Ajo negro: Un nuevo superalimento?
A primera vista, puede que no te entusiasme tanto poner ajo negro en tu plato de comida. Pero las apariencias engañan. ¿Se parece a pequeños guijarros gelatinosos de carbón? Seguro. Pero su sabor dulce y no acre y sus beneficios nutricionales podrían hacerte un creyente (y el hecho de que evitarás el aliento a ajo después de comerlo tampoco hace daño).
CÓMO SE HACE
El ajo negro, creado en Corea, se trata lentamente con calor y alta humedad durante aproximadamente un mes, lo que permite una reacción de Maillard, la misma reacción química que dora el pan y tuesta los malvaviscos. El resultado es una cabeza de dientes caramelizados, almibarados y balsámicos, con una consistencia similar a la del ajo asado.
BENEFICIOS
Se ha demostrado que el ajo negro tiene niveles más altos de antioxidantes que el ajo crudo, así como 18 veces más S-alil-cisteína (SAC), un compuesto que puede reducir el colesterol y proteger el corazón. El ajo negro también puede prevenir el cáncer y la diabetes, y un estudio ha descubierto que tiene efectos positivos sobre la función hepática, lo que lo hace beneficioso para quienes tienen problemas de hígado.
CÓMO SERVIRLO
El ajo negro, que puedes encontrar en la mayoría de los mercados especializados, puede prepararse de forma similar al ajo asado: para untar y en puré con aceite de oliva para salsas o aliños. Su sabor es especialmente complementario con el pollo asado y los filetes, pero los amantes de las verduras no deben sentirse decepcionados: va igual de bien en salteados y como glaseado en kale y otras verduras. Encuentra recetas aquí.
¿Has cocinado con ajo negro? ¿Qué te ha parecido? ¿Cómo lo has preparado? Cuéntanoslo en los comentarios de abajo.