Celebrar unas vacaciones, salir a cenar o simplemente tener una tarde para ti después de un largo día de trabajo: no hay momento equivocado para disfrutar de un vaso de vino. El vino tinto, en particular, puede incluso ayudar a mejorar el colesterol y proteger las células del organismo de los radicales libres. Como fuente de resveratrol, el consumo moderado de vino tinto puede ayudar a reducir la inflamación y favorecer la flexibilidad de las paredes arteriales. Por supuesto, si decides beber vino, asegúrate de disfrutarlo con moderación.

Pero no todos los vinos son iguales. Al igual que los alimentos procesados de las estanterías de los supermercados, los vinos suelen producirse con aditivos, azúcar y sulfitos que controlan y alteran su perfil de sabor, gusto, color y contenido de alcohol. Aunque muchas personas pueden incluir en su dieta alimentos y bebidas con sulfitos sin problemas, algunas -especialmente las asmáticas- pueden ser más sensibles a sus efectos.

Los vinos naturales, o "limpios", se saltan los aditivos, se cultivan de forma ecológica e implican un procesamiento mínimo. Esencialmente, evitan recurrir a medios artificiales para ajustar el aspecto, el sabor o el aroma del vino y adoptan los procesos naturales del cultivo de la vid y la producción del vino.

Actualmente en Estados Unidos, las etiquetas de los vinos deben incluir una declaración de si la botella contiene sulfitos, pero no están obligadas a enumerar los ingredientes ni las técnicas utilizadas para producir el vino. Así pues, si intentas limitar tu exposición a los sulfitos, deberías poder identificar fácilmente los vinos sin sulfitos; sin embargo, aparte de eso, suele haber poca transparencia en lo que se refiere a los ingredientes.

Aun así, a medida que más gente sigue invirtiendo en su salud, ha aumentado la demanda de vinos limpios, por lo que no tendrás que viajar a los viñedos de California o Francia para encontrar estas opciones naturales. Como extra, muchos afirman que los vinos limpios ayudan a reducir la sensación de resaca.

Si no estás seguro de por dónde empezar, pide a un empleado de la tienda recomendaciones naturales basadas en los tipos de vino hacia los que tiendes a gravitar.

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