Whole30 y Más: Cómo Triunfar de Verdad con un Reajuste Dietético de 30 Días
Después de las fiestas, puede que sientas que a tu dieta le vendría bien un reajuste, y es probable que un mes de alimentación limpia te resulte atractivo, sobre todo ahora. Un plazo de 30 días es ideal porque es tiempo suficiente para notar una diferencia en cómo te sientes, pero realista para estar dispuesto a suprimir alimentos que normalmente te gustan para probar nuevos hábitos.
Whole30 es un ejemplo de un popular restablecimiento dietético de 30 días, y muchos han probado y tenido éxito con este estilo de dieta. Con directrices claras y seguidores devotos, no es de extrañar que esta dieta se esté poniendo de moda tan rápidamente. Pero este estilo de dieta no es para todos.
La abundancia de verduras sin almidón, marisco, huevos y carne son los componentes principales de la dieta Whole30, mientras que se eliminan los cereales, los lácteos, la mayoría de las legumbres y, lo que es más importante, el azúcar añadido, los alimentos muy procesados y los ingredientes artificiales.
A algunos puede resultarles difícil mantener la eliminación de alimentos nutritivos como los cereales integrales y las legumbres, sobre todo si tienden a limitar los productos animales. Como bioindividuos, no hay una dieta que funcione para todos, por lo que experimentar y personalizar puede ayudar a determinar el restablecimiento dietético que mejor funcione para ti.
Si quieres hacer un cambio de dieta para empezar el año sintiéndote bien, los principales alimentos que debes evitar son los cereales refinados, el azúcar añadido y las bebidas alcohólicas.
Independientemente de si decides incluir proteínas animales (como Whole30) o seguir un reajuste más vegano/vegetariano, las dietas bajas en alimentos refinados y altas en alimentos integrales pueden ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir la inflamación y disminuir el riesgo de enfermedades crónicas.
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán tanto si sigues la dieta Whole30 como si estás pensando en hacer tu propio reinicio de 30 días.
Prepárate para el éxito
Comprometerse a un restablecimiento dietético de 30 días es un reto, sobre todo si es muy diferente de tus hábitos alimentarios habituales. Para prepararte para el éxito, un poco de planificación puede ayudarte mucho.
Si dejas tus comidas al azar -o a decisiones de última hora- te resultará mucho más difícil ceñirte a los alimentos limpios. Planifica tus comidas y tentempiés con bastante antelación para tener éxito. Piensa cuándo tendrás tiempo para preparar la comida y elige comidas que se ajusten a tu horario. Si tienes que llevar comida al trabajo, prepárala la noche anterior para que esté lista por la mañana.
Tómatelo día a día
Intenta no ser duro contigo mismo si tienes un mal día o comes algo un poco indulgente. Reconócelo, explora sus orígenes y sigue adelante, día a día.
Si vas a desviarte del reinicio, hazlo conscientemente. Es importante disfrutar conscientemente de la comida, el tentempié o la bebida y abstenerse de excederse. Del mismo modo, intenta centrarte en cómo los alimentos integrales y nutritivos que comes contribuyen a tu salud y te nutren, en lugar de dedicar tiempo a preocuparte por un alimento que "no deberías" comer.
Encuentra apoyo
Intentar un reset de 30 días con un amigo, pareja o familiar es una forma estupenda de apoyarse mutuamente y hacerlo más divertido.
Las personas de las que nos rodeamos influyen significativamente en nuestras elecciones alimentarias, por lo que tener a alguien centrado en objetivos similares puede facilitar la elección de opciones nutritivas. Podéis compartir recetas, cocinar juntos e incluso entrar en comprobar para ver cómo le va al otro.
Muéstrate abierto a reevaluar
El restablecimiento debe consistir en alimentarse y no en restringirse, así que si empieza a parecerte estresante o que está afectando negativamente a tu relación con la comida, es hora de reevaluarlo.
Si algo no te funciona, no lo mantengas sólo por no querer dejarlo. comprobar con cómo te sientes durante el restablecimiento: ¿Cómo es tu nivel de energía? ¿Cómo va tu digestión? ¿Duermes más plácidamente? ¿Y tu estado emocional?
Considéralo como un experimento y sigue perfeccionando lo que favorezca tu salud y bienestar y funcione mejor para ti.
Independientemente del tipo de restablecimiento que elijas, sé amable contigo mismo. Si decides continuar con este estilo de alimentación, ¡genial! Si no, ¡también estupendo!