¡Es el Día Mundial de la Bondad!
Sí, es algo real, y apoyamos incondicionalmente la idea de difundir un poco más de amor, devolverlo y celebrar el poder de la bondad para cambiar el mundo a lo grande y a lo pequeño.
¿Sabes qué es lo mejor de la bondad? Es el igualador definitivo. No importa quién seas o cuánto tengas, ser amable es algo de lo que todos somos capaces, y si alguna vez has recibido un gesto de amabilidad cuando más lo necesitabas, sabrás lo inestimable que es.
Para celebrar este increíble día, hemos ideado 5 formas sencillas de difundir más bondad, ¡hoy y siempre!
1. Llama a tus familiares mayores.
Es una pequeña cosa que puede marcar una gran diferencia. Las generaciones que nos criaron no sólo han hecho mucho para ayudarnos a prosperar y a estar donde estamos hoy, sino que han vivido tiempos difíciles en el mundo y merecen saber que se les quiere y aprecia. Hacer una llamada telefónica (o una visita) a tus padres, abuelos o a cualquier pariente anciano de tu vida sólo para saludarles les demostrará que te importan y que no se olvidan de ellos, y os hará sentir bien a los dos.
2. Sonríe a los desconocidos.
¿Recibirás a cambio una mirada extraña mientras la otra persona intenta averiguar si te conoce? Posiblemente, pero es igual de probable que tu sonrisa les haga querer sonreír y que esa sonrisa pase de una persona a otra como un virus feliz, levantando el ánimo y propagando el amor por el camino. ¿No es genial?
3. Cuídate.
¿Quién dijo que la amabilidad hacia los demás es la única que importa? Ser amable contigo misma, cuidar de nutrir tu mente y tu cuerpo, seguir tu intuición cuando quiere decir sí (o no) a algo en tu vida, y darte un respiro cuando lo necesitas son una gran amabilidad que mereces plenamente. ¿Cómo puedes ser amable contigo misma hoy? Ya sea programando un masaje, preparando una comida sana o saltándote la noche de chicas para relajarte en casa, hazlo por ti.
4. Sorprende a algún conocido.
¿Alguna vez has recibido una visita sorpresa de alguien a quien no veías desde hacía tiempo, o un paquete de ayuda en el correo que ha llegado justo cuando necesitabas levantar el ánimo? Sienta muy bien, ¿verdad? Piensa en alguien a quien quieras y regálale algo bueno que no se espere. Tal vez tu mejor amiga mencionó un libro que quería leer y no ha podido, envíaselo. Quizá tu vecina acaba de tener un bebé y le vendría bien una comida casera o ayuda con la limpieza, acércate y ayúdale. Ya te haces una idea. ¡El factor sorpresa va muy bien con la amabilidad!
5. Estate atento a las oportunidades de bondad.
Hagas lo que hagas o vayas donde vayas, todos los días se te presentan infinitas oportunidades de ser amable. La cuestión es si aprovechas esas oportunidades o las ignoras. Pequeñas cosas como sujetar la puerta o el ascensor a alguien, recoger lo que a alguien se le ha caído, contribuir a una organización benéfica que apoyas cuando envían un correo electrónico pidiendo donativos, ser paciente con un familiar difícil, ayudar a un amigo a mudarse, hacer sopa para tu cónyuge enfermo, etc., son formas de ser amable en el momento en que se necesita.
Aunque está bien tener un día oficial para celebrar algo tan importante como la bondad, recordemos mantenerla en primer plano en nuestras vidas todo el tiempo, porque son las pequeñas cosas las que se suman para tener el mayor impacto.
¿Cuál es tu recuerdo favorito de dar o recibir amabilidad? ¡Compártelo en los comentarios de abajo!
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