La paz empieza y acaba en nosotros mismos. Desde el principio de los tiempos, los humanos han intentado crear la paz cambiando a los demás.
Pero la paz sólo puede llegar cuando cambiamos nosotros mismos. Si tenemos ira en el corazón, si seguimos juzgando a los demás y si no podemos perdonar, siempre habrá conflictos en el mundo. Como dijo una vez Yoko Ono: "Piensa en la paz, actúa en la paz, difunde la paz, imagina la paz. Tus pensamientos pronto cubrirán el planeta. Lo más importante es creer en tu poder. Funciona".
Nadie nació para odiar o destruir a los demás. Venimos del amor y un día volveremos al amor. Nuestro trabajo consiste en vivir de ese amor en el tiempo que tenemos entre medias. Mira hacia dentro, más allá de todo el ruido, hacia ese campo de silencio, la reserva de paz y armonía puras que todos llevamos dentro. Encuentra la paz interior y luego permite que fluya como una bendición para todo el mundo. Cuando vivamos desde nuestra propia paz, traeremos una paz duradera a nuestro hermoso planeta Tierra.
Tenemos que empezar desde dentro y movernos hacia fuera.
Todo y todos estamos conectados a un nivel sutil, y todo lo que hacemos afecta a todo lo demás en mayor o menor medida.
Hace unos años tuve una revelación. Conducía por la autopista cuando alguien se cruzó delante de mí, haciéndome frenar bruscamente. Tuve la reacción instintiva de gritar: "¡Idiota, podríamos habernos matado!". Afortunadamente, me controlé rápidamente y lo dejé pasar. ¿Quién sabe? Podría haber ido corriendo a una emergencia.
Pero entonces pensé: ¿adónde ha ido ese destello de ira? Todas las emociones tienen energía, así que esa energía de ira tuvo que irse al cosmos. Entonces pensé en todas las demás personas que habían tenido destellos de energía de ira esa mañana. Cuando la ira va al cosmos, atrae a todos esos otros momentos de ira y forma una gran nube de ira. Esta nube seguirá creciendo a medida que se le añadan otros enfados, y un día podría descender de nuevo a la Tierra en forma de atentado terrorista o acto de violencia similar.
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Para ser claros, esto no significa que cada vez que oigamos hablar de un acto de violencia importante nos derrumbemos en un montón de culpa. Pero sí significa que todos debemos asumir nuestra responsabilidad y ser conscientes de nuestros actos y nuestras emociones. Como dijo Ralph Waldo Emerson: "Por cada minuto que estás enfadado, pierdes 60 segundos de felicidad".
Y eso no es sólo por ti, sino por todo el mundo.
Entonces, ¿qué podemos hacer a diario para vivir desde la paz? He aquí algunas sugerencias.
1. Establece el tono del día: La Madre Teresa decía que "la paz empieza con una sonrisa". A primera hora de la mañana, establece el tono del día. Cuando entres en el cuarto de baño, mírate a los ojos en el espejo, sonríe y di (en silencio o en voz alta): "Yo soy paz. Soy armonía. Soy alegría. Soy amor".
2. Repite esto antes de meditar: Cuando te sientes a meditar, empieza repitiendo en silencio esta oración de los nativos americanos cheyennes: "Conozcamos la paz. Mientras salga la luna, mientras fluyan los ríos, mientras brille el sol, mientras crezca la hierba, conozcamos la paz". Luego cierra los ojos, lleva su esencia y plántala en tu silencio.
3. Ayuda a alguien que lo necesite: Un día a la semana, dedícate a ayudar desinteresadamente a alguien que lo necesite. Puede tratarse de un compromiso voluntario regular, o de ayudar a un familiar, amigo o compañero de trabajo que necesite apoyo.
4. Vive cada día conscientemente: Haz una pausa y respira antes de actuar o responder a una situación. No seas siempre el primero en hablar, ni tengas la necesidad de tener la última palabra. Practica escuchar el punto de vista del otro con la mente abierta. Recuerda que la paz se encuentra en el silencio. Las personas enfadadas se gritan porque, aunque están cerca físicamente, sus corazones están muy lejos. Los amantes sólo necesitan susurrar. Como dijo el poeta Rumi: "Alza tus palabras, no tu voz. Es la lluvia la que hace crecer las flores, no el trueno".
5. Sustituye la Hostilidad por la Confianza: Siempre que te encuentres con un conflicto en tu vida personal o entre familiares, amigos o compañeros de trabajo, tómate el tiempo necesario para pensar en una idea creativa que te ayude a resolverlo, sustituyendo la hostilidad y la desconfianza por la confianza. El Dalai Lama nos dijo: "Nuestro principal propósito en esta vida es ayudar a los demás. Y si no puedes ayudarles, al menos no les hagas daño".
6. Comparte tus ideas para construir la paz: A medida que más personas vivan de la paz, el mundo crecerá automáticamente en armonía y amor.
7. Recita esto al final del día: Antes de irte a dormir, repite en silencio estas líneas: "Oh Señor, haz que esta noche durmamos en paz y que, por la mañana, nuestro despertar sea también en paz".
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Desde el principio de los tiempos los tiemposhemos intentado crear la paz luchando unos contra otros. No ha funcionado, y lamentablemente sigue habiendo violencia en todo el mundo. Apenas acabamos con ella en un lugar, surge en otro. Los Vedas nos dicen que las puertas del infierno son la ira, la lujuria y la codicia. Si miramos a nuestro alrededor en el mundo actual, las vemos en muchos lugares y en muchas vidas. Lo que ocurre en el mundo es el resultado de la conciencia colectiva de todos nosotros. Si cambiamos esto, cambiaremos el mundo.
Oscar Wilde dijo: "Todos estamos en la cuneta, pero algunos miramos a las estrellas". Cuando un número suficiente de personas eleve su conciencia mirando hacia dentro, mediante prácticas como la meditación, nos liberaremos de esta prisión de sufrimiento que nos hemos creado.
Todos nos elevaremos hacia las estrellas, dispuestos a disfrutar del amanecer de una Edad de Oro de amor, compasión y paz.
Roger Gabriel es Director de Meditación de Chopra Globaly miembro del Consejo Asesor de Certificaciones del Centro Chopra. ¿Quieres aprender directamente de él? Inscríbete en la Certificación en Meditación Chopra, en el curso de Enriquecimiento en Meditación Chopra o en el curso de Fundamentos de la Meditación Chopra.