Como orgullosa propietaria de dos perros increíbles llamados Salomón y Sheba, he comprobado de primera mano los beneficios que ofrece su compañía. Me han aportado alegría en momentos de tristeza, paz en momentos de caos, amor incondicional y valor que me recuerda que debo aprovechar mis fuerzas para superar los problemas de salud relacionados con una enfermedad autoinmune.
Sheba es mi rescate de 13 años; ha luchado contra el cáncer, le amputaron un dedo del pie y casi le cortan la cola con una puerta de acero, y actualmente lucha contra el hipotiroidismo y la displasia de cadera. Salomón es un perro de rescate de 12 años que padece ansiedad relacionada con la abusa, una enfermedad degenerativa de la cadera y artritis. Mis perros ya son mayores, y es mi responsabilidad hacer que sus años dorados sean lo más cómodos y cariñosos posible. Me han servido bien durante estos años, y cuidar de ellos es una experiencia dichosa.
Nuestro vínculo no ha hecho más que reforzarse, debido a la pandemia. Muchos de mis amigos que son dueños de mascotas han expresado el mismo sentimiento: sus mascotas les han ofrecido constantemente alegría y camaradería en estos momentos estresantes. Algunos de mis clientes que viven solos habían planeado adoptar una mascota, y el encierro no hizo sino acelerar ese proceso.
Acoger o adoptar un animal de compañía parecía ser la cura para los sentimientos de soledad y aislamiento que muchos experimentaban; ¡en los seis primeros meses de la pandemia, el número de animales de compañía acogidos en hogares Estados Unidos aumentó un 8%! En tiempos emocionalmente difíciles, a menudo podemos contar con las mascotas para alimentar este aspecto del bienestar.
Como saben los graduados del IIN, la salud no sólo tiene que ver con la comida de nuestros platos: la salud también depende de la atención que prestemos a otros ámbitos de la vida, como nuestro entorno, carrera profesional, actividad física, y relaciones... ¡y no sólo con las personas!
Estas áreas de la vida, llamadas Alimentación Primaria, deben estar en equilibrio para que nos sintamos realmente felices y sanos, y tener y cuidar un animal de compañía es una forma estupenda de nutrir nuestro Alimentación Primaria.
Podemos hablar de la ciencia que hay detrás de los beneficios emocionales de tener un animal de compañía, como la reducción de los sentimientos de estrés y ansiedad, pero a menudo hay que experimentar estos beneficios por uno mismo para creerlos realmente. Un buen ejemplo de ello es una antigua clienta mía que se estaba divorciando. Este acontecimiento estresante afectó a su sueño, lo que contribuyó a sus cambios de humor y a un estrés aún mayor. Descubrió que acurrucarse con su gato todas las noches le tranquilizaba y le ayudaba a dormir mejor, lo que le aliviaba sus cambios de humor diarios.
Otro gran beneficio emocional de tener y cuidar una mascota es crear comunidad. Tanto si llevas a tu amigo canino al parque para perros, como si te unes a grupo de Facebook para propietarios de peces exóticos o abres una página de Instagram para tu gato, interactuar con otros propietarios de mascotas y compartir tus experiencias y preocupaciones facilita la amistad, la comunidad, la conexión y el apoyo.
Esta conexión con otras personas que tienen intereses similares ayuda a aumentar la confianza y el sentimiento de pertenencia, contribuyendo a la realización y satisfacción general en la vida. Estos sentimientos son muy fortalecedores y pueden ayudar a mejorar la salud en general.
Así que tener una mascota está relacionado con un mayor bienestar mental y emocional, pero ¿qué hay de tu bienestar físico? Varios estudios han demostrado que los dueños de perros, en particular, tienen el corazón más sano y la tensión arterial más baja debido al efecto terapéutico del perro, que en última instancia disminuye el estrés y la ansiedad, así como mejores biomarcadores que predicen posibles problemas cardíacos -como niveles más bajos de triglicéridos y colesterol- porque los dueños hacen más ejercicio.
Además, en un metaanálisis de 2019, los investigadores descubrieron que entre "casi 4 millones de personas de Estados Unidos, Canadá, Escandinavia, Nueva Zelanda, Australia y el Reino Unido, tener perro se asociaba a una disminución del 24% de las probabilidades de morir por cualquier causa". Para los que ya habían sufrido un acontecimiento relacionado con el corazón, como un derrame cerebral o un infarto, ¡este porcentaje aumentaba al 31%!
Aunque tener un perro se presta a este tipo de beneficios Salud física , tener cualquier tipo de mascota también puede contribuir a mejorar Salud física. Sabemos que nuestros estados emocionales y mentales pueden influir directamente en nuestro estado físico. Por ejemplo, tener una mascota significa asumir la responsabilidad de mantenerla sana y feliz. Esto puede ayudar a inculcar un sentido de propósito, que la investigación ha demostrado que afecta a Salud física, como la reducción del riesgo de morir prematuramente o de experimentar un acontecimiento relacionado con el corazón.
¡Los niños que crecen con mascotas experimentarán multitud de beneficios!
Las investigaciones determinaron que "los bebés que crecen en hogares con una mascota -en concreto, un perro o un gato- tienen menos probabilidades de enfermar que los niños que viven sin mascotas", debido a que están expuestos a distintos tipos de gérmenes que refuerzan el sistema inmunitario del niño. Esta exposición también puede ayudar a evitar que los niños desarrollen alergias y asma, aunque los estudios han demostrado que la exposición por vivir con mascotas debe producirse en el primer año de vida.
Cuando se trata del comportamiento de un niño, tener una mascota, especialmente un perro, ha demostrado ser terapéutico. En un estudio sobre niños con TDAH, los investigadores descubrieron que los niños que recibieron intervención asistida por perros (IAC) "mostraron mayores reducciones en la gravedad del TDAH" y "mejoras significativamente mayores en el control inhibitorio y la atención, ambos aspectos importantes del funcionamiento ejecutivo." Esencialmente, los perros de terapia ayudaron a estos niños con su terapia conductual, de modo que retuvieron más aprendizaje y mejoraron sus síntomas en el proceso.
Además, como ya se ha dicho, los niños que crecen con mascotas saben que tienen la responsabilidad de cuidarlas, lo que no sólo les inculca ese sentido del propósito, sino que también les enseña habilidades importantes -desde la gestión del tiempo hasta la empatía y la concienciación- que llevarán consigo el resto de sus vidas.
Es importante estar en sintonía con tus mascotas para poder identificar cualquier cambio de comportamiento que pueda ser signo de enfermedad física o estrés emocional. Somos sus cuidadores; dependen de nosotros para que les cuidemos. No pueden decirnos lo que ocurre, así que debemos ser intuitivos y estar atentos. Esta conexión especial nos obliga a estar más atentos, presentes y responsables. En última instancia, nos enseña a ser desinteresados, porque su salud y seguridad recaen exclusivamente en nosotros, y evoca la bondad y la compasión.
Hay muchas investigaciones que apuntan a los efectos positivos de tener un animal de compañía, pero antes de traer uno a casa, investiga para ser plenamente consciente de lo que puedes esperar en cuanto a comportamiento, posibles problemas de salud y el coste de satisfacer las necesidades diarias de tu compañero.
Disfruta de la experiencia de cuidar a tu mascota con amor incondicional, ¡y recogerás los frutos de un estilo de vida más sano!