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Diez cambios de estilo de vida saludables que merece la pena comprobar

Escrito por Rebecca Robin | Jun 8, 2024 2:50:39 PM

Reinicia tu salud

Nunca es demasiado tarde para empezar a integrar hábitos más saludables en tu rutina diaria. Tu salud es un trabajo en curso, y los pequeños cambios que haces cada día contribuyen a tu bienestar a largo plazo. Un estilo de vida y una mentalidad saludables pueden ayudarte a desarrollar resiliencia, retándote a esforzarte por alcanzar tus objetivos a pesar de los contratiempos y fortaleciendo tu salud en general.

Experimenta un nuevo comienzo tomando el control de cómo te sientes hoy y comprometiéndote a hacer pequeñas mejoras. Éstos son los cimientos que te pondrán en el buen camino para sentirte más fuerte, prevenir enfermedades y mejorar tu calidad de vida en los años venideros.

Cambios saludables en el estilo de vida

Aquí tienes diez maneras de hacer cambios pequeños pero impactantes:

     1. Establece intenciones diarias.

Gran parte de tu vida física y salud mental es un Reflexiones de los sistemas de creencias que afectan a tus pensamientos. Empieza el día escribiendo una intención diaria, una decisión que aportará consciencia a la forma en que te acercas a cada persona y tarea que encuentres. Las intenciones pueden tener este aspecto

  • Sonríe y expresa más afecto durante el día, liberando serotonina que eleva tu estado de ánimo
  • Comer más fruta y verdura cada día, disminuye la tensión arterial y reduce el riesgo de enfermedad cardiaca o ictus
  • Probar nuevas recetas, animándote a ahorrar dinero y comer más sano con ingredientes integrales y comidas caseras

     2. Cultiva tu cuidador interior.

Mostrar amabilidad hacia los demás puede aumentar tu salud mental y tener un efecto positivo en la forma en que te tratas a ti mismo. Esto podría incluir acoger o adoptar una mascota y aprender a atender sus necesidades. La compañía de una mascota también puede reducir el estrés y los niveles de cortisol, reduciendo tu riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como cardiopatías y diabetes.

Abrazar tu lado nutritivo también podría incluir plantar un jardín o llevar plantas a tu casa. Es probable que sientas una sensación de logro cuando seas responsable de nutrir a otra persona, lo que te inspirará a atender también a tus propias necesidades.

     3. Hazte revisiones periódicas.

Mantenerte al día de las revisiones periódicas con tu médico es una práctica de salud preventiva crucial para tu bienestar general. Es la mejor manera de vigilar cualquier evolución de tu cuerpo, así como de asegurarte de que estás al día de cualquier prueba que pueda alertarte de posibles problemas de salud.

     4. Encuentra un actividad física que te guste.

La mejor forma de mantenerse físicamente activo es encontrar una pasión renovada en el movimiento. Tanto si te apuntas a una clase de yoga por Internet, como si te compras una cuerda para saltar o te comprometes a montar más en bici, hacer de tu régimen de ejercicio un proceso agradable te motivará a presentarte una y otra vez.

El ejercicio es esencial para tu salud física y salud mental, ayuda a perder peso y mejora tu estado de ánimo mediante la liberación de endorfinas. Haz que el movimiento sea una experiencia emocionante constante encontrando un programa o un instructor en línea que cambie la rutina cada vez.

     5. Come más verduras de hoja verde.

Repletas de vitaminas, minerales y fibra, las verduras de hoja verde son un alimento básico en una dieta sana y diversificada. Nutrientes como el folato, la vitamina E y la vitamina K, por nombrar algunos, refuerzan los procesos mentales reduciendo la inflamación del cerebro y evitando la acumulación de placa que puede inhibir la cognición a medida que envejeces.

Las verduras de hoja verde también son ricas en nitratos, que se convierten en óxidos nítricos. Éstos estabilizan la tensión arterial y reducen el riesgo de cardiopatías y obesidad. Añadir espinacas o kale a un batido se ha convertido en una práctica habitual hoy en día, ¡pero también puedes ser creativo! Saltea acelgas en aceite de oliva con un poco de ajo para potenciar el sabor y asegurarte de que tu cuerpo absorba esas vitaminas liposolubles E y K.

     6. Come o complementa tu dieta con probióticos.

Considerado nuestro segundo cerebro, el intestino no sólo es responsable de la digestión, sino también de la regulación del estado de ánimo, el equilibrio hormonal e incluso el funcionamiento saludable de las células nerviosas. El intestino contiene unos 100 millones de células nerviosas que señalan la liberación de hormonas en el organismo para favorecer un metabolismo sano, la eliminación de toxinas y mucho más. Cuando algo va mal en el intestino, tu cuerpo suele comunicar el problema a través de la indigestión o incluso de tus emociones y comportamiento.

Apoya tu microbioma intest inal comiendo o suplementándote con probióticos. Los yogures y las verduras fermentadas, como el chucrut, pueden poblar y equilibrar el intestino con bacterias buenas. Las bacterias buenas refuerzan la inmunidad, previenen enfermedades y favorecen el bienestar emocional.

     7. Prioriza la obtención de vitamina D.

Tu cuerpo anhela el aire fresco y la luz del sol, no sólo como descanso de estar dentro, sino también para la producción de vitamina D, un nutriente esencial que favorece la salud ósea, la producción de células sanguíneas y un sistema inmunitario sano. Un día disfrutando de la luz del sol también puede mejorar tu estado de ánimo.

Como alternativa al tiempo soleado, los expertos recomiendan adquirir el hábito de tomar un suplemento diario de vitamina D o añadir alimentos ricos en vitamina D a tu dieta. Estos alimentos incluyen pescados grasos, yemas de huevo y productos lácteos y cereales enriquecidos (¡cuidado con el azúcar añadido!).

     8. Limita el tiempo en las redes sociales.

¿Cuántas veces a la semana te encuentras pegado a las redes sociales? Si esta lucha te resulta familiar, puede que haya llegado el momento de probar una desintoxicación de las redes sociales. Una desintoxicación puede acabar con el hábito de consultar tu Facebook o Instagram durante el tiempo de inactividad, creando espacio en tu día para seguir siendo productivo y evitar la procrastinación.

Una desintoxicación de las redes sociales también puede reducir los dolores de cabeza y la tensión ocular y cervical que suelen producirse por mirar demasiado tiempo una pantalla. Dejar las redes sociales de golpe puede ser contraproducente, así que empieza poco a poco. Programa una aplicación de gestión del tiempo en tu teléfono, desactiva las notificaciones durante las horas de trabajo o simplemente pon recordatorios en la nevera.

     9. Sigue un horario de sueño saludable.

Una buena noche de sueño puede mejorar la productividad, mejorar tu estado de ánimo y estabilizar el azúcar en sangre para controlar el hambre y los antojos. Prepárate para el éxito creando una rutina nocturna que permita a tu cuerpo saber cuándo ha llegado el momento de relajarse.

Esta rutina puede incluir prepararte una taza de té o cacao, difundir aceites esenciales en la almohada o hacer un esfuerzo por evitar el tiempo de pantalla una hora antes de acostarte. El ritmo circadiano de tu cuerpo funciona mejor cuando adquieres el hábito de dormir y despertarte a horas constantes, lo que a la larga estabiliza la energía y el estado de ánimo.

     10. Dedica tiempo a fomentar lo positivo relaciones.

Saludable relaciones es lo que en IIN llamamos Alimentación Primarialas cosas que te nutren y satisfacen fuera de tu plato. Piensa en las personas de tu vida y comprométete a dedicar más tiempo a cultivar relaciones que te hagan sentir bien, animado e inspirado. Ponte al día con un amigo por teléfono o planea un fin de semana de excursión con la familia o los amigos. Al alimentar tu sistema de apoyo, crearás un impacto duradero en tu salud, ya que tendrás a alguien a quien recurrir durante todas las fases de la vida, buenas o malas.

Vídeo de Prevención de enfermedades | Un entrenador de salud explica, Ep. 3

Construir una vida holísticamente sana

La vida sana consiste en dar prioridad a diario a las pequeñas cosas que te dan energía y te inspiran, creando hábitos para toda la vida que fomenten y mantengan la salud. Un estilo de vida saludable es diferente para cada persona. Esto significa que cómo y cuándo incorpores cualquiera de los 10 consejos anteriores depende de tus necesidades de salud únicas, de tu entorno y de tus circunstancias vitales.

Lo más importante que debes recordar es que estas diferencias únicas -lo que llamamos bioindividualidad - te ayudarán a vivir tu vida más sana y feliz de forma que funcione para ti. Tómate cada día como viene y, con el tiempo, verás que esos pequeños cambios saludables que has estado haciendo a diario ¡se suman a grandes resultados!

Si estás preparado para explorar cómo este concepto de bioindividualidad se aplica a más áreas de tu salud, haz nuestro clase de prueba ¡hoy mismo!