite de hígado de bacalao y el pescado graso.
Hierro
El hierro no sólo ayuda a mantener fuerte tu sistema inmunitario durante la temporada de resfriados y gripe, sino que también contribuye a mantener alta tu energía a pesar de los días más cortos y la disminución de actividad física. El hierro también ayuda a transportar oxígeno por el resto del cuerpo, nutriendo todos tus órganos para que sigan funcionando óptimamente.
Alimentos que contienen hierro:
Legumbres, verduras de hoja oscura, carne roja, aves, marisco.
Zinc
El zinc actúa como antioxidante en el organismo, combatiendo el daño de los radicales libres, ayudando a reparar los tejidos, equilibrando las hormonas y favoreciendo una inmunidad y digestión sanas. Sin él, es probable que te sientas enfermo y cansado, ¡un patrón ya demasiado común en invierno!
Alimentos que tienen zinc:
Espinacas, ternera, judías, marisco, semillas de calabaza y frutos secos.
Folato o ácido fólico
El folato es el nutriente que se encuentra de forma natural en los alimentos, mientras que el ácido fólico es una versión sintética similar pero ligeramente menos biodisponible. En cualquier caso, ¡no es sólo para cuando estás embarazada! Ambas versiones regulan el estado de ánimo, lo que significa que consumir una cantidad suficiente podría ayudarte a vencer la tristeza invernal. También puede ayudar a prevenir las enfermedades cardiacas, la diabetes y ciertas formas de cáncer, y favorece el crecimiento de células sanas.
Alimentos que contienen ácido fólico:
Verduras de hoja verde oscura, judías, guisantes, lentejas, aguacate, frutos secos y semillas, y brécol.
Otros nutrientes que conviene potenciar en invierno son la vitamina E y los omega-3 para mantener sanos y fuertes el pelo, la piel y las uñas. Comer una variedad de alimentos naturales sanos es la mejor manera de obtener cantidades adecuadas de todos los nutrientes que necesitas, pero un suplemento de buena calidad también puede ayudar a compensar cualquier laguna en tu dieta.