Ya sabemos que las claves para vivir más son el ejercicio y una nutrición adecuada. Pero, ¿por qué?
Investigadores del Instituto para el Envejecimiento de la Universidad de Newcastle y de la Facultad de Medicina de la Universidad Keio de Tokio (Japón) pueden haber descifrado el código. En 2015, estudiaron diversos marcadores de salud en más de 1.500 participantes, entre los que había individuos de edad próxima a los 100 años, de 100 a 104 (llamados centenarios), de 105 en adelante (semisupercentenarios), y sus descendientes, de mediana edad en adelante.
Descubrieron que los descendientes de quienes vivían hasta ser centenarios y mayores tenían niveles más bajos de inflamación crónica. Aunque esos niveles eran más altos en los individuos de más edad, los que presentaban una inflamación más baja tenían una mejor cognición y un alto nivel de independencia para su edad, concluyeron los científicos.
"Este estudio, que demuestra por primera vez que los niveles de inflamación predicen el éxito del envejecimiento incluso en los ancianos extremos, constituye un argumento sólido para suponer que la inflamación crónica impulsa el envejecimiento humano", afirma el investigador Thomas von Zglinicki.
Los científicos también descubrieron que los descendientes de centenarios tenían telómeros más largos, o células que afectan al envejecimiento. A medida que los individuos envejecen, los telómeros se acortan, acelerando los efectos del envejecimiento. Por tanto, los científicos concluyeron que "mantener los telómeros largos puede ser necesario o al menos útil para llegar a la vejez extrema."
Así pues, si esperas soplar 100 velas en tu tarta de cumpleaños algún día, parece que la clave está en mantener los telómeros largos al principio de la vida y la inflamación baja durante toda la vida.
Afortunadamente, parece que trabajan juntos, ya que los niveles de inflamación influyen en la longitud de los telómeros. La revista Prevention sugiere reducir el estrés, hacer ejercicio y comer pescado, fibra y alimentos ricos en antioxidantes para alargar los telómeros(lee el artículo completo aquí). Se ha demostrado que la dieta mediterránea, rica en esas tres categorías, también es eficaz para reducir la inflamación.
Así que mantén a raya el estrés, come bien, haz ejercicio... ¡y vive mucho y bien!
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