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¡Por fin es verano!
¿Cuál es una buena razón para amar la estación del sol, aparte de todo el tiempo que podemos pasar al aire libre? La abundancia de alimentos frescos, locales y sanos, ¡por supuesto!
Los amantes de la comida sana de la costa este se regocijan en esta época del año porque los mercados agrícolas rebosan de coloridos comestibles que de otro modo no estarían disponibles (o no serían tan deliciosos al haber sido importados).
Los alimentos de temporada y locales suelen ser más frescos y sabrosos porque han tenido la oportunidad de madurar completamente en la granja y no han tenido que recorrer una larga distancia antes de ser comprados.
Además, suelen contener más nutrientes por la misma razón. Y si eso no basta para convencerte de que compres productos locales, apoyar la agricultura de proximidad beneficia a tus agricultores locales, a la economía y crea un sistema alimentario más sostenible para todos.
Así que, ¡a cavar!
He aquí lo que probablemente encontrarás en tu mercado agrícola local de la costa este este este verano, y algunas ideas rápidas para utilizar tu botín del mercado agrícola:
Rúcula: esta hoja verde picante y especiada es el complemento perfecto para ensaladas, frittatas para el desayuno e incluso batidos.
Pimientos: ricos en vitamina C, estos bocaditos coloridos y picantes son un aperitivo crujiente estupendo, cortados en palitos listos para mojar en tu hummus favorito, o salteados con cebolla como guarnición.
Maíz: el epítome de la comida veraniega, ¡y además rico en fibra! Cocínalo a la parrilla o al horno, luego corta los granos con un cuchillo y échalos en tus ensaladas.
Zanahorias - ponte creativo con estas bellezas repletas de betacaroteno y espiralízalas para cubrir una ensalada o guarnición creativa, o exprímelas para preparar una bebida refrescante y sustanciosa.
Pepino - el pepino, hidratante y refrescante, está delicioso por sí solo, pero para darle un nuevo toque, córtalo en rodajas finas y añádelo a un cuenco de agua con sal marina durante dos horas antes de escurrirlo para preparar una guarnición refrescante y rápida.
Guisantes: los guisantes tirabeques o los guisantes ingleses, repletos de vitamina K, están deliciosos crudos y son estupendos como guarnición de ensaladas, o pueden congelarse para utilizarlos en sopas y guisos cuando llegue el otoño.
Rábanos: desintoxicantes y satisfactoriamente crujientes, córtalos en rodajas finas y añádelos a las ensaladas, pícalos finos y espolvoréalos sobre tacos, o ásalos con patatas y otras verduras.
Ruibarbo: perfecto para mermelada (sobre todo si se combina con fresas), en tarta o en zumo.
Calabaza de verano: espiralízala y mézclala con tu salsa para pasta favorita, hornéala en buñuelos con cebolletas o cómela cruda con hummus o queso.
Lechuga: romana, de hoja verde, de hoja roja, Mesclun, ¡la que quieras! Estas delicadas hojas son potencias nutritivas y sirven de base perfecta para todas las ensaladas de verano.
Cebolletas: ¡son el aderezo perfecto cuando se cortan en rodajas y se espolvorean sobre todo, desde patatas asadas hasta tacos y ensaladas!
Consideremos un hecho que todos ellos pueden y deben comerse crudos, pero en aras de la creatividad, ¡también se nos han ocurrido ideas adicionales!
Albaricoques - llenos de betacaroteno y vitamina A, los albaricoques están deliciosos cortados en rodajas y ligeramente salteados con mantequilla sin sal y azúcar moreno, y colocados encima de tus copos de avena, helado o tostadas del desayuno.
Moras - Aumenta el valor nutritivo de tu cóctel para una cita nocturna mezclando moras repletas de bioflavonoides y vitamina C con menta, zumo de limón, zumo de lima y un poco de edulcorante, y añade seltz, vodka y hielo.
Arándanos - Los arándanos ricos en antioxidantes son una mermelada sencilla y deliciosa. Cuécelos a fuego lento con un poco de agua y una rama de canela; cuando la consistencia deje de ser acuosa, retíralos del fuego, retira la rama de canela, añade extracto de vainilla, sirope de arce y semillas de chía. Mételo en el frigorífico y consúmelo antes de 1 semana.
Cerezas: quítales el hueso y congela un puñado durante la noche, luego añádelas a un batido por la mañana con leche de coco, cacao crudo y plátano.
Ciruelas: ¡ácidas y dulces a la vez! Las ciruelas son estupendas en zumos, como guarnición de ensaladas o machacadas y congeladas como polos.
Fresas: derrite chocolate negro al baño maría, sumerge las fresas en el chocolate y congélalas sobre papel encerado durante una hora o más.
Melocotones: quítales la piel, machácalos con un mortero y añádelos a una gran tanda de té helado casero junto con menta para darle un toque refrescante al té helado de melocotón.
Albahaca - considerada una de las hierbas más sanas, con una gran dosis de vitamina K, prueba a añadir albahaca a las ensaladas, pícala en vinagretas o decántate por la clásica ensalada caprese, con albahaca, tomate y mozzarella rociados con aceite de oliva y vinagre balsámico.
Cilantro - prepara un sencillo chimichurri con un buen puñado de cilantro, ajo fresco, aceite de oliva, limón y sal marina. Úsalo para aderezar tus buñuelos de calabaza de verano, salmón al horno o, básicamente, cualquier cosa a la que le venga bien un poco de ralladura.
Menta - combínala con agua caliente, vinagre de sidra de manzana, limón, cayena en polvo y una gota de miel para obtener una bebida matutina reconstituyente y energizante.
Perejil - puede usarse de forma similar al cilantro anterior, añadirse a ensaladas frescas, hacerse zumo o mezclarse con salsa.
Es probable que encuentres más productos locales dependiendo del momento concreto, de tu ubicación, de las preferencias de tus agricultores locales y de algunos otros factores, pero esperamos que esto te dé un buen punto de partida. Si encuentras algo que no te resulta familiar, ¡pregunta al agricultor qué hace con ello!
¿Cuál es tu comida local favorita en verano? Compártelo en el comentario de abajo.