Cambios nutritivos de tus comidas reconfortantes favoritas
Ya conoces la situación: Has tenido un día horriblemente largo y estresante en el trabajo y lo único que quieres es algo reconfortante al llegar a casa, pero no quieres enfrentarte a la indigestión, los dolores de cabeza, los calambres de barriga o la fatiga postcomida que pueden provocar los alimentos reconfortantes tradicionales.
Que no cunda el pánico: con unos sencillos cambios, incluso tus comidas reconfortantes favoritas de toda la vida pueden estar repletas de vitaminas y minerales.
Cuando se te antoja algo cursi o cremoso
Es cierto que algunas grasas son mejores que otras, pero no hay por qué tener miedo a las grasas alimentarias: ¡son parte esencial de una dieta equilibrada!
La nata espesa (también llamada nata para montar) se utiliza a menudo en repostería, helados, sopas y salsas, alimentos que solemos desear cuando estamos estresados. La nata espesa tiene entre un 36% y un 40% de grasa láctea y es una buena fuente de calcio, fósforo, vitamina D, riboflavina y vitamina B12. Sin embargo, muchas personas no pueden tolerar la nata espesa porque son alérgicas o sensibles a los lácteos, lo que hace que algunas de sus comidas favoritas estén prohibidas.
Si buscas una alternativa a la crema láctea, prueba a combinar aceite de oliva con leche de soja para obtener una textura sustanciosa llena de vitaminas y minerales, especialmente vitaminas E y K y omega 6.
La nata de coco también puede sustituir a la nata espesa a partes iguales. Se utiliza mejor en platos de sabor más dulce, pero también puede emplearse en currys y sopas picantes para "enfriar" el picante. La crema de coco tiene un alto contenido en minerales esenciales, como el potasio y el magnesio, y contiene triglicéridos de cadena media (grasas MCT), que pueden mejorar el rendimiento del ejercicio y tienen propiedades antibacterianas y antifúngicas.
En cuanto al queso, prueba las variedades elaboradas con leche de animales alimentados 100% con pasto. Este tipo es el más rico en algunos de los nutrientes más destacados del queso: vitamina A, vitamina B12, zinc, fósforo y riboflavina. También contiene ácidos grasos omega-3 y vitamina K2.
Y no tengas miedo de los quesos más grasos: muchos contienen ácido linoleico conjugado (CLA), que se cree que previene las enfermedades cardiacas y reduce la inflamación.
Cuando se te antoja algo dulce
Los alimentos dulces son deliciosos, pero se ha demostrado que un exceso de azúcar tiene efectos perjudiciales para la salud humana. Sustituir el azúcar por alternativas artificiales como la sucralosa puede ser igual de perjudicial, así que opta por un sustituto totalmente natural.
Entre los sustitutos naturales están la estevia, el extracto de fruta monje, el azúcar de coco, la miel y el sirope de arce puro. Estos edulcorantes contienen más vitaminas y minerales que el azúcar común. Algunos de ellos también tienen un índice glucémico más bajo, lo que significa que no provocarán tantos picos en tu nivel de azúcar en sangre.
Incluir en tu dieta edulcorantes integrales como el plátano(¿alguien quiere helado?) o el boniato puede ayudarte a proporcionar parte del sabor dulce que buscas, a la vez que te ofrece un impulso nutricional. De este modo, puedes saciar tu apetito por lo dulce a la vez que consumes nutrientes esenciales! comprobar echa un vistazo a estos brownies de remolino de calabaza para inspirarte.
Cuando tienes antojo de hidratos de carbono
Si tienes antojos constantes de hidratos de carbono, puede significar que tu cuerpo busca una fuente de energía rápida, tal vez porque estás cansado o estresado. Pero cuando te entre ese antojo, puedes aumentar el valor nutritivo de tu comida cambiando los cereales refinados por otros integrales o germinados. Obtendrás más vitaminas y minerales, como fibra, folato, niacina, manganeso, etc.; además, te sentirás saciado durante más tiempo, ¡y te sentirás realizado por mantener tu estilo de vida saludable!
Si no tienes gluten, hay montones de opciones para sustituir los cereales refinados: arroz, quinoa, amaranto, mijo, trigo sarraceno y más. ¿El arroz frito es tu comida del alma? ¡Incluso hay una receta estupenda de arroz frito con quinoa!
Cuando tengas antojo de algo frito
Con sólo un poco de aceite, reboza tu comida en pan rallado integral y métela en el horno para hornearla. Este método le dará el toque crujiente y salado que anhelan tus papilas gustativas.
¿Te mueres por unas patatas fritas? Corta boniatos o patatas blancas en tiras y hornéalas hasta que estén crujientes. Rocía las tiras con aceite de oliva y añade tus condimentos favoritos para conseguir realmente el sabor que buscas.
Siguiendo estos consejos, puedes hacer que los alimentos reconfortantes sean más sanos y disfrutar más a menudo de tus favoritos: macarrones con queso, helado y patatas fritas incluidos. Pero recuerda que es perfectamente bien satisfacer tus antojos y comer también las versiones normales de tus comidas favoritas.
En el IIN, reconocemos que la comida puede nutrirte tanto a nivel primario como secundario: Si comerte un trozo de tarta en la fiesta de cumpleaños de tu amigo te va a hacer feliz tanto física como emocionalmente, ¡cómetelo! Sólo asegúrate de controlar tus antojos con atención.
Nutrir tu alma es tan importante como nutrir tu cuerpo, y recuerda que todo el patrón alimentario, no sólo un nutriente sobre otro, es importante para la salud en general.
¿Estás interesado en convertirte en Entrenador Sanitario de Nutrición Integrativa? ¡Haz clic aquí para obtener más información hoy mismo!