Reconoce el poder de la bondad.
La bondad es algo más que hacer un favor a un amigo o donar una parte de tu sueldo a obras benéficas. La amabilidad es la cualidad de ser cariñoso, auténtico y empático, y de extender esta energía a todos los ámbitos de tu vida. Pero para mostrar realmente amabilidad al mundo, primero debes ser amable contigo mismo, lo que empieza por ocuparte de ti y de tus necesidades personales.
En realidad, ser amable puede ayudarte a estar más en sintonía con tus emociones y tu bienestar general, y te anima a fomentar una relaciones más positiva y significativa en tu vida. Siendo amable, creas un efecto dominó que no sólo se extiende a los demás, sino que también vuelve a ti para transformar la forma en que te sientes contigo mismo.
He aquí cinco formas de expresar amabilidad hacia ti mismo y hacia los demás:
1) Practica la gratitud.
La gratitud puede encontrarse en cualquier lugar y en todas partes. Empieza por reconocer los detalles aparentemente menores de tu vida cotidiana, desde la primera respiración que tomas cada mañana hasta tu capacidad para moverte con atención, expresarte y crear oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
La gratitud puede proporcionar una mayor Autoconocimiento así como claridad sobre cómo comprender mejor tus emociones y cómo interactúas con los demás. Dentro de esta comprensión es donde nace y se cría la bondad, ya que puedes volver a un sentimiento de gratitud cuando te encuentres inclinado hacia pensamientos o energías negativas.
Intenta hacer una lista de 2 ó 3 cosas por las que te sientas agradecido cada mañana. Utiliza esta gratitud como base para crear una mentalidad positiva para tu día.
2) comprobar en tu salud mental.
Tu salud mental y tu bienestar son fundamentales para la salud del resto de tu cuerpo. Cuando tu salud mental se resiente, puede manifestarse en síntomas de estrés, ansiedad o depresión, como dolores de cabeza, fatiga, indigestión y niebla cerebral. Con el tiempo, puede producirse una inflamación crónica que, aunque no es un síntoma físico, puede causar estragos en nuestra salud. La inflamación crónica es una amenaza para la salud y la inmunidad de nuestro organismo y es la causa fundamental de enfermedades crónicas, como el síndrome metabólico, la diabetes de tipo 2, la hipertensión y otras.
Cuidar tu salud mental requiere ser proactivo y -lo has adivinado- amable contigo mismo. Encuentra momentos para promover la relajación con un buen libro, participa en una sesión de meditación, recárgate con un paseo alrededor de la manzana o da prioridad a la hidratación. Todos ellos son sencillos actos de bondad que alimentan las capacidades mentales y físicas de tu cuerpo y fomentan la salud a largo plazo.
3) Sé más consciente de los alimentos que consumes y de lo que te rodea.
Cada uno de nosotros tiene necesidades y cualidades únicas que repercuten en nuestra salud - nuestras bioindividualidad - que determinan el tipo de alimentos que comemos y el entorno en el que nos desenvolvemos. Un aspecto de ser amable con tu cuerpo es ser consciente de los alimentos y el entorno que te hacen sentir y rendir al máximo (o los que no favorecen estas buenas sensaciones).
Poner esto en práctica puede ser sencillo. Si tienes problemas digestivos, intenta suprimir los lácteos o añadir más cereales integrales y alimentos fermentados a tu dieta. Si te sientes cada vez más ansioso o incómodo en un determinado entorno social, evalúa si quieres o necesitas relacionarte con las personas o cosas que te provocan esa agitación. Éstos son los pequeños gestos amables que mantienen tu cuerpo en su estado óptimo de salud.
4) Habla con amabilidad contigo mismo y con los demás.
Tus palabras pueden tener un efecto profundo, por lo que es importante ser consciente del lenguaje que utilizas. La ciencia que hay detrás del poder de las palabras explica cómo cada una de las palabras que pronunciamos crea ondas sonoras y transmite mensajes a la atmósfera. Las palabras contienen connotaciones inherentes, positivas o negativas, que pueden provocar cambios energéticos.
Esto también se extiende a cómo te hablas a ti mismo. A menudo nos menospreciamos por no hacer algo a la perfección o por no conseguir un objetivo. Pero ¡imagina el impacto positivo que podríamos tener en nuestro bienestar emocional si empezáramos a hablarnos con más compasión y amabilidad! Una famosa cita inspiradora resume este concepto: "Si hablar con amabilidad a las plantas las ayuda a crecer, imagínate lo que puede hacer hablar con amabilidad a las personas".
Pon en práctica este concepto utilizando tus palabras intencionadamente. Haz cumplidos, expresa agradecimiento y gratitud, y abstente de chismorreos innecesarios. Cuando te hables a ti mismo, utiliza afirmaciones positivas como "Soy suficiente" o "Hoy estoy agradecido por mi salud". Como han demostrado los yoguis, nuestras palabras pueden ser una fuente de amor y luz cuando integramos el concepto de mantras y afirmaciones positivas en una sesión de yoga o meditación. Cuando envías energía positiva al mundo, a menudo éste te devolverá esa energía positiva.
5) Escucha más prestando toda tu atención y apoyo.
Expresar amabilidad va de la mano de tener compasión, una poderosa cualidad que te permite comprender y sentir profundamente lo que otro está experimentando. Aprender a escuchar con más atención y proporcionar apoyo incondicional a tus seres queridos contribuyen al efecto dominó de la amabilidad. Quienes practican la compasión suelen ser personas resilientes que comprenden que conectar genuinamente con los demás puede repercutir en la forma en que uno se siente consigo mismo.
Ve más allá de la escucha convirtiéndote en un "oyente activo", lo que significa no esperar a que la otra persona deje de hablar para poder decir lo que quieres, sino participar activamente y captar las señales verbales y no verbales de la otra persona y suspender el juicio. En la práctica, escucha activa consiste en mantener el contacto visual, repetir los puntos principales expuestos por la otra persona para confirmar que la has oído correctamente, y continuar con una pregunta abierta o una simple afirmación en Reflexiones para dejar claro que entiendes lo que intenta decir.
Si escuchas sin juzgar o actúas como animador al margen, estarás haciendo un esfuerzo adicional para convertirte en un mensajero de bondad. A su vez, esto puede afectar positivamente a la forma en que la gente responde y se relaciona contigo a nivel personal.
Crea un efecto dominó de bondad.
Una actitud amable y cariñosa empieza con una elección personal. La amabilidad florecerá cuando cada uno de nosotros muestre amor hacia sí mismo y luego extienda ese amor hacia los demás. Como individuo feliz y sano, puedes dar y mostrar amabilidad cada día sin esfuerzo. Con el tiempo, se convertirá en una parte natural de tus interacciones diarias, relaciones, y de tu trabajo.
En el IIN, hablamos del efecto dominó de la salud y la felicidad, que se está extendiendo por todo el mundo, de Entrenador de Salud en Entrenador de Salud. La bondad es un componente clave para llevar un estilo de vida holístico y saludable, porque puedes ampliar tu dieta con alimentos nutritivos o hacer más horas de ejercicio, pero no tienen el mismo impacto si no incorporas Alimentación Primaria, el alimento que encuentras fuera de tu plato y que te convierte en una persona amable y resistente.
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