¿Cuál es la última tendencia que está arrasando en el mundo del bienestar? Pista: lo más probable es que tu abuela ya preparara esta bebida mucho antes de que se convirtiera en "cool".

El caldo de huesos, un antiguo alimento básico de muchas dietas tradicionales, está disfrutando de un resurgimiento de popularidad entre los amantes de la comida y la comunidad del bienestar. Restaurantes de todo el país sirven tazas humeantes de caldo para beber a sorbos, y muchas ciudades tienen incluso servicios de reparto de caldo en los que puedes hacer pedidos por Internet. Gwyneth Paltrow incluyó el caldo de huesos en su menú de desintoxicación invernal y los miembros de los Lakers de Los Ángeles lo beben antes de sus partidos.  

¿Qué tiene exactamente el caldo de huesos que entusiasma a todo el mundo? Según el Dr. Frank Lipman, especialista en Integrative Nutrition, los beneficios del caldo de huesos son numerosos. He aquí cuatro razones para añadirlo a tu dieta:

Cura tu intestino: El caldo de huesos es rico en gelatina y colágeno, que alivian el tracto intestinal y ayudan a aliviar los problemas digestivos.

Refuerza tu sistema inmunitario: Hay una razón por la que algunas personas llaman al caldo de pollo "penicilina judía", un remedio popular tradicional para los resfriados y la gripe. Se sabe que la gelatina del caldo de huesos refuerza el sistema inmunitario y que el aminoácido cisteína ayuda a diluir la mucosidad.

Promueve una piel sana: El caldo contiene colágeno, así como los aminoácidos glicina y prolina, de los que se dice que mejoran la elasticidad de la piel y combaten las arrugas.

Reduce la inflamación: La glucosamina, la condroitina, el colágeno y la gelatina favorecen la salud de las articulaciones y reducen la inflamación en todo el cuerpo. La estrella de la NBA Kobe Bryant atribuye al caldo de huesos haberle ayudado a recuperarse rápidamente de una torcedura de tobillo y a optimizar su rendimiento incluso a medida que envejece.

¿Quieres hacer tu propio caldo de huesos? Aquí tienes una sencilla receta del profesor visitante de Integrative Nutrition Mark Sisson, junto con algunos consejos útiles:

• Elige carne de alta calidad: ternera ecológica alimentada con pasto, pollos alimentados con pasto, pescado salvaje
• Añade unas cucharadas de vinagre de sidra de manzana antes de empezar a hervir, lo que ayuda a la extracción de minerales
• Cuece a fuego lento: el pollo se cuece mejor hasta 24 horas, pero los huesos de ternera y cordero pueden aguantar incluso varios días
• Para obtener más colágeno, pide a tu carnicero pies y nudillos

Desde luego, el caldo de huesos no es para todo el mundo. Según The Salt de NPR, muchos de los beneficios del caldo de huesos son exagerados. Hay pocos estudios científicos que demuestren estas afirmaciones, y no existe una receta única de caldo de huesos: con qué lo cocines y durante cuánto tiempo influirá en sus propiedades nutritivas. Y, por supuesto, si eres vegetariano, vegano o, en general, evitas los productos cárnicos, puedes disfrutar de un nutritivo caldo de verduras, ¡o de ningún caldo! En Integrative Nutrition enseñamos bioindividualidad, la noción de que no hay una dieta única para todos. Los alimentos que te hacen sentir mejor pueden hacer que otra persona se sienta fatal. Se trata de encontrar lo que funciona para ti y respetar lo que funciona para los demás.

¿Y tú? ¿Te gusta el caldo de huesos o lo has hecho alguna vez tú mismo? ¿O prefieres no hacerlo? ¡Dinos por qué sí o por qué no en los comentarios de abajo!