Cómo organizar una reunión navideña sin estrés

Las vacaciones son un buen momento para relajarse y descansar, pasar tiempo de calidad con la familia y apreciar las pequeñas cosas de la vida... a menos que seas el anfitrión, en cuyo caso es más bien un festival de estrés en el que cocinas durante días, apenas participas en ninguna conversación y luego te toca limpiar un gran desastre.

Este año no.

Aparte de nutrirte con alimentos sanos, el verdadero bienestar holístico significa que no pierdas de vista cosas como el descanso, tu relaciones personal y que te des permiso para divertirte, incluso cuando quieras ser la "anfitriona con más".

Lo creas o no, ¡es totalmente posible organizar una reunión navideña que sea divertida, memorable y no estresante!

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1. Alimenta tu espíritu con antelación.
Organizar una reunión -ya sea de unas pocas personas o un gran banquete familiar- es una empresa emocional, y prepararte a nivel personal puede ayudarte mucho a mantener la perspectiva y la calma bajo presión. En las semanas o días previos al acontecimiento, duerme un poco más, practica la meditación, escribe un diario o dedícate a un pasatiempo favorito, y come alimentos sanos. Este extra autocuidado te ayudará a superar cualquier estrés potencial que se te presente.

2. No lo hagas sola.
No necesitas ser una superwoman para pasártelo bien. Pedir ayuda es la mejor manera de reducir tu carga de trabajo y dar a los demás la oportunidad de contribuir. Pide a todo el mundo que traiga un plato, asigna distintas responsabilidades a la gente en función de sus intereses genuinos y recluta al menos a una persona para que ayude con la limpieza periódica a lo largo de la fiesta. Cuando todos colaboran, te quitas presión de encima y haces que los demás sientan que han desempeñado un papel valioso.

3. Empieza a planificar ahora.
Si puedes ir a tu ritmo con los preparativos en las semanas y días previos al gran acontecimiento, evitarás el estrés de trasnochar la noche anterior, perder un sueño precioso y sentirte abrumado. Planifica preparando la comida con antelación, teniendo claro quién va a venir y quién va a hacer qué, y qué puedes necesitar de la tienda. Cuantos menos problemas de última hora tengas, mejor.

4. Mantén un menú sencillo.
Es una feliz coincidencia que las recetas más fáciles también suelen ser las más sanas, así que recuerda centrarte en la sencillez. No es el momento de experimentar con entrantes extravagantes, cócteles elaborados y tartas hechas desde cero. En lugar de eso, prepara lo que se pueda hacer rápidamente y sin esfuerzo, como una gran ensalada, un plato principal, verduras salteadas y un postre. Lo mismo vale para la decoración y otros detalles como la música. Simplemente despliega un mantel, busca una buena emisora de radio y luego únete de verdad a la fiesta en lugar de estar condenado a la cocina. Hacer las cosas más complicadas de lo necesario suele ser la mayor fuente de estrés, así que no te lo hagas este año.

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5. Dedícate un tiempo a recuperarte.
Igual que te has preparado con antelación, es igualmente importante que te cuides después. Deja los platos para la mañana siguiente, date un baño caliente, date un masaje en los pies y cuídate en lo que necesites. Si eso significa pedir más ayuda para poder estar a solas, ¡hazlo! De lo que se trata es de reservar tiempo en tu calendario para recuperarte antes de volver a la rutina diaria. ¡Te lo mereces!

¿Y tú? ¿Tienes alguna idea saludable para las fiestas? ¡Compártelas con nosotros en los comentarios de abajo!