Uno de los síntomas posparto más comunes de los que las mujeres no hablan lo suficiente es la caída del cabello, también denominada alopecia posparto. Según la Asociación Americana del Embarazo, la alopecia posparto afecta a entre el 40% y el 50% de las mujeres. ¿A quién queremos engañar? El embarazo puede ser uno de los momentos más emocionantes y estresantes de tu vida. Pasas nueve meses adaptándote diariamente a los cambios de tu cuerpo, por no hablar de las náuseas matutinas, el aumento de peso y el ardor de estómago, pero sabes que hay una luz al final del túnel. Te dices a ti misma que cuando superes esos nueve meses, ese pequeño paquete de alegría hará que todo merezca la pena.
Por muy entusiasmados que estén con la reciente incorporación a la familia, la mayoría de los padres primerizos se preocupan por cosas básicas como las tomas, las noches en vela y los cambios de pañal. Quieren asegurarse de que lo están haciendo todo bien, y eso es de esperar. En el caso concreto de las nuevas mamás, están deseando perder el "peso del bebé" ganado durante el embarazo. Lo que no esperan es perder mechones de pelo a diario. De hecho, la mayoría de las mujeres afirman tener el pelo más abundante y grueso durante el embarazo. Es el cambio drástico de ese voluminoso cabello del embarazo a la caída del cabello después del parto lo que sorprende, aterroriza y acompleja a las madres primerizas.
Durante el embarazo, el aumento de estrógenos hace que el pelo permanezca más tiempo en la fase de crecimiento. Cuando el pelo entra en este ciclo latente, pierdes menos pelo. Esto se llama fase telógena. Tomar vitaminas prenatales también ayuda a mantener el pelo brillante y vibrante. Esta combinación deja la piel resplandeciente y el pelo abundante y lujoso. Una vez que tienes el bebé, el descenso repentino de los niveles de estrógeno obliga a tu cabello a entrar en la siguiente fase, el efluvio telógeno, también conocida como fase de caída del cabello. Ahora empiezas a perder todo el pelo que no soltabas cuando estabas embarazada.
Por lo general, las mujeres pierden entre 50 y 100 cabellos al día. Obviamente, esto no ocurre de golpe, pero la caída gradual del cabello lo hace más sutil. En comparación, la cantidad de pelo que se pierde por la caída posparto puede llegar a ser de ¡400 pelos al día! La caída del cabello después del parto es inevitable, pero es justo decir que algunas mamás lo pasan mucho peor que otras.
He aquí las 10 cosas más importantes que puedes hacer para limitar la caída del cabello después del parto y favorecer el crecimiento sano de cabello nuevo:
La mayoría de las mujeres embarazadas saben que deben tomar sus vitaminas prenatales cuando intentan concebir y durante el embarazo, pero no se dan cuenta de que tomarlas después del parto realmente ayuda. No hay estudios que afirmen que las vitaminas prenatales detengan la caída del cabello después del embarazo, pero los nutrientes añadidos pueden ayudar sin duda a la salud general y a la nutrición del cabello, y desde luego no hacen daño.
Aunque tomes vitaminas, tu cuerpo absorbe mejor los nutrientes a través de los alimentos que comes. Cuantos más alimentos reales e integrales comas, mejor. Los alimentos ricos en hierro, zinc, vitaminas D y C, y vitaminas B, como la biotina, ayudan a producir y mantener niveles sanos de colágeno en la piel y los folículos pilosos. Entre ellos están las bayas; frutas cítricas, como las naranjas y los pomelos; y las frutas tropicales, como el mango y la piña. Las proteínas, como el pescado y los huevos, también son grandes fuentes de algunos de estos nutrientes.
Puede que sea más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo para las madres primerizas, pero debes recordar que el sueño es reparador y regenerador. Permite que el cuerpo y los órganos descansen y se recuperen durante la noche para estar en forma al día siguiente.
Esto también puede resultar difícil para todas las madres primerizas, pero intenta tomarte algo de tiempo para ti durante el día. El estrés suele estar relacionado con la caída del cabello. Ya sean 10 minutos de meditación o simplemente dedicarte tiempo para relajarte, reducir el estrés es beneficioso y puede frenar la caída del cabello.
Hacerse un nuevo peinado más corto, sobre todo con más capas, no sólo ayudará a que vuelva a crecer el pelo, sino que mientras tanto hará que parezca más voluminoso. Cortar las puntas abiertas limitará las roturas y permitirá que el pelo crezca uniformemente.
Utilizar los productos capilares adecuados, sobre todo los que no contienen toxinas, puede aportar suavidad y vitalidad al cabello, en lugar de dañarlo y hacer que parezca apagado y encrespado.
Tanto si eliges añadir aceites naturales para el crecimiento del cabello, como el aceite de ricino o de almendras, a tu régimen de cuidado capilar, masajear el cuero cabelludo desempeña un papel integral en el buen cuidado del cabello. Estimular y calmar el cuero cabelludo con un masaje o un cepillado del cuero cabelludo aumenta el flujo sanguíneo a la zona, lo que a su vez genera el crecimiento del cabello.
La mayoría de nosotros no nos damos cuenta de lo mucho que sometemos a nuestro pelo a diario, ¡hasta que empieza a caerse! Usar calor en el pelo lo reseca y lo deja quebradizo, provocando que se caiga aún más. Si no tienes más remedio que secarte el pelo, utiliza un spray o suero protector del calor y evita utilizar el ajuste de temperatura más alto.
Esto puede ser mucho más difícil de hacer en invierno o si vives en un clima frío, pero lavarte el pelo con agua caliente permite que los poros se abran. El pelo poroso no sólo tiene un aspecto poco saludable, sino que es vulnerable al encrespamiento y la rotura. Si te lavas el pelo con agua caliente, al menos intenta terminar con un aclarado frío al final.
Al igual que los niveles hormonales cambian durante el embarazo, las hormonas también pueden verse afectadas drásticamente durante el periodo posparto. Si experimentas una caída importante del cabello tras el nacimiento de tu hijo, habla con tu médico para descartar otras fuentes, como una función tiroidea anormal o anemia.
Por aterradora que sea la caída del cabello tras el parto, la buena noticia es que suele durar poco. Normalmente sólo dura seis meses, y para cuando tu bebé esté listo para celebrar su primer cumpleaños, el pelo ya habrá vuelto a crecer. Como con cualquier otra cosa en la vida, el conocimiento es poder. Mantenerte bien informada sobre tu cuerpo te proporciona los conocimientos necesarios para afrontar cualquier problema que surja. Por muy feliz que pueda ser el embarazo, es una época estresante. Rodearte de otras madres recientes es una forma estupenda de compartir información y aprender unas de otras.
Una Asesora Sanitaria en Nutrición Integrativa puede ser justo el recurso que necesitas para ayudarte a superar momentos estresantes. O puede que tu experiencia como madre primeriza te haya animado a convertirte en una de ellas para compartir tu viaje con otras madres que atraviesan dificultades similares.