Aunque el consejo que todos hemos oído es estirar antes de hacer ejercicio, la información actual dice que estirar antes de entrenar puede aumentar las probabilidades de lesionarse. En su lugar, se recomienda hacer ejercicios cardiovasculares ligeros (como caminar) o calentamientos específicos para cada deporte (como saques fáciles en tenis o recepciones a corta distancia en béisbol). Cualquier cosa que aumente tu ritmo cardiaco y haga bombear la sangre es útil.
La flexibilidad fortalece al deportista. La elasticidad que hace que alguien sea flexible permite una mayor amplitud de movimiento y puede aumentar el rendimiento. Un nivel bajo de flexibilidad puede provocar más lesiones durante los entrenamientos, como distensiones musculares, esguinces, desgarros y desequilibrio muscular (un lado de tu cuerpo se hace más fuerte que el otro, lo que puede provocar su propio conjunto de problemas).
Una postura correcta es clave para la salud de la columna vertebral. Estar de pie correctamente libera de presión a los ligamentos y puede prevenir la aparición de artritis. La flexibilidad mejora tu capacidad para activar los músculos necesarios para una postura correcta. Los músculos poco flexibles reducen la amplitud de movimiento; por ejemplo, unos músculos de la cadera tensos tiran de toda la parte superior del cuerpo hacia delante.
La movilidad es la capacidad de las articulaciones para alcanzar toda su amplitud de movimiento; la flexibilidad es lo bien que se estiran tus músculos. Ambas van de la mano. La flexibilidad permite que tus músculos se estiren, mientras que la movilidad es lo que les permite moverse libremente dentro de tus articulaciones; y cuanto más flexible seas, más móvil serás. Esto es importante en cualquier etapa de la vida, ¡pero especialmente a medida que envejeces!
Los estiramientos y la meditación también van bien juntos. Durante los estiramientos, puedes centrarte en tu respiración y en cómo se siente y se mueve tu cuerpo. El estrés a menudo nos hace tensar los músculos, aunque no nos demos cuenta. Estos estiramientos antes de acostarte pueden relajar tus músculos y aliviar parte del estrés que tal vez ni siquiera sepas que llevas encima.
Hacer ejercicio con los músculos tensos puede aumentar tu riesgo de lesión. Esto se debe principalmente a la elasticidad de los músculos sueltos: los músculos más sueltos se estiran mucho más fácilmente que los músculos tensos. Piensa en ello como en una goma elástica: es difícil estirar la goma nada más sacarla de la caja, pero después de usarla un poco, es mucho más fácil. Tener los músculos más sueltos ayuda a evitar distensiones y desgarros musculares.
Durante un entrenamiento, tus músculos sufren pequeños desgarros. Cuando estos desgarros se curan, el músculo es más fuerte -así es como se gana fuerza con el ejercicio-. Pero un efecto secundario de estos desgarros es la acumulación de ácido láctico en los músculos; un exceso de ácido láctico puede provocar agujetas después del entrenamiento. Estirarse después del ejercicio puede estimular la circulación y aliviar la tensión muscular. Los estiramientos ayudan a llevar más oxígeno a los músculos, lo que puede reducir la producción de ácido láctico y el dolor que conlleva.
Aunque algunas personas son naturalmente más flexibles que otras, puedes mejorar tu flexibilidad haciendo ejercicio y estiramientos con regularidad. Una vez que hayas aprendido a mantener los músculos flexibles, te resultará mucho más fácil aflojarlos. Practicar yoga es una forma estupenda de ser más flexible.
Prueba estas posturas y estiramientos para mejorar tu flexibilidad:
Este ejercicio de Verywell Fit estira la espalda, el cuello, los glúteos, las pantorrillas y los isquiotibiales.
Este ejercicio de Verywell Fit estira las caderas, la cara interna de los muslos, la ingle y el tronco.
Este ejercicio de Gaia estira la zona lumbar, los hombros y el pecho.
Este ejercicio de Healthline estira el cuello, los hombros, los tríceps y la espalda.
La clave de los estiramientos es no forzar el cuerpo a adoptar ninguna forma concreta: si algún estiramiento te causa dolor, ¡no será beneficioso! Muévete lentamente en cada estiramiento para asegurarte de que no tensas los músculos en el proceso.
No hace falta ser un yogui experto o un gimnasta olímpico para ser flexible. Trabajar tu flexibilidad mediante estiramientos fáciles y repetitivos es algo que todo el mundo puede hacer. Es importante recordar que calentar antes de entrenar con ejercicios suaves y constantes que eleven tu ritmo cardiaco es la mejor manera de trabajar tu flexibilidad. Los estiramientos también pueden ser una forma estupenda de conectar en un momento de Reflexiones y meditación.
Si te duele demasiado después de un entrenamiento, o si los estiramientos te causan molestias, habla con tu médico sobre lo que te preocupa.