¿Podrías estar comiendo comida FALSA?
Aunque puede ser tentador fantasear con cultivar y cocinar toda tu propia comida sana de forma independiente, no es una realidad práctica para la mayoría de nosotros. En lugar de ello, depositamos nuestra confianza en quienes la cultivan y fabrican, al tiempo que leemos las etiquetas, elegimos opciones "saludables" y suponemos que alguien vela por la autenticidad y la responsabilidad en la industria alimentaria.
Por desgracia, no es tan sencillo. Y la confianza está empezando a decaer ante los informes cada vez más numerosos de que hay muchísimos alimentos falsos por ahí.
No estamos hablando de aditivos aprobados por la FDA, azúcares ocultos o conservantes. Esa es una discusión totalmente distinta. De lo que estamos hablando aquí es de alimentos que son engañosos a propósito: se comercializan de una manera pero se venden de otra.
A principios de este año, Interpol y Europol anunciaron una importante redada de productos alimentarios falsificados procedentes de 57 países de todo el mundo. Entre ellos había aceitunas pintadas, miel adulterada, alcohol fraudulento, suplementos falsos y carne no apta para el consumo humano, entre otros, que iban a parar a las estanterías de los supermercados.
Las autoridades consideran actualmente que la falsificación de alimentos es una "industria delictiva multimillonaria".
Según Larry Olmsted, autor del nuevo libro Real Food/Fake Food: Por qué no sabes lo que comes y qué puedes hacer al respecto, algunos de los alimentos falsificados más comunes son el marisco, el aceite de oliva, el café, el vino, la miel, el queso, el arroz y la carne de Kobe, aunque casi todo lo que parece comestible puede ser engañoso.
Olmstead define "comida falsa" como
- Sustitución o adición intencionada de ingredientes (de menor calidad)
- Envases engañosos
- Crear un beneficio económico inflado para los productores
Algunos ejemplos que se han denunciado incluyen añadir jarabe de maíz a la miel, diluir el aceite de oliva con aceite de maíz o de soja, obtener un pescado totalmente distinto del que crees que estás pidiendo en un restaurante de sushi, ¡y pulpa de madera en tu parmesano! Las consecuencias de consumir estos ingredientes misteriosos van desde intoxicaciones alimentarias a ataques de alergia u otras enfermedades más graves.
Los organismos gubernamentales intentan estar a la altura, pero algunos también han sido criticados abiertamente por su laxitud normativa y su falta de acción rápida.
Aunque se trata de un problema muy extendido, siempre hay algo que puedes hacer para consumir de forma más consciente. En Nutrición Integrativa, somos grandes defensores de los derechos del consumidor y de la educación para que puedas hacer la elección más informada para ti.
He aquí algunas formas de minimizar tu exposición a la comida falsa:
1. Come alimentos en su forma completa.
Reconoces una langosta cuando la ves, pero "ravioli de langosta" puede no ser realmente lo que crees que es. Estás mucho mejor -y más sano- comiendo el alimento original tal y como es cuando crece o se recoge de la tierra que cuando ese alimento se transforma en otra cosa.
2. Conoce tu fuente.
Elige tus alimentos con diligencia comprando en un mercado agrícola local y haciendo preguntas sobre lo que compras directamente a los agricultores. También puedes investigar tus marcas favoritas para ver cómo cultivan y producen sus alimentos. Si no dan ninguna información sobre su calidad o proceso, busca otra opción en la que la producción y el cumplimiento de las normas de seguridad sean más transparentes. Si hay un producto concreto del que no estás seguro, como el aceite de oliva, investiga fuentes fiables que puedan ayudarte a encontrar el auténtico.
3. Cocina más.
¡Cuanto más puedas comprar ingredientes sanos y prepararlos tú mismo, más probabilidades tendrás de comer comida de verdad! Además, ¡la comida simplemente sabe mejor cuando sabes que la has preparado tú mismo!
¿Interesado en aprender más formas de elevar tu salud y felicidad a través de la nutrición y más allá? Explora la Guía Curricular de Nutrición Integrativa y comprueba lo infinita que puede ser tu implicación en el mundo del bienestar.
¿Has experimentado la comida falsa? ¡Compártela con nosotros en los comentarios de abajo!