Probablemente conozcas al menos a unas cuantas personas que sufren alergias alimentarias, ya sea a las almendras, al gluten, a la soja o a alguna otra cosa.
En una sociedad en la que el 60-70% de las personas tienen algún tipo de alergia alimentaria, es fácil considerar estas intolerancias como algo habitual, incluso natural. Pero no lo son. La prevalencia de las alergias alimentarias se está disparando -los niños que las padecen aumentaron un 50% entre 1997 y 2011- y, aunque nadie sabe muy bien por qué, está bastante claro que tiene algo que ver con cómo y qué comemos hoy en día.
A lo largo del siglo XXI, el uso de antibióticos y los rápidos cambios en la dieta han modificado profundamente la composición de los microbios de nuestros intestinos. En un nuevo estudio de la Universidad de Chicago, los investigadores confirmaron que los ratones a los que se administraron antibióticos a una edad temprana eran mucho más propensos a desarrollar una alergia a los cacahuetes. Pero entonces, cuando los ratones recibieron una solución que contenía Clostridia, una clase de bacteria que se encuentra de forma natural en las tripas de los mamíferos, la sensibilización al alérgeno desapareció. Lo que el equipo descubrió fue que las bacterias interactuaban con determinadas células inmunitarias para ayudar a mantener fuera del torrente sanguíneo las proteínas del cacahuete que pueden causar reacciones alérgicas.
Esto abre todo un nuevo campo de tratamiento de las alergias alimentarias -por ejemplo, probióticos que contengan Clostridios- que podrían reducir las alergias alimentarias tanto en niños como en adultos.
Por supuesto, determinar cuándo existe una alergia alimentaria no es tarea sencilla. Según el Dr. Stephan Rechstchaffen, invitado de Nutrición Integrativa conferencista y miembro del Consejo, la mayoría de los médicos pasan por alto las alergias alimentarias porque no aparecen en las pruebas cutáneas, la herramienta de diagnóstico más habitual.
En cambio, estas alergias deben descubrirse mediante la experimentación dietética y un estrecho seguimiento de los síntomas y la ingesta de alimentos. Los Health Coaches, con su amplia formación en nutrición y su capacidad para trabajar estrechamente con los clientes, están en una posición única para diagnosticar estas alergias y desarrollar un plan para tratarlas. Rechstchaffen recomienda hacer un historial médico completo y experimentar con dietas de eliminación de 7 días para detectar las alergias, y una dieta variada y ecológica para prevenir la aparición de alergias en primer lugar.
¿Qué opinas de este nuevo estudio? ¿Tratarías tus alergias alimentarias con Clostridia? ¿Se lo recomendarías a tus clientes? ¡Comparte tu opinión en la sección de comentarios más abajo!
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