¿Qué es el pan germinado?
¿Has paseado alguna vez por el mercado del agricultor o por el pasillo de Whole Foods y te has dado cuenta de la creciente popularidad de esta cosa llamada "pan de grano germinado"? Antes relegados a la sección de congelados, ¡los panes germinados están apareciendo en los pasillos del pan y en las vitrinas de los frigoríficos de todas partes! Pero, ¿a qué viene tanto alboroto? ¿Y es realmente bueno para ti?
Todo sobre el brote
La germinación es un proceso en el que se ha dejado germinar o brotar granos, alubias o legumbres. En el pan de cereales germinados se suelen utilizar granos de trigo integral, avena, cebada o lentejas. Puedes consumir los germinados horneados en el pan o comerlos crudos para obtener un sustancioso aporte nutritivo.
Si te apetece hacer un experimento científico, coge un tarro de un cuarto de boca ancha y llénalo hasta 1/3 de su capacidad con el grano que elijas. Llena el tarro de agua y déjalo reposar a temperatura ambiente en un lugar oscuro durante 8-12 horas. Transcurridas 8 horas, escurre y enjuaga los granos. Repite este proceso hasta que notes los primeros signos de que los granos empiezan a brotar, entonces es el momento de utilizarlos. El proceso puede durar entre 18 y 36 horas, así que ten paciencia, pero no esperes demasiado o los granos germinarán en exceso y se volverán blandos, lo que dará lugar a un ladrillo de pan. No es bueno.
Una vez que hayas germinado los granos, extiéndelos sobre una bandeja de horno para que se sequen, y luego tritúralos hasta convertirlos en harina. Utiliza la harina como lo harías normalmente para hacer pan. Y así de fácil habrás creado una barra de pan sana y repleta de enzimas, lista para alimentar a tu familia. El pan germinado es una de esas recetas perfectamente cronometradas, en las que probablemente tendrás que probar (y volver a probar) para perfeccionar el método y el tiempo antes de conseguir que quede como tú quieres.
Dejar que los granos germinen aumenta la cantidad de nutrientes que ofrecen y facilita su digestión. Aunque el perfil nutricional del pan de trigo y del pan germinado son similares, el paso adicional de dejar germinar los granos crea una hogaza con menos hidratos de carbono y más proteínas, una ventaja para quienes buscan la opción más sana en lo que se refiere al pan.
Para quienes limitan o eliminan completamente el gluten de su dieta, es importante tener en cuenta que el pan de grano germinado no suele ser sin gluten. El gluten se encuentra en muchos cereales comunes y el proceso de germinación no lo elimina. Aunque el pan germinado puede ser más fácil de digerir que otros panes, no se recomienda como pan alternativo para los intolerantes al gluten.
La ciencia de la germinación
Para los amantes de la ciencia que quieran saber cómo funciona todo esto, piénsalo así: las semillas remojadas en agua caliente son engañadas para que piensen que es "tiempo de crecimiento" y empiezan a brotar como cualquier otra semilla que hayas plantado en un jardín. El remojo también difunde una enzima vegetal natural llamada fitato, que, cuando se consume en grandes cantidades, se ha demostrado que atrofia el crecimiento. La germinación también ayuda a descomponer los almidones de los granos en azúcares simples, facilitando su digestión, lo que resulta útil para quienes tienen problemas de estómago tras ingerir otros tipos de granos.
Guía del hombre para la germinación
Según la revista Men's Fitness, comer pan germinado, como el Pan Integral Germinado Ezequiel 4:9 de Food for Life, es una elección inteligente y saludable a la hora de elegir cereales para tu dieta. Son más ricos en proteínas, vitaminas y minerales, lo que es estupendo para quienes buscan introducir los mejores nutrientes en su organismo. Sin embargo, la diferencia en proteínas probablemente no sea suficiente para marcar una gran diferencia si tu plan es aumentar de volumen y ganar músculo. Según el artículo, los granos germinados dan a tu cuerpo el mejor impulso cuando se consumen en su forma pura, pero cuando los secas, los mueles y los expones al calor, pierden parte de esos nutrientes. En resumen: los granos germinados son estupendos para los hombres que llevan un estilo de vida sano, pero los hombres no deben esperar que la adición de granos germinados a su dieta se traduzca en un crecimiento muscular masivo de tipo culturista.
El pan germinado no es nuevo ni experimental. Se trata de un método probado y auténtico que las personas que se preocupan por su salud llevan años elaborando, y es una alternativa excelente a los panes llenos de ingredientes cuestionables, como conservantes, azúcares añadidos y colorantes o aromas artificiales. Para quienes desean aumentar el valor nutritivo de sus alimentos, el pan germinado es la mejora perfecta de la típica hogaza de trigo integral y una forma sana y natural de disfrutar de los cereales.
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