¿Es la comida basura tan adictiva como la cocaína o la heroína?
Según un nuevo estudio, la comparación puede no ser tan descabellada como parece.
Cualquiera que haya luchado alguna vez con su peso sabe que resistirse a un antojo de un donut o un Big Mac es mucho más difícil que "mantenerse fuerte" o "ejercer fuerza de voluntad". Sin embargo, en una cultura que idolatra la delgadez, hay mucha vergüenza y odio hacia uno mismo asociados a los hábitos alimentarios poco saludables.
Una nueva investigación del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología arroja una luz más compasiva sobre las ansias de comer.
En el estudio, se realizaron resonancias magnéticas a 39 personas obesas y a 42 personas de peso normal y se les mostraron fotografías de comida tipo bufé. Las personas obesas presentaban una estimulación mucho mayor en el "centro de recompensa" del cerebro que las personas de peso normal. Tres meses después, los investigadores midieron el IMC de los pacientes y descubrieron que el 11% del aumento de peso de los participantes obesos podía predecirse por este comportamiento cerebral.
En esencia, el estudio descubrió que los antojos de comida están "cableados" en el cerebro de las personas con sobrepeso de forma similar a las adicciones al alcohol o a sustancias.
¿Por qué es importante este estudio? Cuanto mejor comprendamos qué desencadena la obesidad, mejor podremos tratarla. Y como nos enfrentamos a una crisis sanitaria sin precedentes, con tasas de enfermedades crónicas que se disparan, los antojos de comida se han convertido en una cuestión de vida o muerte.
El plan de estudios de Nutrición Integrativa explora los antojos en profundidad y es un tema clave que los Entrenadores Sanitarios tratan cuando trabajan con los clientes. En lugar de considerar los antojos como debilidades, los vemos como mensajes importantes de tu cuerpo destinados a ayudarte a mantener el equilibrio.
Como dice el fundador del IIN, Joshua Rosenthal: "Según mi experiencia, la parte de nosotros que no puede controlarse es en realidad nuestra guía interior hacia la salud y la felicidad. Siempre que tu cuerpo tenga antojo de algo, detente un momento y pregúntate: "¿Qué está pasando aquí realmente?"".
Nuestro plan de estudios te enseña a deconstruir tus antojos y a desarrollar un diálogo con tu cuerpo basado en el amor a ti mismo. Aunque las causas y las soluciones son complejas, he aquí algunas preguntas que debes hacerte la próxima vez que tengas un antojo:
Recuerda que tu cuerpo te ama incondicionalmente y hace todo lo que puede para mantenerte vivo y en funcionamiento. Puedes alimentarlo con basura, y la convertirá en energía para alimentar tu vida. Puedes privarle de sueño, pero seguirá levantándote y poniéndote en marcha a la mañana siguiente. Puedes beber demasiado alcohol, y aún así lo procesará a través de tu sistema.
La próxima vez que experimentes un antojo, intenta pensar en tu cuerpo como en un bebé que llora y necesita ternura y amor. El bebé no puede hablar, así que depende de ti responder con amor y compasión e intentar averiguar qué le pasa. Ése es el primer paso para construir una relación de amor mutuo.
¿Tienes experiencia con antojos intensos? ¿Qué te resultó útil o inútil? Háznoslo saber en la sección de comentarios de abajo.
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