Tanto si se debe a la pérdida del empleo, a una deuda de la tarjeta de crédito, a una factura médica inesperada o a una combinación de cosas, la incertidumbre económica es uno de los factores de estrés más comunes que experimentan las personas.
Como cualquier fuente de estrés abrumador, los problemas económicos pueden pasar una factura enorme a tu salud mental y Salud física, relaciones, y a tu calidad de vida en general. El estrés económico puede afectar a tus emociones, dejándote inusualmente enfadado, temeroso y deprimido, y puede provocar tensiones y discusiones con tus seres queridos y amigos.
En el peor de los casos, las deudas y el estrés financiero pueden conducir a sentimientos de suicidio. Si tú o alguien que conoces está mostrando signos de pensamientos o acciones suicidas, ponte en contacto con cualquiera de estos números para obtener ayuda inmediata.
Sin embargo, por muy desesperadas que parezcan las cosas, hay ayuda disponible. Si te enfrentas directamente a la fuente de estrés financiero, puedes encontrar el camino hacia una situación económica menos difícil.
Cualquier cantidad de estrés se cobra un peaje en tu cuerpo, y el estrés financiero a veces puede sentirse que lo consume todo. Las deudas médicas, las de las tarjetas de crédito y las de los préstamos estudiantiles contribuyen a la abrumadora sensación de estrés económico. Incluso las preocupaciones económicas a corto plazo pueden tener efectos duraderos.
Las dificultades económicas son una causa frecuente de estrés y ansiedad. El impacto en la salud mental de las personas puede ser especialmente grave si recurren a recortar gastos esenciales, como calefacción y comida, o si los acreedores se muestran agresivos o insensibles al cobrar las deudas.
La adversidad económica reduce drásticamente los índices de recuperación de las enfermedades comunes salud mental . Las personas con deudas tienen más probabilidades de sufrir depresión que las que no tienen dificultades económicas.
Cuando estás sometido a estrés financiero, tienes menos acceso al dinero para las necesidades cotidianas, y mucho menos a las importantes cantidades que suelen necesitarse durante las emergencias. En 2018, el 30% de los estadounidenses admitieron que habían retrasado la atención médica porque no podían permitírsela.
Aunque retrasar la asistencia sanitaria puede ahorrar dinero a corto plazo, retrasarla puede provocar problemas médicos más graves y, a su vez, mayores costes. Sin embargo, los estadounidenses gastan más del doble que otros países comparables en gastos sanitarios, por lo que es probable que éste sea un factor contribuyente.
El estrés económico también puede influir en la probabilidad de que adoptes comportamientos poco saludables, como comer en exceso, apartarte de los círculos sociales y abusar del alcohol y/o las drogas. Estas actividades también pueden aumentar tu carga económica, si gastas dinero que no tienes en estos hábitos.
El estrés puede causar estragos en tu Salud física y el estrés financiero no es una excepción. El estrés constante puede provocar dolores de cabeza, falta de sueño, problemas digestivos, enfermedades cardiacas y mucho más. Cuando nuestro cuerpo está sometido a un estrés constante, nuestro sistema inmunitario también se resiente, dejándonos vulnerables a resfriados, gripes y virus.
Muchas de las formas de afrontar otros tipos de estrés también funcionan con el estrés financiero. Por ejemplo, hacer suficiente ejercicio, seguir una dieta sana, beber suficiente agua y dormir lo suficiente pueden beneficiarte físicamente mientras te enfrentas a las presiones económicas.
Puede parecer un primer paso obvio, pero cuando estás en medio de problemas económicos, es fácil sentirse abrumado con las tareas más sencillas. Empieza por hacer una lista de las obligaciones financieras que tienen prioridad, como el alquiler, los servicios públicos y los pagos de préstamos. Luego haz una lista de las cosas en las que te gustaría trabajar, como resolver las deudas de las tarjetas de crédito, aumentar las cuentas de ahorro y pagar las reparaciones del coche. También puedes llevar una lista diaria o semanal de en qué gastas dinero, para ver dónde se pueden recortar gastos.
Al igual que el estrés financiero puede estar causado por una amplia gama de problemas, existe una amplia gama de soluciones. Tu plan para afrontar la deuda y el estrés financiero podría incluir:
Si has echado un buen vistazo a tus finanzas y has hecho recortes donde has podido y tus facturas siguen siendo más de lo que llevas a casa, tienes tres opciones: más ingresos, menos gastos o una combinación de ambos. La forma de alcanzar esos objetivos requerirá el cumplimiento estricto de un plan financiero.
Escribir un blog, conducir para un servicio de viajes compartidos, hacer entregas de comestibles y vender en Internet a través de plataformas como Etsy son formas de conseguir un poco más de dinero en tu bolsillo. Un trabajo extra es una opción para engrosar tu presupuesto mensual, pero dependiendo del trabajo, puede suponer más estrés del que merece la pena.
El estigma que rodea a las deudas puede hacer que a la gente le cueste pedir ayuda, pero no hay motivo para avergonzarse. Pedir ayuda no significa pedir dinero a familiares y amigos; significa confiar en otras personas que han tenido experiencias similares para que te orienten. También puede significar buscar apoyo profesional, en forma de asesores financieros, o consultar a entrenadores de vida o de Salud. Estos entrenadores pueden ayudarte a planificar un camino para superar tu estrés financiero.
autocuidado es una acción consciente que realizas para promover tu propio bienestar físico, emocional y salud mental. También es vital para desarrollar tu capacidad de recuperación ante cualquier estrés financiero que puedas estar experimentando. autocuidado no tiene por qué costar dinero y puede ayudarte mucho a desestresarte. Actividades como pasar tiempo al aire libre, realizar ejercicios de respiración, hacer ejercicio o simplemente cambiar las sábanas son formas gratuitas de practicar autocuidado. Obviamente, autocuidado no resolverá tus problemas económicos, pero puede hacerte sentir un poco mejor mientras tanto.
El estrés financiero es algo con lo que casi todo el mundo tendrá que lidiar en algún momento de su vida. Sean cuales sean tus circunstancias particulares, hay formas de superar los tiempos económicos difíciles, reducir los niveles de estrés y, en última instancia, recuperar el control de tus finanzas.
La información proporcionada en este artículo no constituye asesoramiento profesional y/o financiero; en cambio, toda la información y el contenido tienen únicamente fines informativos generales.