El momento "ajá": muchos de nuestros estudiantes toman la decisión de matricularse basándose en él, mientras que otros lo tienen una vez que empiezan el programa. Danielle DuBoise, graduada en 2011, tuvo su momento mientras estaba tumbada en una esterilla de yoga.

Inspirada por la idea de ayudar a otros a cosechar los beneficios de mantener un estilo de vida saludable, encontró la Nutrición Integrativa y se inscribió en el Programa de Formación de Entrenadores Sanitarios. Desde que se graduó, ha perseguido su aspiración de ayudar a otros a estar sanos, y ha cofundado Sakara Life, una empresa de reparto de alimentos con sede en Nueva York.

Las opciones para pedir comida en NYC son infinitas: puedes conseguir prácticamente cualquier tipo de comida horneada, hervida o frita que desees, en cualquier momento. ¿Pero mantenerse sano? Eso es otra historia. Danielle y su socia entregan comida ecológica de origen local directamente a la puerta de sus clientes. Sigue leyendo para conocer la aventura empresarial de Danielle y cómo empezó.

¿Qué hacías antes de matricularte en Nutrición Integrativa?

Estaba terminando la carrera de Química y Antropología Física en el Hunter College. Estudié interpretación e inicié un periodo de autoexploración para encontrar mi verdadera misión y objetivo en la vida.

¿Qué te llevó a explorar el Programa de Formación de Entrenadores Sanitarios?

Estaba tumbada en Shavasana en el Estudio de Yoga Jivamukti y tuve esta visión. Sabía que quería ayudar a la gente a sentir lo que yo estaba sintiendo en ese mismo momento, enseñándoles a comer lo correcto, amándose a sí mismos, y no pasando hambre o restringiéndose. Encontré IIN tras una búsqueda en Internet y me sentí inmediatamente atraída por el mensaje. Supe que había encontrado el lugar adecuado.

¿Cómo cambió tu vida después de matricularte?

Por fin sentí que estaba en el buen camino, haciendo algo y creando algo. Fue una gran sensación y me motivó para crear mi propia empresa.

¿Qué temas y módulos te resultaron más beneficiosos?

Me encantaban las charlas sobre cosas como los lácteos crudos, porque se oponían mucho a todo lo que uno crece aprendiendo aquí en América. Crecí en el pueblo de Sedona, Arizona, que siempre ha estado a la vanguardia de la salud y el bienestar espiritual. Sabía que la leche fortificada y no orgánica no era buena para mí, pero me quedé estupefacta cuando supe cuánta gente la bebe a diario. Este tipo de conferencia me reconfortó y me dio seguridad, al saber que contaba con un equipo de personas que creían en todas las cosas en las que yo creía.

¿Qué haces estos días?

Creé una empresa de reparto de comidas ecológicas en Nueva York llamada Sakara Life. Nos abastecemos en granjas ecológicas locales y llevamos nuestros programas directamente a casa o a la oficina de la gente. Ha sido un gran éxito y sé que seguiremos creciendo gracias a instituciones como el IIN, que refuerzan la importancia de la nutrición integral y orgánica.

¿Qué os hace únicos a ti y a tu empresa?

Hacemos nuestra comida con amor. Nos abastecemos en granjas ecológicas locales. Utilizamos envases sin árboles, sin maíz y 100% compostables. Amamos nuestra comida. Amamos a nuestros clientes. Amamos nuestra Tierra.

¿Cómo ha sido la respuesta? ¿Cómo ayudas a los clientes de Sakara Life a tener éxito?

Hemos tenido montones de historias de éxito; ¡la gente nos ha escrito cartas de amor confesando lo mucho que nuestra comida sana ha cambiado sus vidas! Desde la pérdida de peso a la curación de enfermedades, pasando por la claridad, nuestra comida ayuda a las personas a convertirse en su mejor yo.

¿Qué te gusta de tu trabajo?

¡Consigo ayudar a la gente a sentirse lo mejor posible!

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