Es una pregunta antigua: ¿Cuántas veces a la semana debo hacer ejercicio?

Por desgracia, no existe un número mágico ni una fórmula sencilla para encontrar la respuesta. Al igual que ocurre con la comida, el concepto de bioindividualidad se aplica al ejercicio, y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra.

Aparte de lo que mejor le siente a tu cuerpo, hay una serie de factores a tener en cuenta a la hora de desarrollar un régimen de entrenamiento. Una pregunta importante es: ¿Por qué hago ejercicio?

La gente hace ejercicio por muchas razones: para mantenerse sana, despejar la mente, perder peso, tonificarse o mantener la salud en general, por nombrar algunas. Tu rutina de entrenamiento más eficaz dependerá de tu motivación y de los resultados que busques.

Sean cuales sean tus razones, existen algunas líneas básicas sobre la frecuencia con la que debes hacer ejercicio.

Según la Asociación Americana del Corazón, es importante mantenerse físicamente activo para prevenir las enfermedades cardiacas (la primera causa de muerte en Estados Unidos) y los accidentes cerebrovasculares (la quinta).

La Asociación Americana del Corazón recomienda 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana para mejorar la salud cardiovascular. Una forma fácil de conseguirlo es hacer ejercicio 30 minutos al día, cinco días a la semana. La Asociación Americana del Corazón también aconseja incorporar al menos dos días de entrenamiento de fuerza de intensidad moderada a alta cada semana para obtener beneficios adicionales para la salud.

¿Y qué pasa con esos días de "descanso"? Muchos expertos en salud y bienestar proponen que muevas el cuerpo todos los días. Dado que muchos de nosotros pasamos más de ocho horas sentados en un escritorio, es importante hacer un esfuerzo por mantenernos activos todos los días, aunque no puedas ir al gimnasio. Dar un paseo a la hora de comer, subir las escaleras o bajar del tren o del autobús una parada antes son formas estupendas de dar algunos pasos más.

Si quieres acelerar tu rutina de entrenamiento, aquí tienes algunos consejos útiles:

1. Planifica tus entrenamientos al principio de la semana. Si planificas qué días vas a estar activo, es menos probable que te saltes el gimnasio. Desarrolla una rutina de ejercicios para mantenerte motivado y alcanzar tus objetivos cada semana.
2. Recluta a un amigo. Si te comprometes a hacer ejercicio con un amigo, ¡probablemente no optarás por el sofá en su lugar! También es una forma estupenda de ponerse al día y socializar mientras se mantienen los hábitos saludables.
3. Encuentra algo que te guste. Es mucho más probable que salgas de la cama para entrenar temprano o que dediques tiempo al final del día si haces algo que realmente te gusta. Encontrar un entrenamiento que te guste puede requerir cierto esfuerzo, pero esperarás con impaciencia el momento de ir al gimnasio.
4. Escucha a tu cuerpo. Presta atención a lo que tu cuerpo necesita, ya sea un día de descanso extra o una larga carrera al aire libre en lugar de hacer pesas. No tengas miedo de desviarte de tu programa para darle a tu cuerpo un poco más de cariño.
5. Sé amable contigo mismo. Como ocurre con cualquier rutina o hábito, todos nos desviamos del camino a veces. Recupérate tras unas vacaciones, una comida indulgente o una semana ajetreada, y recuerda que mañana es un nuevo día para trabajar por tus objetivos.

¿Cómo es tu rutina de entrenamiento? ¡Háznoslo saber en los comentarios de abajo!

¿Estás interesado en convertirte en Entrenador Sanitario de Nutrición Integrativa? ¡Infórmate aquí!