¿Yoga cristiano, Zumba musulmán? Encontrar el equilibrio cuando la religión y el ejercicio entran en conflicto

¿Qué ocurre cuando las creencias religiosas de una persona chocan con la elección de un estilo de vida saludable?

Si hay algo en lo que coinciden la mayoría de las religiones del mundo es en la importancia de respetar el propio cuerpo. Desde el principio cristiano de que el cuerpo es un templo creado a imagen de Dios hasta la creencia budista de que un cuerpo sano nos permite vivir más tiempo para beneficiar a los demás, la mayoría de las prácticas religiosas hacen hincapié en que cuidar de tu salud puede ser, de hecho, un acto espiritual.

Como fuente esencial de Alimentación Primaria, espiritualidad no sólo ofrece un sentimiento de comunidad y consuelo, sino que también suele rechazar explícitamente comportamientos poco saludables como fumar, beber en exceso y comer en exceso. Muchos estudios demues tran que las personas religiosas disfrutan de un mayor bienestar emocional y Salud física que las no religiosas.

Sin embargo, pueden surgir y surgen choques entre la religión y los comportamientos saludables. Un reciente artículo de la MSNBC destacaba el conflicto que algunos cristianos devotos sienten hacia el yoga. A pesar de los conocidos beneficios físicos, mentales y emocionales del ejercicio, existe la preocupación de que las posturas de yoga, interpretadas como ofrendas a los dioses hindúes, sean incompatibles con el cristianismo.

Un número creciente de prácticas de yoga centradas en Cristo han conseguido lo que muchos cristianos consideran una solución aceptable. Las clases comienzan con una escritura bíblica que constituye el tema de la clase, y los instructores sustituyen los nombres sánscritos de las posturas por alternativas seculares: Chaturanga se llama más bien "flexión de arriba abajo".

Otras religiones también tienen dificultades para mantenerse en forma. Un reciente artículo del Washington Post hablaba de las dificultades a las que se enfrentan algunas mujeres musulmanas y judías ortodoxas cuando intentan hacer ejercicio. Las abayas o faldas largas que llevan las mujeres de ambas religiones para mantener la modestia son un gran obstáculo para hacer ejercicio. ¿La solución? Clases especiales de Zumba sólo para mujeres, que permiten a las musulmanas devotas vestir más cómodamente y sudar la gota gorda.

Otras mujeres, como la judía ortodoxa y corredora apasionada Diana Kurcfeld, están formando redes de apoyo para animar a las mujeres religiosas a correr y comer de forma más sana. Juntas afrontan problemas como correr en manga larga incluso en los días más calurosos y llevar aperitivos y bebidas kosher a las carreras. "En algunos círculos ortodoxos, se considera inmodesto que una mujer salga a correr", dijo. "Antes estaba muy, muy mal visto, pero las actitudes están cambiando".

Como siempre, llevar una vida sana consiste en encontrar el equilibrio, no sólo entre el ejercicio y espiritualidad, sino también en relaciones, carrera profesional y en todos los demás aspectos de nuestra vida. Del mismo modo que no hay una dieta única para todos, tampoco hay un único tipo de estilo de vida que funcione para todos, así que te animamos a que encuentres el equilibrio que mejor funcione para ti.

¿Tu estilo de vida saludable ha entrado alguna vez en conflicto con tus creencias religiosas? ¿Has encontrado soluciones para satisfacer tanto tu salud como tu fe?