Entre 60 y 70 millones de personas en el Estados Unidos viven con algún tipo de enfermedad digestiva. Así que, si te encuentras con una tripa un poco incómoda debes saber que no estás solo. Aunque es cierto que cada intestino es diferente (en el IIN lo llamamos así bioindividualidad), siempre puedes probar cambios nutricionales para ver si ayudan a tu intestino a prosperar. Al fin y al cabo, asegurarte de que tu intestino se mantiene sano es una de las mejores formas de mejorar tu salud y bienestar generales.
En el centro mismo del bienestar intestinal están los nutrientes, que ayudan a innumerables microorganismos a trabajar más, mejor, más rápido y más fuerte. Para simplificar las cosas, hemos dividido estos nutrientes (y los alimentos que contienen) en tres categorías: probióticos, prebióticos y fibra soluble. Si esto te parece un poco confuso, no te preocupes: ¡tendrás una explicación detallada de cada uno!
Piensa en los probióticos como proveedores de energía que garantizan la máxima absorción de nutrientes por nuestro organismo. Equilibran todas las bacterias, mantienen la digestión en funcionamiento y favorecen el bienestar digestivo general.
Prueba a añadir algunos de estos alimentos probióticos a tu dieta:
Los lácteos son un tema un poco delicado para la salud intestinal, y mucho más los lácteos crudos. Sin embargo, la leche cruda o kéfirun tipo de producto lácteo no pasteurizado, está está repleta de bacterias que ayudan a la digestión. (Ten en cuenta que la ciencia evoluciona constantemente, y que beber leche cruda conlleva su propio conjunto de riesgos. Asegúrate de que la leche cruda procede de una fuente sana y ética y que has repasado la información científica adecuada antes de consumirla).
Los que hacen dieta sin lácteos, ¡alégrense! El yogur de coco no sólo es delicioso, sino que también ofrece una gran carga de probióticos importantes para tu intestino.
El tempeh es un producto de soja fermentada que contiene una doble cantidad de proteínas y probióticosque ayudan no sólo a nuestro intestino, sino también a nuestros músculos.
Uno de los platos alemanes más populares también contiene bastantes probióticos. Como col fermentada el chucrut tiene fibra, probióticosy mucho sabor. ¡Ponlo en un bocadillo o cómetelo con un schnitzel!
A diferencia de los probióticos, los prebióticos son fibras no digeribles cuyo único cometido es garantizar que nuestras bacterias intestinales se alimenten y prosperen.
Para nutrir aún más estas bacterias, añádelas a tu dieta:
Te prometemos que no te estamos pidiendo que te comas un diente de ajo entero (aunque puedes hacerlo, suponiendo que luego no tengas una cita). Ajo promueve el crecimiento de las Bifidobacterias, una bacteria intestinal superútil. Añádelo a un plato para obtener ese prebiótico diario en un santiamén.
Normalmente se nos dice que evitemos los plátanos verdes, ya que su sabor es en general menos dulce y más ácido. Sin embargo, esto conlleva menos azúcar y más almidón, lo que puede beneficiar a nuestros niveles de azúcar en sangre. Además, también son ricos en prebióticos¡! Si no te gusta el sabor o la textura, prueba a poner un plátano inmaduro en un batido.
También conocidas por su nombre menos atractivo Garbanzos los garbanzos son la superalimento de las legumbres. Contienen fibra, hierro, proteínas, vitaminas del grupo B y prebióticosson una gran adición a cualquier comida mediterránea.
El cacao crudo en polvo es ideal para postres, bebidas, batidos y productos horneados. Una ventaja añadida es que este polvo es también una gran fuente de prebióticos para la función intestinal.
La fibra soluble ralentiza la digestión y hace que nos sintamos saciados durante más tiempo. También contribuye a la salud intestinal, alimenta las bacterias intestinales buenas y nos ayuda a evitar el malestar intestinal.
¡Las joyas ocultas del mundo de los suplementos! La linaza tiene una buena cantidad de fibra soluble y ácidos grasos omega-3que ayudan a la digestión y la inflamación.
Puede que hayas oído hablar o no de este suplemento de fibra, pero es una gran fuente de prebióticos y ayuda al tránsito intestinal regular. ¡Un gran combo para el bienestar digestivo!
La fruta favorita de IIN Lo hemos dicho antes y lo diremos otra vez: ¿Hay algo que el aguacate no pueda hacer? Está lleno de todo tipo de nutrientes, grasas saludables, prebióticos y fibra. Además, el aguacate combina con casi todo.
Alejándote de algunos de los problemas digestivos que puede acarrear el gluten, prueba a poner avena sin gluten en tus batidos, granola o cereales. Te aportarán una dosis saludable de fibra solubleregularán tu digestión y garantizarán que tus bacterias intestinales reciban lo que necesitan.
Estos alimentos de densidad de nutrientes son estupendos para ayudar en los problemas digestivos. Pero si quieres saber aún más sobre el bienestar intestinal, te sugerimos que consultes la página del IIN Gut Health Course. Descubrirás las profundas conexiones entre la salud intestinal y el bienestar general, y aprenderás a hacer modificaciones específicas en la dieta y el estilo de vida para tener un intestino y una vida equilibrados.
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