Cuando la mayoría de la gente piensa en las algas marinas, piensa en zarcillos largos y enredados que flotan en el océano o que llegan a la orilla de las playas arenosas. A menos que seas un amante del sushi, es probable que las algas no sean algo que comas todos los días (¡ni siquiera que pienses en ellas como un sabroso manjar!). Sin embargo, muchas culturas han consumido regularmente algas durante siglos, para su gran beneficio.
Veamos algunas de las razones por las que este vegetal marino supersaludable se está haciendo tan popular.
Como las algas pueden contaminarse fácilmente con aguas que no se mantienen limpias, es importante encontrar una fuente orgánica limpia. La forma de alga más consumida para la ensalada es el alga kelp, que es de la variedad parda. Otros tipos de algas utilizados en ensalada son el wakame, el nori, la lechuga de mar, el hijiki, el dulse o el musgo de Irlanda.
A veces es difícil encontrar algas frescas o ensaladas de algas ya preparadas, excepto en mercados de lujo, como Whole Foods, o en restaurantes de sushi y tiendas especializadas en productos asiáticos. Sin embargo, muchos mercados (incluidos los de Internet) venden algas secas que pueden reconstituirse fácilmente para hacer la base de tu ensalada. Basta con remojar las hojas secas en un poco de agua fría durante unos minutos y ya está lista para usar.
El alga Hijiki es una gran adición a un salteado de verduras o a un plato de fideos, ya que añade un sabroso crujido y es una buena fuente de hierro, calcio y fósforo. Su aspecto es similar al del linguini negro y puede incluso sustituir a los fideos. Saltéalo con tofu y aderézalo con salsa de soja y aceite de sésamo para obtener un delicioso plato de inspiración japonesa.
Tanto si utilizas un caldo de verduras como una sopa de miso, el alga wakame es una adición fácil a cualquier caldo. Aporta un extra de nutrientes a las sopas y guisos salados, y combina bien con verduras como el calabacín, la zanahoria y el bok choy.
La espirulina es un tipo de alga verde azulada conocida por ayudar a desintoxicar el organismo, aportando clorofila que ayuda a eliminar las toxinas de la sangre. También ayuda a bajar la tensión arterial. Puedes añadir este polvo superalimento a tu batido matutino para darle un impulso extra, mezclándolo con leche de coco, plátano, espinacas y bayas mixtas.
Por desgracia, ir a un restaurante asiático o a una tienda especializada a por una ensalada de algas ya preparada se convierte en una costosa costumbre. Además, pueden contener ingredientes adicionales, como azúcares, colorantes artificiales o glutamato monosódico, que tal vez quieras evitar.
Las ensaladas de algas son muy sencillas y rápidas de preparar, ¡y queríamos compartir una sencilla receta de ensalada base que puedes personalizar como quieras! Hazla tuya añadiendo ingredientes deliciosos como aguacate, zanahorias, rábanos, remolacha, jícama, semillas de sésamo o pipas de calabaza.
Ingredientes:
2 tazas de alga Wakame seca
1 cucharada de vinagre de arroz
1 cucharada de salsa de soja
1 cucharada de aceite de sésamo
1 cucharadita de jengibre fresco rallado
¼ cucharadita de pasta de chile picante (si te gusta el toque extra)
Cómo llegar: