El Dr. Mark Hyman sobre cómo influir en tus genes para mejorar tu salud
En el viejo debate naturaleza contra crianza, los genes suelen enfrentarse a las influencias ambientales como opuestos diametrales. Pero, ¿y si pudieras cambiar tus genes con la alimentación y el estilo de vida? Bueno, quizá puedas.
El campo de la epigenética sugiere que nuestro comportamiento puede influir en cuáles de nuestros genes se expresan. El Dr. Mark Hyman , experto en enseñanza de Nutrición Integrativa, es uno de los principales defensores de la idea de que la genética no es fija, y quiere capacitar a las personas para que tomen decisiones que activen los genes sanos y supriman la expresión genética de las enfermedades...
Los factores internos y externos activan y desactivan los genes, influyendo en qué proteínas se expresan, lo que a su vez influye en tu salud. Es más, los resultados genéticos de estos factores internos y externos se vuelven heredables. Así es, ¡las decisiones que tomes hoy podrían afectar al ADN de tu progenie!
Por ejemplo, si tu abuelo estuvo expuesto a pesticidas tóxicos, puedes heredar las modificaciones genéticas que conllevan. Y las modificaciones genéticas resultantes de que consumas demasiado azúcar refinado podrían afectar al ADN de tus hijos.
Así, cada generación corre un riesgo mayor de enfermedad que la anterior. Pero la frase clave aquí es "en riesgo". Aunque tengas una disposición genética para la enfermedad, no estás condenado a ese destino. Modificando tu comportamiento, puedes influir en tus genes para promover una salud óptima y minimizar la enfermedad.
7 Maneras de influir en tus genes para tener un yo más sano:
1. Come alimentos reales e integrales
Los mejores alimentos disponibles son los que no tienen etiquetas nutricionales. Las frutas y verduras frescas y las fuentes de proteínas sostenibles son lo mejor de la naturaleza. Come alimentos frescos y locales, evitando los pesticidas, los OMG y los aditivos. Elimina la complejidad de la salud volviendo a lo básico con tu alimentación. Para inspirarte, ¡prueba el batido de desayuno favorito del Dr. Mark Hyman!
2. Cambia el aceite de tu cuerpo
La mayoría de los estadounidenses consumen una sobreabundancia de grasas omega-6, lo que deja a sus cerebros pidiendo ácidos grasos omega-3. Los omega-3 componen el 60% de tu cerebro y combaten la inflamación, las enfermedades cardiacas y la diabetes. Cambia los alimentos inflamatorios cargados de omega-6 por la cornucopia de omega-3 de la naturaleza: sardinas salvajes, salmón, frutos secos (las nueces son los mejores) y semillas (¡prueba las semillas de sacha inchi!).
3. Come para equilibrar el azúcar en sangre
Consume la misma cantidad de proteínas y almidón (piensa más allá de los cereales, en frutas y verduras), y compleméntalo con grasas saludables, como las de la carne de vacuno alimentado con pasto, el pollo criado en pastos o los frutos secos y las semillas. Las proteínas y las grasas ayudan a frenar el aumento de insulina de los hidratos de carbono. Esto no sólo te proporciona una energía uniforme a lo largo del día, sino que también te protege contra la obesidad, la diabetes y el cáncer, que pueden estar causados por unos niveles de insulina crónicamente elevados.
4. Redefine tus productos lácteos
Los lácteos son una causa frecuente de afecciones digestivas, eccema, acné, sinusitis, asma y alergias. Prueba a no tomar lácteos durante al menos cuatro semanas y observa cómo responde tu cuerpo. Abandonar los lácteos no significa privarse: hay una gran cantidad de deliciosas alternativas lácteas, como la leche de coco, la leche de almendras y la leche de anacardos.
5. Aléjate del trigo
Nuestros antepasados comían mucho menos trigo del que consumimos nosotros, y el que comían tenía un contenido mucho menor de almidón y gluten. Mientras que ellos incluían trigo en quizá una comida al día, nosotros lo consumimos todo el día: un bollo en el desayuno, un bocadillo en el almuerzo, pasta en la cena y tarta de postre. Comer esta cantidad de trigo contribuye a la inflamación y la obesidad, y hace que tu azúcar en sangre suba y luego baje, dejándote con hambre de más. El Dr. Hyman recomienda una eliminación de prueba del gluten para ver cómo responde tu cuerpo.
6. Da la bienvenida a los bichos amistosos a tu microbioma intestinal
Dato curioso: tu cuerpo está formado por más microorganismos que células humanas (¡tu microbioma intestinal supera en número a los organismos del cuerpo humano en aproximadamente 10-100 veces!) Cuando consumes alimentos cultivados ricos en probióticos, como el kéfir, el yogur y el chucrut, apoyas un microbioma intestinal que previene el cáncer, minimiza la inflamación, optimiza el metabolismo y mantiene una expresión génica saludable. El ADN sano de la microbiota intestinal se correlaciona con el ADN humano sano.
7. Preserva una respuesta saludable al estrés
Nuestro cuerpo responde al estrés activando vías bioquímicas, que liberan moléculas que alteran tu ADN. Esto debilita tu estabilidad genética y aumenta tu riesgo de padecer trastornos psicológicos, incluida la depresión. Además, los cambios inducidos por el estrés en tu ADN pueden transmitirse a las generaciones futuras, reorganizando su mecanismo de respuesta al estrés y exponiéndolas también al riesgo de enfermedad. Reduce los factores de estrés de tu vida y aprende a afrontar el estrés que no puedes evitar para conseguir una expresión genética saludable.
¿Qué cambio vas a hacer esta semana para empezar a activar genes "sanos" y desactivar genes "enfermos"? ¡Compártelo en los comentarios de abajo!
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