Si sueles consultar en comprobar las etiquetas de lo que contienen tus alimentos envasados, probablemente te habrás encontrado con el "sabor natural" como ingrediente común, incluso entre las marcas más sanas. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Y natural significa que es bueno para ti?
Los sabores naturales -que sólo se distinguen de los artificiales en que proceden de fuentes naturales y no artificiales- suelen añadirse para que los alimentos sepan mejor o sepan de una determinada manera. También sirven para dar consistencia al sabor, de modo que cuando compres tu barrita de desayuno favorita de anacardos y fresas u otra delicia no te decepcione que sepa un poco diferente a la de la semana pasada.
Otra razón por la que se añaden es para que un alimento sepa más fresco o más sano de lo que realmente es, para poder comercializarlo de una forma determinada. Mientras tanto, esa galleta de romero y tomillo no es más que... harina, sin ninguno de los beneficios para la salud que aportan las hierbas genuinas.
La definición de "natural" también es discutible.
Aunque la fuente original pueda ser una que se encuentra en la naturaleza, en realidad no es como si ese alimento completo se triturara y espolvoreara sin más. Las sustancias químicas se extraen de fuentes naturales en un laboratorio, se purifican, se mejoran y luego se añaden al producto final en el proceso de elaboración. ¡No es tan natural!
Entonces, ¿es... malo?
Respuesta del Health Coach: mejor comer alimentos reales y evitar los sabores naturales siempre que sea posible.
La FDA no exige que las etiquetas de los alimentos digan lo que contienen sus aromas naturales, a menos que se trate de un alérgeno común (como leche, huevos, marisco, frutos secos, etc.), por lo que es muy difícil saber si tu cuerpo único reacciona a algo de lo que contienen.
Y aunque no hay investigaciones significativas que demuestren daños directamente relacionados con los aromatizantes naturales, podrían tener algún efecto, sólo que no lo sabemos. Además, los aromatizantes naturales pueden incluir disolventes, rellenos y conservantes, algunos de los cuales podrían incluso proceder de OMG.
Así que esto es lo que puedes hacer
1. Lee las etiquetas y evita los ingredientes misteriosos siempre que sea posible.
2. Cocina más y utiliza las sobras o ensaladas para comer, y fruta o frutos secos como tentempiés.
3. Observa tu cuerpo y aléjate de los alimentos que te dejen una sensación extraña o de malestar.
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