En la última década, la salud intestinal ha pasado al primer plano de la conversación sobre la salud. Se ha relacionado con todo, desde la depresión a la obesidad e incluso la enfermedad de Parkinson: el interés parece estar en su punto más alto. Según Google Trends, las búsquedas de "microbioma" alcanzaron su máximo interés en noviembre de 2017, y el Estados Unidos está a la cabeza de la mayoría de búsquedas sobre el tema en los últimos cinco años.

Con todo el entusiasmo y la promesa de que el microbioma es el secreto de la salud, han surgido empresas biotecnológicas que pregonan las ventajas de saber qué tipo de bacterias hay en tu intestino. El argumento de venta es que una vez que conoces tu perfil bacteriano, tu dieta puede personalizarse para optimizar las bacterias de tu intestino, reduciendo así el riesgo de enfermedad.

El proceso es bastante sencillo: haces el pedido, obtienes un kit, envías una muestra y la mandas a un laboratorio para que la analicen. Los resultados específicos pueden variar según la empresa, pero incluyen un perfil -más o menos detallado- de los microorganismos que se encuentran en tu intestino. Suena genial, ¿verdad?

Puede que no sea tan sencillo. Todavía hay mucho que no sabemos realmente sobre el intestino y el papel que desempeña cada microorganismo en la salud. Aunque ciertas características parecen estar asociadas a una mejor salud -como una mayor diversidad microbiana, por ejemplo-, los individuos sanos pueden tener resultados muy diferentes.

También es importante recordar que nuestro microbioma cambia constantemente. La dieta, los medicamentos, el ejercicio, la edad, la ubicación física y la exposición a animales domésticos influyen en el tipo de bacterias que pueblan el microbioma. Aunque un Examen puede ofrecer una instantánea interesante de las bacterias del intestino, es posible que no estemos preparados para interpretar adecuadamente la información o extraer conclusiones de ella.

Los investigadores de la Universidad de California están intentando saber más sobre el microbioma mediante un proyecto de código abierto llamado "American Gut", que ha recogido más de 10.000 muestras en los últimos cuatro años. La esperanza es que la base de datos pueda ampliar nuestra comprensión de los tipos de microbios que tenemos, reconociendo al mismo tiempo que nuestra comprensión actual es limitada.

Según el equipo de American Gut, "aún estamos intentando comprender qué constituye un microbioma intestinal normal o medio, y nos queda mucho por aprender sobre las funciones de muchos de los microbios que habitan en el intestino. Por tanto, es difícil saber qué combinaciones de microbios son las mejores para la nutrición y la salud."

Una cosa que sabemos con certeza es que una dieta rica en alimentos integrales y baja en alimentos muy procesados contribuye a la salud intestinal (y a la salud en general). A medida que aumenta el interés por las pruebas del microbioma y la nutrición personalizada, los Asesores Sanitarios de Nutrición Integral pueden desempeñar un papel importante ayudando a las personas a establecer la conexión entre cómo se sienten y cómo puede estar contribuyendo su dieta, sin necesidad de pruebas fecales.