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Nutrición Integrativa

Cómo mantener el equilibrio con una dieta vegetariana

"Nunca tendrás suficientes proteínas".

"Serás débil".

"Pero - ¿qué comes?"

¡Los vegetarianos lo oímos todo!

En el Programa de Formación de Entrenadores Sanitarios de Nutrición Integrativa, exploramos más de 100 teorías dietéticas, incluida la dieta vegetariana. Ésta sigue ganando popularidad e incluso es una de las mayores tendencias alimentarias de la industria alimentaria. La gente opta por esta dieta por muchas razones: la ética, la moral, el medio ambiente, el gusto y la salud son sólo algunas de las principales motivaciones para cambiar a una dieta que excluye toda la carne, las aves y el pescado.

Una dieta vegetariana es rica en alimentos a base de plantas como frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales. Múltiples estudios han demostrado que cambiar a una dieta a base de plantas puede reducir el riesgo de enfermedades y mejorar la salud cardiovascular y el bienestar general.

Cuando se trata de elegir qué comer, ser vegetariano puede percibirse a veces como algo restrictivo o limitante. Pero hacerse vegetariano no significa que tengas que renunciar a todos tus alimentos favoritos. Algunos de los alimentos saludables más apreciados son vegetarianos: ¡piensa en el guacamole, las mantequillas de frutos secos y el chocolate!

He aquí algunas prácticas para mantener el equilibrio en una dieta vegetariana:

Consume proteínas.
Hay muchas formas de enfocar una dieta vegetariana. Muchos vegetarianos suelen seguir consumiendo productos lácteos y/o huevos, que pueden ser grandes fuentes de vitaminas y proteínas, mientras que otros optan por evitarlos. Si decides consumir lácteos, opta por opciones como el yogur griego o islandés, que no contienen azúcar. Las proteínas también pueden proceder en dosis elevadas de alimentos como las lentejas, la quinoa, los frutos secos, los guisantes, el tofu, el tempeh, las semillas de cáñamo, ¡y muchos más!

Incluye grasas saludables.
La palabra grasa asusta a la gente, ¡pero no hay por qué temerla! Incorporar grasas saludables a tu dieta te ayudará a saciar el hambre y a potenciar tu salud. Los aguacates, las semillas de chía, las semillas de lino, los frutos secos y el aceite de oliva virgen extra son excelentes ejemplos de fuentes de grasas saludables, necesarias para que nuestro organismo funcione mejor.

Cuidado con los alimentos procesados.
No es infrecuente depender de cosas como las "carnes" vegetarianas procesadas, así como de alimentos procesados como caramelos, patatas fritas, helados y barritas energéticas envasadas cuando se realiza la primera transición a una dieta vegetariana. Aunque estos alimentos pueden facilitar la transición, intenta que la mayor parte de tu dieta sean alimentos integrales: frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y semillas. Para un tentempié divertido, puedes incluso hacer tus propias patatas fritas batata (boniato, camote) .

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