"La comida es medicina... o es la forma más lenta de veneno. Y cada uno puede elegir".
La mayoría de la gente probablemente esté de acuerdo con estas sabias palabras del profesor visitante del IIN (¡y licenciado!) Pete Evans. Este chef, autor y personalidad televisiva australiano es un defensor del poder transformador de los alimentos integrales.
Sin embargo, sus opiniones dietéticas más específicas son mucho más controvertidas. Evans es un apasionado defensor de la dieta paleo, que él define principalmente como la eliminación de los alimentos que pueden causar inflamación y la celebración de los que no.
Eso significa comer pequeñas cantidades de carne de alta calidad y de buena procedencia que haya sido alimentada con una dieta natural; muchas verduras; y algunas grasas saludables en forma de aguacates, frutos secos y semillas.
¿Los alimentos que hay que eliminar? Cereales, legumbres, azúcar y lácteos.
Mucha gente se muestra escéptica ante las virtudes de la dieta paleo, incluido el reportero australiano Mike Willesee. En una entrevista reciente, Willesee se sentó con Evans para interrogarle sobre los supuestos beneficios de la paleo y expresar su incredulidad.
Sin embargo, Willesee también sentía curiosidad. Como alguien que bebía dos latas de Coca-Cola al día, comía muy pocas verduras y luchaba con su peso, Willesee sabía que necesitaba un cambio.
Una visita al médico le impulsó a actuar: tenía sobrepeso y niveles elevados de colesterol, inflamación y homocisteína, lo que le exponía a un alto riesgo de ictus e infarto de miocardio.
Con la orientación de Evans, Willesee decidió convertirse en "miembro a prueba de la tribu paleo" durante un reto de 10 semanas.
En la entrevista que documenta su viaje, Willesee experimentó una poderosa transformación de su salud en sólo cinco semanas. Sus niveles de homocisteína pasaron de extremadamente altos a normales, pudo abrocharse el cinturón dos muescas más pequeño y se le alivió el dolor de espalda.
¿Se había subido Willesee al carro de la paleo? No tan rápido. Seguía mostrándose reacio a renunciar a los alimentos que le habían gustado toda la vida (¡el helado!) y dudaba en hacer recomendaciones a los telespectadores. Según sus propias palabras, se trataba de su experimento y él era la rata de laboratorio; los telespectadores podían sacar de él lo que quisieran.
No podríamos estar más de acuerdo con la conclusión de Willesee. Como dice el fundador del IIN, Joshua Rosenthal: "Tienes acceso gratuito, las 24 horas del día, al laboratorio más sofisticado del mundo para comprobar cómo afectan los alimentos a tu cuerpo y a tu salud. Estás viviendo en él".
Eso significa que la mejor forma de saber si una dieta es "buena" o "mala" es simplemente probarla por ti mismo y ver lo que hace por ti. No existe una dieta única para todos, y aunque la dieta paleo puede muy bien producir transformaciones espectaculares en algunas personas, otras prosperan comiendo cereales, lácteos y legumbres. Depende de ti encontrar lo que te funciona. Ésa es la esencia de lo que llamamos bioindividualidad.
¿Qué opinas? ¿Probarías alguna vez un reto paleo? ¿Qué opinas de la dieta paleo? Nos encantaría conocer tu opinión en la sección de comentarios.
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