Ir al médico puede ser abrumador, sobre todo si te encuentras mal. Puede que no entiendas lo que te dicen, que sientas que no te escuchan o que te preocupe que te consideren insistente o molesto por hacer muchas preguntas. Esto también puede dificultar el establecimiento de objetivos de salud y el cumplimiento de los mismos: si te sientes desatendido e indispuesto, puedes sentirte menos motivado para buscar ayuda cuando intentes mejorar tu salud.
Las mujeres(sobre todo las de color) tienen más probabilidades de experimentar este sentimiento. Una de cada cinco mujeres afirma haber sentido que un profesional sanitario había ignorado o desestimado sus síntomas. Pero puede ocurrirle a cualquiera, independientemente de cómo te identifiques. Defenderte en estas situaciones puede conseguirte la atención que buscas y, lo que es más importante, la atención que mereces.
Estas cinco cosas son fundamentales para defender tu bienestar, en la consulta del médico o en cualquier otro entorno en el que tu salud sea primordial.
Tu cuerpo te habla todos los días: aprende a escucharlo. Esta estrategia no sólo es útil cuando se trata de señales de hambre; tu cuerpo te dirá si algo va mal. Esto significa prestar atención a lo que tu cuerpo muestra o siente en cada momento, como sentirse hinchado después de comer o experimentar una reacción cutánea tras utilizar un determinado producto. Puede que tu médico haya estudiado medicina durante años, pero eso no significa que te conozca. Si algo te parece raro, incorrecto o diferente, probablemente lo sea.
Aunque te enfrentes a los síntomas día a día, puede ser fácil olvidar o pasar por alto cosas al relatar tu experiencia. Intenta llevar un diario de síntomas; incluye qué síntomas experimentas, con qué frecuencia se producen, cuándo empezaron y cómo te afectan. También puedes llevar un registro de lo que comes; esto puede ser especialmente útil si tienes problemas digestivos diagnosticados o sospechados.
Durante la cita, sé un oyente activo y considera la posibilidad de tomar notas de lo que se hable. Parte de lo que se hable puede resultar confuso y abrumador, y las notas pueden ayudarte a no perderlo todo de vista. Pueden ser especialmente útiles cuando busques una segunda opinión o hagas tu propia investigación.
En momentos de estrés (sobre todo los relacionados con tu salud), apoyarte en tus amigos y familiares puede parecer algo natural. Y aunque sus intenciones sean buenas, puede que no tengan la experiencia o la capacidad para darte consejos prácticos que te proporcionen los resultados que necesitas. Los Health Coaches pueden influir positivamente en la salud de sus clientes de diversas maneras, una de las cuales es ayudarles a determinar cuándo un cliente debe acudir al médico por un problema concreto. Las Health Coaches también crean espacios seguros para que sus clientes exploren sus problemas de salud. A veces, lo único que quiere un cliente es sentirse escuchado y validado, por lo que las Asesoras Sanitarias pueden ser un gran sistema de apoyo en momentos estresantes.
En algunos casos, depende de ti averiguar qué te pasa. Sólo los profesionales médicos pueden hacer diagnósticos formales, pero eso no significa que no puedas investigar por tu cuenta sobre tus síntomas. Vivimos en un mundo en el que las opciones son infinitas y la información abundante; no faltan consejos, trucos y productos que prometen optimizar nuestra salud y felicidad. ¡Sólo es cuestión de encontrar información de calidad!
El curso Whole-Person Health del IIN es un estudio holístico de la salud, que abarca cómo cuidar tu cuerpo física, mental y emocionalmente. Puede servir de trampolín para tu educación en salud y bienestar, para que estés preparado para aprender más sobre el cuerpo en su conjunto, y listo para tratarlos con tu médico o tu Health Coach.
Los problemas de autoimagen son muy comunes en todos los ámbitos de la vida. Puede ser difícil superar estos problemas, sobre todo en un mundo en el que hay personas influyentes en las redes sociales que promueven afirmaciones engañosas y a veces totalmente falsas de que un entrenamiento, una dieta, una píldora o una rutina son los responsables de su aspecto. Estos problemas también pueden complicarse si los profesionales desestiman tus síntomas y preocupaciones.
Tu cuerpo ha estado contigo toda la vida, en los altibajos, en los buenos y en los malos momentos. Tanto si estás al principio de tu viaje por la salud como si vas alcanzando hitos a diestro y siniestro, eres digno del objetivo que buscas: un cuerpo y una vida más sanos.
Sean cuales sean tus objetivos de salud, te los mereces. Sentirse desoído e incomprendido en la consulta del médico es frustrante, pero eso no significa que no merezcas lo que buscas, ya sea el alivio de un síntoma, un diagnóstico o simplemente un consejo sin prejuicios. En última instancia, tú te conoces mejor que nadie; confía en tu intuición para que te guíe hacia lo que necesitas para vivir una vida más sana y feliz.